AYUNTAMIENTO DE MADRID

Homofobia, racismo y defensa de Israel: el discurso que la derecha impone en el Ayuntamiento de Madrid

Bancada del PP en el Ayuntamiento de Madrid

El ambiente en el Ayuntamiento de Madrid ha traspasado muchas líneas rojas. Los grupos de la oposición advierten, además, de que cada día la crispación va in crescendo por la actitud de ediles del Partido Popular y de Vox, poniendo también sobre la mesa el escaso papel de neutralidad que está teniendo, en su opinión, Borja Fanjul (PP), encargado de presidir el Pleno del Palacio de Cibeles.

La última sesión plenaria en el Ayuntamiento dejó varios episodios denunciados por el PSOE y Más Madrid. El concejal socialista Antonio Giraldo hizo público que mientras hablaba escuchó a la edil del PP Andrea Levy decirle que fuera a hablar “desde una sauna”, lo que el miembro del PSOE tachó de “asqueroso ataque homófobo”. Dijo tener testigos de esas palabras frente a la negativa de la política popular, que incluso interrumpió el Pleno y se levantó de su asiento.

Giraldo explica en conversación con infoLibre que el PP siempre que hace una intervención genera “barullo” y la bancada de la derecha es “muy maleducada”: “Gritan, te interrumpen”. Él escuchó desde el estrado lo que decía Levy, unas palabras que posteriormente le ratificaron otros concejales como Soledad Murillo y Eduardo Rubiño. Según explica el socialista, luego Levy se levantó hasta su escaño para decirle que lo de la sauna era por el padre de la mujer del presidente del Gobierno.

El concejal especializado en Urbanismo revela que ya había escuchado anteriormente desde la bancada del Partido Popular comentarios contra él por “la pluma”. Y se queja de que el presidente del Pleno no hiciera nada y dejara seguir el debate y la votación. A la vez, lamenta que el clima es “desagradable” y que los concejales populares son “poco profesionales” y no paran de “burlarse” de los demás representantes públicos.

Almeida no pondrá la bandera en el Orgullo

Desde la izquierda se pone énfasis también estos días en la “homofobia institucional” del equipo de gobierno. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha negado a poner durante el próximo Orgullo la bandera arcoíris, a pesar de que el Tribunal Supremo fallara el año pasado que está permitido a los consistorios desplegar la enseña emblema de la diversidad sexual.

Durante esta legislatura, asimismo, en el Ayuntamiento de Madrid se vivió un duro episodio con la agresión de Javier Ortega-Smith (Vox) a Eduardo Rubiño, de Más Madrid y reconocido activista LTBIQ+. Después del golpe con una botella, le espetó: “Ahora llora”. El concejal progresista lamentó aquellos días que estas palabras no eran una casualidad: “Me las dice porque piensa que soy menos hombre que él. Estas palabras me recuerdan a las que dicen los matones al marica de la clase en el colegio. Esto se corresponde con un modelo de masculinidad frágil y acomplejada”.

También el año pasado vieron a la luz los mensajes racistas y homófobos del concejal del PP Alberto González, en los que se refería a personas extranjeras como "panchitos" y hablaba así de una persona homosexual: "Cuidado este para ser gay el poco arte que tiene".

"Esa señora cobra de los españoles"

El racismo es otra tónica que está presente en intervenciones en el Ayuntamiento de Madrid a pesar de no copar grandes titulares. La concejala Carolina Elías, de Más Madrid, ha denunciado ataques que ha recibido de miembros de Vox por su origen salvadoreño. Desde la ultraderecha, Ignacio Ansaldo, le han llegado a decir en una comisión del ayuntamiento: “Esta señora cobra de los españoles”.

Elías explica: “El clima es cada vez más hostil porque Almeida, como Ayuso en la Asamblea, desprecia cualquier voz crítica y prefiere que haya mucho ruido para que no se hable de Madrid y sus problemas. No es un problema de crispación o polarización, como si esto fuese una jaula de grillos en la que todos somos igual de responsables. El problema es que el PP, con tal de intentar amordazar a la oposición, no tiene problemas en amparar el racismo, la homofobia, el negacionismo de la violencia de género, o en ridiculizar o insultar a la oposición o a vecinos que acuden como público a las juntas de distrito”.

Cuenta en primera persona cómo lo vive: “A mí me han mandado a mi país de origen o me han dicho que quién me creía, que cobraba de los españoles y que me fuese a estudiar Historia. Son insultos que me ha hecho directamente Vox y que el Partido Popular ha tolerado y amparado. Lo más grave es que esas palabras o esos comportamientos en un pleno de distrito, o en una comisión del ayuntamiento, o Cibeles, suelen ir acompañadas de campañas organizadas de odio en redes sociales. Evidentemente, no es agradable que te traten así. He recibido amenazas en redes llegando incluso a temer por mi integridad física, pero tengo claro que este tipo de ataques no van a callarme ni hacerme agachar la cabeza. Soy orgullosamente salvadoreña y española, Madrid ha sido mi ciudad de acogida y el lugar en el que he decidido quedarme. Soy tan concejala como cualquiera de los concejales de Vox o el PP, les guste o no. También tengo que decir que he recibido mucho apoyo de muchísima gente, para empezar de los más de 300.000 madrileños que me eligieron concejala del Ayuntamiento de Madrid”.

“El racismo no es patrimonio de la derecha, todas y todos tenemos cosas que aprender y que revisar, pero la derecha parece estar cómoda en el racismo, y eso es lo preocupante. Hay concejales del PP que sabemos que se han referido a personas de origen latinoamericano como panchitos. Les parece chistoso, divertido. Es intolerable”, añade Elías.

Pone el foco también en el papel de Fanjul al frente del debate municipal: “No se comporta como el presidente del Pleno, sino como una marioneta de Almeida. Ya demostró una actitud lamentable cuando Ortega Smith agredió a mi compañero Eduardo Rubiño en diciembre de 2023. Pero no son comportamientos excepcionales. Su papel denigra la institución y lanza permanentemente el mensaje de que la derecha tiene barra libre para insultar y atacar mientras la izquierda no puede ni toser. Esto, más que desamparo personal, lo que puede generar es desconfianza en la gente hacia las instituciones. Yo, desde luego, no voy a dejar de ser quien soy ni a defender mis ideas por mucho que lo intenten”.

El papel de Fanjul

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El papel de Fanjul se puso también en entredicho esta misma semana por parte de Más Madrid. La portavoz de ese partido, Rita Maestre, denunció durante el pleno la situación de genocidio que se está perpetrando en Gaza por parte de Israel. Esto provocó los abucheos y murmullos entre los concejales, pero el presidente del Pleno decidió abroncar y expulsar del Hemiciclo a Nacho Murgui y no a ningún edil de la derecha.

Más Madrid ha presentado una queja formal ante el alcalde de Madrid por lo sucedido: “Don Ignacio Murgui Parra ha sido expulsado sin observarse el procedimiento establecido, procediéndose después de manera sustancialmente distinta con la concejala Andrea Levy, en el marco de una expresión insultante dirigida al concejal del grupo socialista Antonio Giraldo”. En el escrito se recoge: “Durante la intervención de la portavoz de MM, la bancada del Partido Popular ha iniciado una serie de comentarios y ruidos que han originado el cruce de palabras entre el resto de concejalas y concejales”. Pero subrayan que solo se ha expulsado al concejal de Más Madrid sin que ni siquiera se terminase una segunda llamada al orden. Asimismo, explica este partido que esa acción afectó a las propias votaciones plenarias y que si se hubiera expulsado a Levy, no habría salido adelante el Plan Reside.

Esta situación se produce también días después de que el propio alcalde de la ciudad declararse contra el Gobierno que es “lamentabilísimo tachar de genocida al Estado de Israel”: “Si les molesta que los españoles dieran los 12 puntos a Israel, lo que les está molestando en realidad es que piensen diferente a la postura que tiene el Gobierno de España”.

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