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Los hospitales privados diseñan un plan para captar 1.500 millones operando a pacientes de la sanidad pública

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La Fundación IDIS, un organismo puesto en marcha en 2010 en el que están representadas las principales empresas de la sanidad privada del país junto a algunas compañías suministradoras, anunció este jueves el diseño de un "plan de choque" que ya ha anunciado por carta a los 17 consejeros autonómicos de Sanidad para realizar en sus hospitales privados intervenciones quirúrgicas de pacientes que están esperando para operarse en la sanidad pública. El objetivo, sostienen sus promotores, es "dejar a cero" la abultada lista de espera quirúrgica, que alcanzó las 614.101 personas al cierre de 2016.

Según explica a infoLibre Manuel Vilches, máximo responsable del Hospital Nisa Pardo de Aravaca y director general de IDIS, esta propuesta es un "acto de responsabilidad" de la sanidad privada, que pondría a disposición de las administraciones sanitarias todo su potencial asistencial para responder a una necesidad "urgente" y "real" que preocupa y afecta a los ciudadanos, como es la demora quirúrgica. A cambio, los hospitales privados ingresarían unos 1.500 millones de euros según cálculos estimados en base a la experiencia de IDIS y a la extrapolación de los costes de las patologías más frecuentes que publica el Ministerio de Sanidad

El proyecto no gusta a los defensores del sector público. El doctor Manuel Martín, presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), cree que este tipo de planes son "pan para hoy y hambre para mañana". Admite que el de las abultadas listas de espera es un asunto complejo, si bien sostiene que la solución sólo llegará con programas globales e integrales. "Hay que atajar cuestiones como la falta de camas, las carencias de productividad en los quirófanos, la ausencia de incentivos para mejorar la calidad del sistema...", dice Martín, que cree que este plan es otro intento de la sanidad privada por "apoderarse" del sistema público. 

Vilches, por su parte, cree que es momento de dejar de lado cuestiones ideológicas. De hecho, asegura que el organismo que preside ha hecho la oferta y ha pedido reuniones a todos los consejeros autonómicos "independientemente de su color político". "Nuestro interés es el bien del paciente. Serán ellos que los que tengan que explicar por qué prefieren mantener a un paciente un año esperando una prótesis de cadera en lugar de que se pueda operar en un hospital privado, simplemente por un motivo ideológico", subraya. 

Los datos oficiales certifican que sí existe una fluida colaboración frecuente entre ambos sectores. En 2015, de cuando son las últimas cifras del Ministerio de Sanidad, las administraciones públicas dedicaron a conciertos (derivaciones de consultas, operaciones...) 4.641 del total de 40.006 millones de euros invertidos en el ámbito hospitalario, el 11,6% del total. El plan de choque propuesto por los hospitales privados supondría aumentar este presupuesto en más de un 30%. No obstante, la Fundación IDIS defiende que de esos 1.500 millones de euros invertidos, alrededor de 450 podrían retornar a las administraciones públicas a través de impuestos. 

Planes de choque  

Aunque es la primera vez que los hospitales privados hacen una propuesta de esta envergadura, las derivaciones masivas a clínicas privadas de cirugías sencillas como cataratas, juanetes, hernias, liberación del túnel carpiano o varices ha sido una práctica habitual en el sistema sanitario desde mediados de los noventa. No obstante, Vilches asegura que estas derivaciones se han reducido "al máximo" en el último año, lo que ha contribuido a que los pacientes en espera aumentaran casi un 12% de media.

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Pero eso no es realmente así. Lo que han hecho los Gobiernos de comunidades como Baleares (PSOE-Més), Castilla-La Mancha (PSOE-Podemos), la Comunitat Valenciana (PSOE-Compromís), Madrid (PP), Navarra (GBai-EH Bildu-IE)​ o el País Vasco (PNV)ha sido poner en marcha planes específicos con más actividad vespertina y contratos de profesionales y peonadas excepcionales en el sistema público, recurriendo a la sanidad privada para cubrir las intervenciones a las que no llega la sanidad pública. Murcia (PP), por su parte, optó por un plan específico únicamente con derivación de pacientes a clínicas privadas.

Por ejemplo, Castilla-La Mancha ha logrado recortar la lista de espera un 10,2% en el último año incrementando los recursos tecnológicos en los hospitales con una dotación de 50 millones de euros y contratando a alrededor de 3.000 profesionales, según explican fuentes del Gobierno regional. "Solamente cuando es imprescindible o en aplicación de nuestra ley de garantía sanitaria [que establece plazos máximos de atención] derivamos a clínicas privadas de dentro de la comunidad", añaden dichas fuentes. Creen que el modelo ha funcionado y no se plantean aceptar la propuesta de la Fundación IDIS. 

Tampoco convence este sistema de derivaciones masivas al Gobierno de la Comunitat Valenciana, que también ha puesto en marcha un programa de autoconcierto de intervenciones vespertinas, en las que se gratifica a los profesionales sanitarios que trabajaran fuera de su horario, aunque sigue manteniendo un plan de choque con intervenciones en clínicas privadas para donde "no llega" la sanidad pública. No obstante, ambas iniciativas todavía no parecen haber dado los resultados esperados, pues la lista de espera se incrementó en un 16,8% en el último año: de 47.348 pacientes a 55.290. 

La Fundación IDIS, un organismo puesto en marcha en 2010 en el que están representadas las principales empresas de la sanidad privada del país junto a algunas compañías suministradoras, anunció este jueves el diseño de un "plan de choque" que ya ha anunciado por carta a los 17 consejeros autonómicos de Sanidad para realizar en sus hospitales privados intervenciones quirúrgicas de pacientes que están esperando para operarse en la sanidad pública. El objetivo, sostienen sus promotores, es "dejar a cero" la abultada lista de espera quirúrgica, que alcanzó las 614.101 personas al cierre de 2016.

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