El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Jose María Gil Tamayo, aseguró este jueves que la Iglesia tiene la "obligación de sostener a sus obispos eméritos" y "ofrecerles un lugar digno para vivir", como en el caso del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid.
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"Una diócesis tiene la obligación de sostener a sus obispos eméritos, buscar la manera de la conservación de su patrimonio y, al mismo tiempo, de ofrecerles un lugar digno para que puedan seguir manteniendo una presencia en esa diócesis", explicó al ser preguntado durante la rueda de prensa final de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal sobre la nueva vivienda del cardenal Rouco.
En concreto, la nueva residencia del anterior portavoz de los obispos, un ático de 359 metros cuadrados el centro de Madrid, está valorada en 1,2 millones de euros y, además, exenta del pago de IBI. La reforma de esta vivienda tuvo un coste para las arcas eclesiásticas de medio millón de euros.
Asimismo, Gil Tamayo pidió "no juzgar" al cardenal Rouco "solamente por estas cuestiones que ahora están en la opinión pública" pues considera que "un pontificado como el suyo al servicio de la Iglesia en España y su labor evangelizadora en etapas tan decisivas para la historia de la Iglesia exige una mayor distancia para reconocer su figura y ver en toda su verdadera dimensión su trabajo pastoral y su persona".
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Jose María Gil Tamayo, aseguró este jueves que la Iglesia tiene la "obligación de sostener a sus obispos eméritos" y "ofrecerles un lugar digno para vivir", como en el caso del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid.