14F | Elecciones en Cataluña
Illa arrasa como opción no independentista en Cataluña: "¡El cambio es imparable!"
El perseguido efecto Illa ha supuesto para los socialistas catalanes 33 escaños del Parlament. La candidatura encabezada por el exministro de Sanidad se ubica como la primera fuerza en escaños y en número de votos –651.027– de la Cámara catalana. Tal y como se había comprometido, presentará su candidatura a la investidura. "¡El cambio es imparable!", anunció Illa en una comparecencia ante los medios de comunicación pasadas las 23.00 horas.
Augment
Los resultados mejoran muy significativamente los de los anteriores comicios, celebrados el 21 de diciembre de 2017, cuando el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se hizo con 606.659 votos (13,86%), que se tradujeron en 17 escaños. Su candidato en esta ocasión fue el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta.
No obstante, los votos de Illa por sí solos, sumados a los 8 escaños con los que se ha hecho la candidatura de En Comú Podem, dejaría a una alianza PSC-Comuns muy lejos de los 68 escaños en los que se ubica la mayoría absoluta del Parlament. Esta fórmula, la de un Govern PSC-Comuns, al estilo de la alianza PSOE-Unidas Podemos, era la apuesta favorita de Salvador Illa para este 14F.
En las elecciones de diciembre de 2017, Catalunya en Comú Podem también obtuvo ocho escaños (7,46%) y 326.360 votos. Los comunes, pues, logran mantener su posición en el Parlament tras una campaña en la que Pablo Iglesias se ha desplazado a Cataluña para movilizar al electorado. Una campaña que ha agudizado las tensiones en el Gobierno de coalición con la reforma del Código Penal y la ley trans como ejes.
En los dos únicos comicios que se habían celebrado hasta ahora desde la investidura del Gobierno de coalición PSOE-UP, los resultados fueron catastróficos para la formación morada: en Galicia quedó fuera del Parlamento y en Euskadi bajó de 11 a 6 diputados.
"Cordón sanitario" a Vox
"Hemos demostrado que somos un espacio sólido, fuerte", dijo Albiach en su comparecencia, en la que destacó que su fuerza política ha logrado consolidarse en un escenario complejo de crisis sanitaria. La candidata de En Comú Podem aprovechó su intervención para exhibir su preocupación por la fuerte entrada de Vox –11 escaños– en el Parlament y llamó a un "cordón sanitario" a la extrema derecha en la Cámara catalana.
Sin querer hablar directamente de tripartito, los Comuns han abogado es los días previos al 14F por un futuro entendimiento con ERC y PSC. Una alianza que, sobre el papel, se ha puesto muy cuesta arriba a medida que iba a avanzando la campaña si se tiene en cuenta que Salvador Illa ha subrayado su rechazo a pactar con fuerzas independentistas y ERC llegó a firmar el pasado miércoles con el resto de fuerzas independentistas un documento en el que se comprometía a no pactar con el PSC.
Los partidos independentistas han logrado una mayoría más que amplia para mantener el Govern. No obstante, Albiach, al filo de las 23.00 de este domingo, en su comparecencia para valorar los resultados electorales, avanzó que este lunes llamará a Illa y a Pere Aragonès (ERC) para que se sienten a negociar un Govern de izquierdas. Minutos antes, el ex ministro de Sanidad ya había advertido de que cumpliría con su promesa de presentarse a la investidura para que pueda empezarse a escribir "una nueva página en Cataluña".
Una de las ideas fuerza de la campaña de Salvador Illa como candidato a la Presidencia de la Generalitat fue precisamente la de que él, a diferencia de lo que hizo Inés Arrimadas (Ciudadanos) en 2017, no iba a dejar ninguna silla vacía. Uno de los objetivos principales del PSC durante la campaña electoral que desembocó en el 14F fue precisamente el de conquistar al electorado que en las anteriores autonómicas eligió la papeleta de del partido naranja.
Refuerzos en campaña y la gestión de la 'operación Illa'
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha implicado de una forma muy personal en esta campaña del 14F. Él y buena parte de su Ejecutivo, que han acudido a apoyar a Illa desde que arrancó la cuenta atrás para estos comicios. El jefe del Ejecutivo se jugaba mucho con esta apuesta y los resultados demuestran que no se equivocó asumiendo el riesgo de mover una pieza de su Gobierno, y no una pieza menor. Porque se trataba de un ministro clave en plena pandemia.
La elección del exministro de Sanidad como candidato, adelantada por infoLibre, fue una operación muy calculada. Miquel Iceta dio un paso atrás a finales de diciembre. Pero la bautizada como operación Illa empezó a gestarse a mediados de noviembre en la Moncloa con una primera reunión entre Sánchez y el primer secretario del PSC. Tras un minucioso estudio de sondeos y encuestas, los socialistas catalanes llegaron a la conclusión de que con Illa como candidato tenían serias opciones de ser primera fuerza en los comicios y se preparó el terreno para que Iceta cediera el testigo. Ocurrió justo cuando el Senado dio luz verde definitiva a los Presupuestos Generales del Estado y cuando había arrancado la campaña de vacunación.
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La derecha, la "gran perdedora"
El encargado de emitir la reacción del Partido Socialista fue José Luis Ábalos. El secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, celebró la victoria de Illa gracias al "voto mayoritario por el reencuentro y la convivencia", frente una derecha, tanto la independentista como el resto, dijo, que ha sido, a su juicio, la "gran perdedora".
"Los socialistas no defraudaremos la confianza que han depositado en nosotros. Aceptamos pues el papel que los electores nos han adjudicado y desde ahí y en la medida de todas nuestras fuerzas, trataremos de devolver a Cataluña al lugar que le corresponde, a la vanguardia del crecimiento económico y la justicia social", mantuvo.
