Derechos humanos
Imbroda dice que las cuchillas son pasivas y los inmigrantes “agresivos”
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha asegurado que el perfil de inmigrante que trata de saltar la valla fronteriza es "más joven y agresivo" y se ha mostrado convencido de que el problema de fondo "no está en la concertina" instalada en el perímetro.
El presidente de Melilla, en una entrevista en RNE recogida por Europa Press, ha dicho que no le gusta la valla, pero ha matizado que "otra cosa es ver la realidad, cómo se rompe la frontera española y cómo se asalta impunemente". Por este motivo, ha comentado estar de acuerdo con el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz "en que la concertina en sí, no hace nada, es pasiva. Si usted quiere violentar la casa de un tercero habrá que poner algo ahí para que no se violente".
Sobre la posibilidad de retirar las cuchillas, Imbroda ha indicado que sólo lo apoyaría "si hubiese una alternativa mejor o igual". En este sentido ha recordado las imágenes recientes de más de un millar de inmigrantes en fila india descendiendo desde un monte próximo a la ciudad autónoma en dirección a la valla. "Era una cantidad (de inmigrantes) muy respetable. La ciudad de Melilla tiene 13,5 kilómetros cuadrados y la invasión preocupa", ha explicado.
Sobre la propuesta del PSOE de utilizar radares tecnológicos o aviones no tripulados en la frontera para evitar el uso de las alambradas con cuchillas, Imbroda la tildó de "ocurrencia o desliz". "Con un helicóptero la Guardia Civil da tres vueltas y está enterada de lo que hay, si vienen, avisan. No sé cuál es la virtualidad de los drones, lo que sabemos es que los utiliza la CIA en Afganistán", ha indicado el presidente melillense.
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Ha insistido, no obstante, en que la solución al problema no está en vallar el acceso a Melilla, sino en los países de origen de los inmigrantes. "La inmigración no va a parar por concertinas o por poner más altas las vallas, porque para las mafias este es un negocio muy lucrativo y está también la desesperación de la gente", ha indicado Imbroda.
En su opinión, "las condiciones al otro lado de la valla son malas. Marruecos tiene problemas socioeconómicos como para que haya que ayudarle y la UE tiene que volcarse, porque la valla de Melilla es la valla de Barcelona, de Roma o de Berlín". Ha destacado, no obstante, la colaboración por parte de Marruecos para tratar de controlar la inmigración ilegal "pero no puede estar al cuidado de muchos miles de inmigrantes en una frontera que es muy permeable en el sur".
En cuanto a la ocupación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ha admitido que se encuentra al "borde de la saturación". "Tenemos unos 1.000 y están sobrando unos 400" por lo que, según ha indicado, "la Secretaria General de Inmigración tiene que ir de vez en cuando llevándose gente a la Península y ahora está preparando un grupo para que esto no se sature". Según ha indicado, posiblemente este traslado podría producirse antes de fin de año aunque no pudo concretar fecha ni el número de inmigrantes.