PDeCAT y ERC, los dos partidos con representación en el Senado sobre los que descansa la mayoría política del Parlament catalán y el Govern de la Generalitat, defendieron este jueves en el Senado sus argumentos en contra de la intervención de la autonomía catalana con una mezcla de indignación y malos augurios por lo que la medida, a su juicio, va a desencadenar.
La antigua Convergència expresó su rechazo a las medidas asegurando que es un ataque "en toda regla" del Ejecutivo español "a todos los españoles", que recupera el decreto de Nueva Planta del rey Felipe VI, además de recuperar el "espíritu del franquismo".
En su intervención en el turno en contra del 155, el portavoz del PDeCAT, Josep Lluís Cleries, calificó las medidas de "golpe de Estado" del "nacionalismo español, del Gobierno español, del PSOE y de Ciudadanos contra las instituciones democráticas" de Cataluña y contra "todos los catalanes, piensen lo que piensen", subrayó.
Cleries recordó que el 155 faculta al Gobierno, con el respaldo del Senado, para dictar instrucciones, pero no para "decapitar al presidente y al Gobierno", "usurparle la iniciativa de poder convocar elecciones" o "sustituir a cualquier cargo o personal de la Administración catalana". La situación en la que queda el Parlament al tener que pedir permiso al Gobierno español no es otras cosa que "censura previa", subrayó.
Cleries afirmó que pese a la aplicación del 155 "nunca" Rajoy será president de la Generalitat, y acusó a PP, PSOE y Ciudadanos de querer imponer con el 155 lo que no han ganado en las urnas. "Esta es su democracia (...) quieren ocupar las instituciones que no se han ganado democráticamente. Al Gobierno se le ha caído la careta y ha mostrado su rostro más autoritario, represor y antidemocrático".
El portavoz reprochó que a la oferta de diálogo sin condiciones del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, Rajoy respondiera con las detenciones Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes de ANC y Òmnium Cultural, y concluyó su intervención defendiendo la tradición pacífica y de valores cívicos de Cataluña. Frente a lo que entiende como violencia y usurpación del Gobierno ha pedido respeto para la "nación" catalana. "Hagan lo que hagan, nos mantendremos fieles al servicio de Cataluña", finalizó.
El portavoz de ERC, Miquel Ángel Estradé, proclamó que su partido se va a mantener "fiel" al único mandato que considera vigente y al que su partido atenderá: "El mandato del pueblo de Cataluña de constituirse en república independiente". "Mientras no haya otro mandato seremos fieles a este", dijo en su intervención , a pesar del intento de"impedir que se ejecute" y "quebrar" los consensos del catalanismo.
Estradé acusó al Gobierno de llevar años, en colaboración con Ciudadanos y con ex dirigentes del PSOE, en "una auténtica ofensiva" contra ese catalanismo "con mentiras, intoxicaciones y tergiversaciones" dirigidas contra la condición de Cataluña como nación, contra el sistema educativa catalán, contra sus medios de comunicación o contra los Mossos d'Esquadra.
"Creen que pueden aplastarnos pero nos mantendremos en pie, defenderemos nuestras instituciones con toda la dignidad", avisó. "Van a perpetrar la mayor fechoría política y jurídica de la democracia española y un error histórico colosal", que convertirá al Gobierno español en "un poder hostil" en Cataluña.
El portavoz de ERC defendió que Cataluña puede invocar el derecho de autodeterminación porque cree que le corresponde, pero que una vez que se aplique el 155 lo podrá defender como un derecho "que corresponde a las colonias", puesto que se convertirá en un "territorio ocupado, sometido".
"Contundente negativa" de los nacionalistas vascos
Jokin Bildarratz, en nombre del PNV, mostró la "contundente negativa" del Grupo Vasco a la aplicación del artículo 155 a Cataluña y calificó de "desproporción" el conjunto de medidas propuestas por el Gobierno. Dirigiéndose directamente a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le pidió que abandonase la vía del 155 y apueste por "la búsqueda del acuerdo" con la Generalitat.
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"Mientras hay vida, hay esperanza", afirmó dirigiéndose a Santamaría. Cataluña, al igual que el País Vasco, "no es únicamente una comunidad autónoma", sino "un pueblo", y mientras el Gobierno no acepte "esa realidad" seguirá sin conocer "dónde está el problema".
Bildarratz mostró las portadas de la prensa del día como prueba de que Puigdemont nunca declaró la independencia (todas coincidían en que el presidente iba a declararla el viernes) y subrayó que el cese del presidente catalán y de sus consejeros es "una privación ilegítima" del derecho de voto de los catalanes, que eligieron a un Parlamento para que a su vez designase a un presidente en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre de 2015, informa Europa Press.
"La Constitución está para cumplirla", destacó el senador vasco, quien mantiene que las medidas propuestas por el Ejecutivo vulneran el artículo 2 de la Carta Magna al suspender la autonomía de Cataluña. Bildarratz subrayó que la figura del president en Cataluña y del lehendakari en el País Vasco tienen "un significado especial" y el cese de Puigdemont no va a servir para "recuperar la convivencia".
PDeCAT y ERC, los dos partidos con representación en el Senado sobre los que descansa la mayoría política del Parlament catalán y el Govern de la Generalitat, defendieron este jueves en el Senado sus argumentos en contra de la intervención de la autonomía catalana con una mezcla de indignación y malos augurios por lo que la medida, a su juicio, va a desencadenar.