La infanta atribuye a motivos de “estética” que Zarzuela ordenase a su marido dejar Nóos en 2006

La estrategia de Cristina de Borbón de negar todo conocimiento de las actividades de Instituto Nóos y Aizoon, la empresa que comparte con su marido,le ha llevado a asegurar que no sabía que ella y su marido hubiesen alquilado su palacete de Pedralbes a Aizoon SL, según tres fuentes directas conocedoras de la declaración.

Otros dos testigos presenciales aseguran que la infanta reconoció saber que Aizoon tenía oficinas en la mansión, con puerta de acceso diferente a la del domicilio y que, por tanto, admitió de forma implícita que había un alquiler por cuanto reconoció su firma en el contrato de alquiler exhibido por el juez y ante cuya visión —insisten las fuentes— deslizó de nuevo la idea de que lo habría firmado porque se lo diría su marido.

Qué dijo exactamente sobre al autoalquiler de Pedralbes a Aizoon por 12.000 euros anuales en favor de Urdangarin y Borbón se conocerá una vez quede transcrito el interrogatorio. La declaración superó de largo las expectativas con más de 400 preguntas por parte del juez, lo que hizo que la Fiscalía modificara su guión original para no repetir cuestiones.

Durante las cuatro horas y media que dedicó al interrogar este sábado a la infanta Cirstina, el juez José Castro le preguntó si le constaba que la Casa Real ordenase a la pareja Urdangarin-Borbón abandonar Instituto Nóos. La infanta respondió afirmativamente, detalló que fue el asesor legal del rey, José Manuel Romero, conde de Fontao, quien transmitió el mensaje. ¿Y por qué se les ordenó en 2006 dejar Instituto Nóos? Por “estética”, dijo en un par de ocasiones, para no seguir vinculados a una ONG que contrataba con administraciones públicas: exactamente, logró contratos a dedo por 5,8 millones de euros en Valencia y Baleares y por 120.000 euros en Madrid. Más adelante, cambió de vocablo para afirmar que la Zarzuela les instó a dejar el Instituto Nóos por “imagen”.

Fuentes conocedoras de la declaración aseguran que la infanta ha puesto el mayor énfasis en preservar la imagen de su padre. En varias ocasiones, el juez le preguntó si el rey estaba al tanto de ciertas decisiones de Instituto Nóos o Aizoon, Aquí, la infanta fue tajante y abandonó su amnesia para negar tajante que el monarca tuviera conocimiento de nada.

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De hecho, negó que el convenio para la primera cumbre turístico-deportiva encargada por la Generalitat valenciana a Instituto Nóos, la llamada Valencia Summit, se gestase en una reunión en Zarzuela en la que Urdangarin y su socio de aquel momento, Diego Torres, habrían coincidido con Francisco Camps y Rita Barberá.

La infanta ha negado que su incorporación a Aizoon tuviese como objeto convertirla en “escudo” frente a futuras investigaciones de Hacienda. Muy al contrario –adujo-, precisamente por ser miembro de la familia real estaba sujeta a todo tipo de controles. Su marido y ella, dijo en un momento de su declaración, intentaban hacerlo todo de manera correcta.

Después de comer, la Infanta renunció a responder tanto a las acusaciones populares como a los abogados defensores de las otras partes. Si atendió las pregutnas del fiscal y abandonó la Audiencia de Palma de Mallorca a las 18:10 horas de la tarde en el mismo automóvil en el que llegó por la mañana. En el momento de abandonar los juzgados la se ha despedido de los periodistas que aguardaban en la puerta con un "hasta luego, gracias".