Un informe alerta de un crecimiento “sin precedentes” de la desigualdad en España

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"Los españoles hemos llegado a un punto en que no podemos elegir entre quedarnos como estamos o hacer sacrificios. No tenemos esa libertad. Las circunstancias no son tan generosas. La única opción que la realidad nos permite es aceptar los sacrificios y renunciar a algo o rechazar los sacrificios y renunciar a todo". Mariano Rajoy dijo esto mismo en el pleno del Congreso el 11 de julio de 2012, cuando anunció un hachazo brutal al Estado del bienestar. Una frase suficientemente elocuente  que, en el fondo, delata que la democracia "está cada vez más intervenida", más sometida a los intereses de quienes no son elegidos. La duda que emerge es hasta qué punto los recortes sin fin pueden ser compatibles con la democracia. La pregunta aflora como una de las conclusiones del Informe sobre la democracia en España 2013, editado por la Fundación Alternativas y elaborado con la participación de numerosos expertos. "Las políticas económicas actuales no son democráticamente sostenibles", sentenció este miércoles, 12 de junio, en la presentación del estudio a la prensa la socióloga y expresidenta del CIS Belén Barreiro, directora del Laboratorio de Alternativas. Políticas que están dejando como segundo rastro una "sociedad más dual, desigual y dividida", por la mayor "extensión e intensidad de la pobreza". 

El subtítulo del informe de 2013, de 258 páginas, ya lo dice todo: Un gran salto hacia atrás. La salud de la democracia española se ha deteriorado progresivamente desde 2008 –cuando la fundación, próxima al PSOE, lanzó el primer anuario–, pero en en el último año la nota ha caído drásticamente. Del 6,2 que recibía el sistema en 2008 ha bajado ahora hasta el 5,2. Un punto exacto, pero seis décimas de desplome corresponden a la erosión vivida en los últimos 12 meses.

¿En qué se traduce ese agrietamiento de la democracia? Primero, en una mayor desigualdad y fractura social. "La crisis no tiene los mismos costes para todos", ya que los hogares "más vulnerables son los más castigados", prologó Barreiro. Luis Ayala, otro de los autores del estudio, explicó por qué la crisis está produciendo una "desigualdad sin precedentes". España, dijo, está siendo ahora más débil porque "no se redujeron" los niveles de desigualdad en los tiempos de bonanza, no se aplicaron políticas redistributivas. E, indudablemente, ha influido de forma determinante la "explosión del desempleo" y la mayor repercusión del paro en los cabezas de familia, un hecho "muy preocupante" que no se reprodujo en anteriores recesiones. También han contribuido, siguió Ayala, los "cambios rápidos en la estructura salarial", el derrumbe de los sueldos. Dicho de otro modo, "lo que más reduce" las distancias sociales son "pensiones, IRPF, sanidad y educación, justo los pilares que se están tocando". 

El resultado es que España es hoy uno de los tres países con mayor índice de desigualdad, sólo superado por Bulgaria y Letonia. "Ni siquiera en los países rescatados, como Grecia o Irlanda, ha crecido tanto". Las rentas medias se han visto tocadas y las bajas, se han hundido, mientras las altas "han seguido creciendo por encima de la media". Así, aumenta el riesgo de exclusión social de muchos hogares. 

La perspectiva, según Ayala, es muy negra, porque es previsible que los índices de desigualdad y pobreza se mantengan en el tiempo, pese a la recuperación, igual que no se aprovecharon los buenos tiempos para suturar la brecha social. "El futuro que nos espera es un retorno al pasado, con indicadores de desigualdad que no veíamos desde hace dos o tres décadas". 

El euroescepticismo engorda

Segunda conclusión. "Aumento del euroescepticismo", la extensión de las "críticas a las políticas de austeridad y déficit democrático de la Unión Europea". La sensación aquilatada entre los ciudadanos de que "no son dueños de su propio destino", señaló Barreiro. Y de ahí la constatación, defendió, de que la democracia está cada día más "intervenida", de que "las elecciones no son el intrumento útil que deberían ser". Y no lo son, argumentó, porque el PSOE fue arrasado del Gobierno principalmente por aplicar políticas de austeridad a partir de 2010 y porque el PP, que prometió que no habría más recortes, ni más corrupción, ni menos diálogo, al final está haciendo justo lo contrario en el Gobierno. 

"Las políticas no deben ser sostenibles sólo en términos económicos, sino también en términos democráticos, que tengan un mínimo respaldo ciudadano. Porque lo contrario aumenta la desafección. ¿Hasta qué punto se pueden hacer políticas no democráticamente sostenibles?", razonó Barreiro. En el informe se explica bien esta idea: cómo el "descontento popular con las políticas de austeridad y con el orden político que las sostiene" ha seguido en aumento, pero no ha bastado para alterar de forma "notable" estas políticas, ni las formas "poco democráticas" con las que han continuado "imponiendo". La "sostenibilidad política en el medio y largo plazo" de estas políticas, esgrime el informe, es más que dudosa. 

Ignacio Urquizu, Belén Barreiro y Luis Ayala, este miércoles en la presentación del 'Informe sobre la democracia 2013', en la sede de la Fundación Alternativas | ROBERTO VILLALÓN

¿Por qué? Hay que atender a la respuesta de la calle, señalaron los ponentes, y ahí reside una de las grandes "fortalezas", un "rayo" de optimismo. "La sociedad no está dormida, los ciudadanos no son indiferentes". En España, recordó el sociólogo de la Complutense Ignacio Urquizu, otro de los autores del informe, hay "más interés por la política", y los ciudadanos se movilizan más (36.000 manifestaciones en 2012, casi 100 al día, casi el doble que el año anterior, el triple si se compara con 2006). Sin embargo, no hay estallido social. "Pero a medio plazo, cuando España se recupere y los ciudadanos no tengan miedo, reclamarán que las políticas económicas tengan base democrática", auguró Barreiro. ¿No antes? "¿La protesta le quita el sueño a Mariano Rajoy? Lo dudo. ¿Efectos reales? Ninguno. Es sano que los ciudadanos protesten, pero si el voto no sirve y las manifestaciones siguen siendo pacíficas. No sé de qué porcentaje tendríamos que hablar para que se retrocediera en estas políticas? Si hubiera manifestaciones del 70%, es posible que se cambiase". Claro que todo dependería, reconoció, de que llegase "la gota que colma el vaso", una chispa que finalmente hiciese prender la llama. "Y sí hay condiciones para que el fuego se produzca". 

Tercera conclusión: las heridas en la democracia están dejando una sociedad "políticamente huérfana", en la que "uno de cada dos electores no sabe a quién votar", un dato insólito en la democracia española. Barreiro apuntó a un dato repetido en las encuestas: la crisis del bipartidismo y la valoración "negativa" de Gobierno y oposición, que se acompaña de un "cierto crecimiento de los partidos pequeños, crecimiento que no es enorme". Se puede hablar así de la "crisis de la propia democracia". "España se encuentra 17 puntos por encima de la media europea de insatisfacción con el sistema", analizó la expresidenta del CIS. Para Urquizu, la crisis política "va más allá de la puramente económica", porque comprende la profunda corrupción, los recortes, la distancia entre representantes y representados, el "ataque" a los derechos económicos y sociales y los sindicatos... La crisis se extiende, además, a otras instituciones, como a las comunidades autónomas. En ese sentido, Barreiro y Urquizuresaltaron la "polarización" de las posiciones respecto al Estado autonómico, el crecimiento en los extremos, en los independentistas y en los centralistas. 

"Erosión" en España y en Europa

Urquizu amplió la parte más política de la exposición. Explicó que la "erosión democrática", la percepción que ciudadanos y expertos tienen de que el poder económico "condiciona más que nunca antes" la política, tiene una doble dimensión. En España, se ve en la forma de gobernar de Mariano Rajoy, "sin debate y sin contar con la oposición", a golpe de real decreto ley (29 aprobados en los 12 primeros meses de legislatura). En Europa, destaca la "intromisión" de la UE en asuntos que no le competen, como cuando el Banco Central Europeo (BCE), una institución no elegida democráticamente, remitió una carta a Madrid y Roma para dar "órdenes" sobre pensiones, sanidad o la reforma de la Constitución. "Europa ha ido más allá de lo que tenía que hacer". Asimismo, la cantinela de que "no hay alternativa daña mucho la democracia". 

En ese escenario, ¿beneficia o perjudica la firma de pactos? Los ponentes convinieron en que depende del contenido. "Si hay un resultado positivo para España, beneficiará; si por el contrario resulta un suicidio para el país, será nefasto para PSOE y PP", resumió Barreiro. 

Belén Barreiro, este miércoles, 12 de junio, en la presentación del 'Informe sobre la democracia en España 2013', en la sede de la Fundación Alternativas, en Madrid | ROBERTO VILLALÓN

Se preguntó a los ponentes por qué apenas aparecía la monarquía en el informe, justo cuando su crisis es más profunda. Barreiro reconoció la carencia, que se debe al proceso de producción del informe, que comienza un año antes de su publicación. Así, para el estudio de 2014 se prevé incorporar un epígrafe específico sobre la Corona. Barreiro, como ya manifestó en abril infoLibre, señaló que el deterioro de la institución se venía gestando hace años, por la mayor desvinculación de los sectores jóvenes que contagiaron a las generaciones mayores. El estallido de la corrupción con toda crudeza por el caso Urdangarin ha "acelerado" la evolución a la baja, una caída a la que la Zarzuela ha reaccionado de forma "poco estratégica". 

El liderazgo de Rubalcaba

En la presentación del informe, mucho se discutió sobre el retroceso del bipartidismo y las posibilidades electorales de las fuerzas minoritarias, como IU y UPyD. Una araña más del PSOE, y la otra, en la actualidad, del PP, aunque depende de la comunidad. Urquizu y Barreiro apuntaron que aunque están creciendo, y así lo indican todas las encuestas, no han llegado a "canalizar todo el descontento", porque "la gente los percibe como más de lo mismo". "¿Partidos pequeños liderados por personas de más de 60 años... ¿en qué medida dan una imagen de renovación y frescura?", inquirió la expresidenta del CIS. Barreiro advirtió de que "no hay que descartar" que se pueda formar una nueva formación, liderada bien por un dirigente conocido "tipo Miguel Ángel Revilla", expresidente de Cantabria, o por plataformas sociales. Un Beppe Grillo a la española, vamos. También cupo la pregunta sobre el estado del liderazgo del PSOE. La directora del Laboratorio Alternativas calificó de "escandaloso" el bajo porcentaje de apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba. El profesor de la Complutense coincidió, aunque sostuvo que un candidato bueno "aporta unos dos o tres puntos" de intención de voto al partido. El efecto de un líder potente es, sobre todo, la oxigenación de su partido, la influencia de su impronta y su forma de entender el poder en la marca. 

Por la tarde, el estudio se presentó en sociedad, en la Feria del Libro de Madrid, y contó como todos los años con la intervención de Felipe González. Él también se refirió a la crisis de las dos grandes formaciones. El patriarca socialista pidió a su partido y al PP que se pongan las pilas para recuperar la confianza de los ciudadanos. "El bipartidismo es malísimo, pero cuando lo liquidemos, dentro de unos años lo volveremos a reclamar, siempre y cuando los partidos espabilen", avisó. Su diagnóstico se resume con un titular simple: "PP tocado, PSOE hundido", informa Europa Press.

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Pulla de González a Aznar

Así que ofertó recetas, escuchadas entre otros dirigentes socialistas por Carme Chacón: que las primarias se introduzcan "por ley y con obligación para todos los partidos" o "estimular la movilidad social a través de las redes" para convertirla en un "activismo que influya en las decisiones del poder". 

Una última frase, de González, y en este caso sobre su antecesor, José María Aznar, que no para de cantarle las cuarenta al Gobierno de Rajoy: alertó sobre la posible aparición de movimientos populistas, opciones demagógicas o nacionalismos excluyentes o xenófobos que den soluciones mágicas o bien "salvadores de la patria", informa Efe. "Algunos se ofrecen ya por ahí", deslizó, en abierta crítica a Aznar, aunque sin citarlo. 

"Los españoles hemos llegado a un punto en que no podemos elegir entre quedarnos como estamos o hacer sacrificios. No tenemos esa libertad. Las circunstancias no son tan generosas. La única opción que la realidad nos permite es aceptar los sacrificios y renunciar a algo o rechazar los sacrificios y renunciar a todo". Mariano Rajoy dijo esto mismo en el pleno del Congreso el 11 de julio de 2012, cuando anunció un hachazo brutal al Estado del bienestar. Una frase suficientemente elocuente  que, en el fondo, delata que la democracia "está cada vez más intervenida", más sometida a los intereses de quienes no son elegidos. La duda que emerge es hasta qué punto los recortes sin fin pueden ser compatibles con la democracia. La pregunta aflora como una de las conclusiones del Informe sobre la democracia en España 2013, editado por la Fundación Alternativas y elaborado con la participación de numerosos expertos. "Las políticas económicas actuales no son democráticamente sostenibles", sentenció este miércoles, 12 de junio, en la presentación del estudio a la prensa la socióloga y expresidenta del CIS Belén Barreiro, directora del Laboratorio de Alternativas. Políticas que están dejando como segundo rastro una "sociedad más dual, desigual y dividida", por la mayor "extensión e intensidad de la pobreza". 

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