En pleno verano, todavía bajo la conmoción por el revés electoral del 19 de junio, la izquierda andaluza trata de espabilar, sacudirse la decepción, agitar a sus bases con la vista puesta en las municipales de mayo de 2023, conectar con la calle y dar con un primer flanco por el que hacer oposición al eufórico PP de la mayoría absoluta. ¿Cómo? Pues ha encontrado un banderín de enganche: la defensa de la educación pública. Más concretamente, una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para bajar las ratios en todos los niveles educativos no universitarios de Andalucía. Se trata de un desafío con cuenta atrás. Los promotores de la ILP deben presentar 40.000 firmas el 11 de agosto como muy tarde, explica a infoLibre Carmen Yuste, secretaria de Acción Sindical de Ustea. Según datos de este sindicato, ahora mismo hay ya "cerca" de 40.000 firmas, si bien puede haber firmas inválidas, lo cual obliga a presentar más para asegurar.
Están adheridos a la iniciativa, impulsada por Ustea, los partidos Podemos, Izquierda Unida, Más País Andalucía, Iniciativa del Pueblo Andaluz (integrados en Por Andalucía) y Adelante Andalucía, entre otros. Los cuatro están colaborando con la campaña, que incluye recogidas de firmas en las calles y llamamientos a través de internet, con implicación directa de máximos responsables como Inmaculada Nieto (portavoz de Por Andalucía) y Teresa Rodríguez (portavoz de Adelante Andalucía).
El PSOE no figura en el listado de "adhesiones" de la web de la ILP. No obstante, el partido es tajante: "La apoyamos". Yuste (Ustea) también incluye a los socialistas entre sus respaldos: "Está toda la oposición". Además, señala que la campaña ha servido a la izquierda como "revulsivo", pero recuerda que la bajada de ratios en Andalucía es un fin en sí misma. "Se trata de una reivindicación que viene de muy atrás", afirma. También respaldan la iniciativa los sindicatos CCOO, UGT, CGT y CNT y diversas asociaciones de familias y colectivos en defensa de la educación pública.
Hasta 38 alumnos por aula
Ustea anunció el registro de la ILP en noviembre del año pasado. Su objetivo es una bajada por ley de las ratios en todos los niveles educativos "para mitigar el problema de masificación en las aulas", un "auténtico clamor en la comunidad educativa", según los promotores de la iniciativa, que apelan a "razones pedagógicas, sanitarias e incluso demográficas". "El descenso de la natalidad –añaden– hace posible una alternativa de futuro que frente a las supresiones y los recortes que impone el Gobierno de la Junta se base en la reducción de las ratios para mejorar las condiciones de enseñanza".
La ratio máxima de alumnos por unidad escolar en Andalucía es por normativa de 25 en Infantil y Primaria, 30 en Secundaria y FP y 35 en Bachillerato. "Si se tiene en cuenta que esta misma normativa permite un incremento de hasta un 10% para atender necesidades de escolarización extraordinarias y que está cada vez más extendida la práctica de aplicar este margen, convirtiendo la excepción en norma, el resultado es que se están generalizando ratios de 28 en Infantil y Primaria, 33 en Secundaria y 38 en Bachillerato", señala el texto de la ILP, que recuerda que Andalucía se encuentra en el furgón de cola de importantes indicadores educativos, lo que exige un especial esfuerzo del sistema público.
Sin prórroga por decisión de PP y Vos
El Parlamento admitió a trámite la ILP en febrero. El plazo para recoger las 40.000 firmas necesarias termina el 11 de agosto. "Queremos tener el máximo posible porque siempre hay firmas que son anuladas por la Junta Electoral incluso por nimios defectos de forma", señala José Luis Cano, miembro del sindicato Ustea. La iniciativa sufrió un contratiempo serio la semana pasada cuando la mesa del Parlamento andaluz, con los votos del PP y Vox, denegó una prórroga para la presentación de las firmas. "Es una arbitrariedad, que va contra el criterio general de la mesa", lamenta Cano. La presidencia del Parlamento señala que no encontró justificación para prorrogar el plazo y que es potestad de la mesa tomar esa decisión. El rechazo a la prórroga por parte de la mesa ha tenido el efecto de implicar aún más a fondo a los partidos, que apuntan su dedo acusador contra PP y Vox.
Sólo mejor que Madrid
¿Cómo está Andalucía en cuanto a las ratios? Comparativamente, mal. En el conjunto de España el número medio de alumnos por profesor en enseñanzas no universitarias es 12, con datos del curso 2019-2020. En Andalucía son 12,7, lo que la sitúa como la segunda peor comunidad autónoma, sólo mejor que Madrid (13,5).
En alumnos por aula en centros públicos Andalucía era en el curso 2018-2019 la tercera que más tenía en centros de ESO y/o Bachillerato y/o FP (25,1 frente a 23,2 en España) y también la tercera que más tenía en centros de Primaria (21,3 frente a 20,6 en España).
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En cuanto al número medio de alumnos por ordenador en centros públicos, en España son 2,8 y en Andalucía son 3,2, lo que sitúa a la comunidad del sur sólo mejor que Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid, con datos del curso 2018-2019.
José Luis Cano (Ustea) afirma que los datos globales no ofrecen la verdadera dimensión del problema de las ratios en Andalucía. "Los datos de media obtenidos bajo tortura estadística son utilizados tramposamente por la administración andaluza para decir que la situación no es alarmante. La verdad es que en las ciudades y núcleos de más de 20.000 habitantes abundan las aulas al máximo. Además, se incorporan alumnos [durante el curso]. Cuando un aula no llega a 25 [en Infantil y Primaria], se convierte de inmediato en objetivo de cierre, proceso que no se da en la concertada, algo que ya ocurría cuando gobernaba el PSOE", añade.
Según los datos de Ustea, durante la primera legislatura del PP –junto a Cs– fueron cerradas 1.181 unidades escolares en la escuela pública, sobre todo de Infantil y Primaria. "En cambio, en la concertada, con los conciertos blindados, no hay cierres", explica Carmen Yuste, que cree que esta tendencia irá engordando el porcentaje de alumnado en la concertada a lo largo de todo el recorrido educativo.
En pleno verano, todavía bajo la conmoción por el revés electoral del 19 de junio, la izquierda andaluza trata de espabilar, sacudirse la decepción, agitar a sus bases con la vista puesta en las municipales de mayo de 2023, conectar con la calle y dar con un primer flanco por el que hacer oposición al eufórico PP de la mayoría absoluta. ¿Cómo? Pues ha encontrado un banderín de enganche: la defensa de la educación pública. Más concretamente, una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para bajar las ratios en todos los niveles educativos no universitarios de Andalucía. Se trata de un desafío con cuenta atrás. Los promotores de la ILP deben presentar 40.000 firmas el 11 de agosto como muy tarde, explica a infoLibre Carmen Yuste, secretaria de Acción Sindical de Ustea. Según datos de este sindicato, ahora mismo hay ya "cerca" de 40.000 firmas, si bien puede haber firmas inválidas, lo cual obliga a presentar más para asegurar.