Izquierda Unida
IU rechaza cualquier acuerdo con el PSOE si Ciudadanos está en la misma mesa
El diputado de IU-UP Alberto Garzón cargó este sábado contra la decisión del PSOE de continuar, tras la segunda sesión de investidura fallida de Pedro Sánchez, avanzando de la mano con Ciudadanos. Así, el parlamentario recalcó “lo incomprensible” de la estrategia socialista y cargó contra la nueva “vuelta de tuerca” del PSOE después de anunciar que su partido y el de Albert Rivera negociarán “conjuntamente” con el resto de grupos, tal y como aseguraron los equipos negociadores de ambas formaciones políticas. “Eso es verdaderamente sorprendente, porque hace apenas dos meses C's era un partido de derechas, pero ahora mismo no solo se convierten en un partido apto y válido, sino que pasa a ser el socio preferencial y de legítimo matrimonio para negociar”, aseveró Garzón durante el discurso a puerta abierta del Consejo Político Federal (CPF) de Izquierda Unida.
Por ello, el diputado de IU-UP continuó apostando por una mesa a cuatro entre las fuerzas de izquierdas, porque “es el espacio legítimo desde el que se puede construir con mayor facilidad y con mayor solidez”, y recalcó que “nunca se puede apoyar” el acuerdo firmado por los socialistas y la formación de Albert Rivera. “Nosotros pensamos que eso no puede llevar a buen puerto”, insistió, argumentando que aunque en el acuerdo entre los dos partidos “haya elementos sociales positivos” que pueden “beneficiar a la mayoría social”, esas medidas “nunca podrían llevarse a cabo” si el documento continúa “manteniendo la política económica de derechas”.
Para el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, esas nuevas negociaciones se deben desarrollar “permitiendo que cada partido haga lo que quiera para recabar los apoyos suficientes para sumar una mayoría parlamentaria y poder sacar adelante la investidura”. Sin embargo, aseveró que el apoyo de la formación va a depender “del acuerdo global” que se alcance en esa mesa a cuatro y no sólo de “las relaciones individuales y bilaterales” entre las diferentes formaciones. Y lo volvió a dejar claro, por si quedaban dudas: “Tenemos claro que lo que queremos es que la posibilidad de que Pedro Sánchez sea presidente no venga de la mano de una hipoteca por Ciudadanos y, concretamente, por su política económica”, afirmó.
"Escena propia de quien quiere elecciones anticipadas"
Mientras que Garzón apenas mencionó a Podemos –“Nosotros somos una fuerza autónoma. Autónoma de Podemos, autónoma del PSOE y autónoma de cualquier otra”–, el secretario federal de IU, Cayo Lara, fue mucho más contundente al analizar las dos sesiones de investidura. Así, recordó que “las posiciones” de Izquierda Unida y el partido morado “parten de premisas diferentes”: “Mientras que nosotros hablamos de investidura, Podemos habla de Gobierno, con una primera puesta en escena más propia de quien quiere elecciones anticipadas que acordar un programa y participar en un Gobierno”, sentenció, y dejó en el aire la convocatoria de “una movilización en todo el Estado por un programa de mínimos” que “empuje a la configuración” de un Ejecutivo “de progreso”.
Hace meses que el coordinador federal de IU tiene un discurso sobre el partido de Pablo Iglesias mucho más crítico que Garzón. Sin ir más lejos, el pasado jueves el diputado volvió a incidir en la idea de una confluencia con Podemos con la vista puesta en un posible adelanto electoral, señalando, eso sí, que “cada parte” debe verse “reconocida” y mantener su identidad. Sobre el acuerdo PSOE-Ciudadanos –“una sorpresa negativa”, en su opinión–, recordó que está inspirado “en medidas neoliberales” que impiden “de facto” acordar “el modelo social” que Izquierda Unida demanda. “Es evidente que la falta de concreción en la política fiscal, el modelo laboral, pensiones, banca pública, Lomce o la práctica congelación del salario mínimo interprofesional imposibilitan nuestro apoyo a la investidura”.
Finalmente, Lara habló en su informe político de los refugiados; el aumento del paro; la “dramática disminución” de la protección por desempleo; la declaración de la infanta; la necesidad de impulsar actos y movilizaciones republicanas, con motivo del 14 de abril, y aquellas que se desarrollen en torno al día de la mujer; y de la sentencia que retiraba los cargos contra los ocho sindicalistas de Aribus. En este último punto, el Consejo Político Federal rompió a aplaudir.
Discrepancias con el sistema de elección de la cúpula
El CPF se cerró a primera hora de la tarde con la votación del informe de Cayo Lara y de los documentos relativos a la XI Asamblea Federal. Así, el primero de los textos fue respaldado por el 84% de los delegados que estaban reunidos en el máximo órgano de dirección entre asambleas –un total de 99, cuando está compuesto por más de 200 miembros–. Sin embargo, al borrador previo se le incluyó un párrafo a propuesta de Lara sobre la negociación sobre el PSOE: “De cualquier forma, las conversaciones deben continuar para que se cierre el paso a la derecha y a sus políticas. No aceptamos imposición de compartir mesa ni acuerdos con Ciudadanos”. En su intervención a puerta abierta, el coordinador federal de IU aseguró que el Consejo debía decidir si las “conversaciones” que se tienen que mantener son “de forma bilateral PSOE-IU-UP”, “sólo en mesa de cuatro” o “en los dos marcos”.
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Sin embargo, tal y como se había previsto, la aprobación de los documentos de cara a la Asamblea –Esquema para documentos político-organizativos, Reglamento y Plan de acción, que se votaron en bloque– sólo fueron respaldados por el 56% del Consejo. El punto conflictivo, el sistema de selección de la cúpula, ha quedado en stand by hasta el próximo CPF del 10 de abril. Lo que sí está cerrado es que la militancia participará, por primera vez, en la elección de la dirección y que el cónclave queda aplazado para los días 3, 4 y 5 de junio, siempre y cuando no haya nuevas elecciones.
El resultado tan bajo de aprobación en esta segunda votación estuvo motivado, entre otras cosas, por la desconfianza de IzAb en este punto concreto. Ha sido una crítica preventiva hasta que quede claro que el sistema garantiza, como ellos piden, la pluralidad en la cúpula. “Si hubieran votado a favor, luego no podrían cuestionar el Reglamento en un futuro”, explican desde el propio partido.
Desde Izquierda Abierta (IzAb) –el partido liderado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, un sector minoritario dentro de la federación–, aseguran que la propuesta que se plantea en el borrador busca la podemización de IU al proponer “listas cerradas y un sistema de votación tipo plancha”. Lo apuntaron el pasado sábado en rueda de prensa durante la conferencia política de la formación. Y lo recalcaron este domingo a través de un comunicado, en el que proponen portavocías compartidas y plurales, listas abiertas, independencia del Comité de Garantías y, en cuanto a la elección de la cúpula, que el 65% se elija por un sistema de votación Dawdall –el mismo que se utilizó en las primarias de Ahora Madrid– y que el 35% restante se haga a través de la vía delegada.