Hasta ahora, se vivía una calma chicha dentro de Izquierda Unida, pese al desastre electoral del 24 de mayo. En la ejecutiva federal de este lunes, la primera que sucedió a la noche electoral, ningún dirigente pidió a Cayo Lara su dimisión. Ni hubo un clamor a favor de una asamblea federal extraordinaria. Pero 24 horas después se registró un primer movimiento público: Izquierda Abierta (IzAb), el partido coliderado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, lanzó un durísimo comunicado [consúltalo aquí en PDF] en el que anuncia que pedirá que se depuren responsabilidades en IU por los "malos resultados autonómicos". No da ningún nombre, pero señala implícitamente a los cuadros que se sitúan en la órbita del candidato a la Moncloa, Alberto Garzón.
Lara esbozó ayer lunes una lectura triunfalista de los datos de las municipales, por el buen comportamiento de las candidaturas de unidad popular en las que la federación ha participado, como Barcelona en Comú en la capital catalana, Zaragoza en Común en la capital aragonesa o las mareas atlánticas en Galicia. Pero donde IU ha concurrido a pecho descubierto, con sus siglas, ha obtenido un peor resultado, caso de Madrid y Valencia, en las que ha perdido su representación. En las autónomicas, la formación tenía presencia en 8 de los 13 parlamentos que se sometían a las urnas este 24-M, y sólo la pudo mantener en cuatro (Asturias, Castilla y León, Navarra y Aragón). En otras cuatro –significativamente, Madrid y Valencia, pero también Murcia y Extremadura–, perdió todos sus escaños. IzAb se "congratula" de los buenos números en las locales, pero se dice preocupada por la interpretación de los resultados en las autonómicas y en grandes ciudades, porque revelan el "fracaso evidente de determinadas líneas estratégicas del trabajo político de IU en los últimos meses", tanto en los territorios como a nivel federal.
En concreto, el partido de Llamazares y Muñoz identifica como "principales causantes de la debacle electoral autonómica de IU a la nefasta política de comunicación, la caótica política de convergencia y la irresponsabilidad manifiesta, y hasta el último día, de dirigentes y referentes federales que, actuando sin ningún pudor ni prudencia a través de redes sociales y otros cauces de difusión hoy masivos, incidían en cuestiones internas o deslegitimaban candidaturas de IU, aquí y allá, por cuestiones de índole meramente orgánica".
Según fuentes del partido consultadas por infoLibre, "en toda la precampaña, campaña y postcampaña, no hubo menciones de apoyo en las redes sociales y medios de comunicación a candidatos de IU que pertenecen a Izquierda Abierta, como Gaspar Llamazares [que concurrió como cabeza de lista por Asturias], que ha conseguido triplicar los resultados de cualquier otra federación en el resto del Estado, o Luis García Montero, que antes de la campaña tenía serias opciones de mantener grupo en Madrid".
Respaldo "sin coherencia ni criterio"
No hay nombres en el comunicado, pero se pueden deducir claramente. Quienes se encargan de la política federal de comunicación y convergencia son Clara Alonso y Lara Hernández, dos dirigentes de la máxima confianza de Garzón. En el último grupo se encuentran responsables como el eurodiputado Javier Couso o asesores que trabajan para IU federal en esas carteras. Fuentes oficiales de la formación indicaron que no se apunta en ningún caso al candidato a la Moncloa, que sí compartió actos de campaña, por ejemplo, con Llamazares o García Montero.
IzAb subraya que tales dirigentes, a pesar de que "públicamente las candidaturas de unidad popular han sido vinculadas a otros partidos" (o sea, a Podemos), y a pesar de que en ellos el "papel esencial de IU ha sido completamente desdibujado", se han "empeñado en enaltecerlas y contraponerlas a otras (en Madrid, Extremadura, etc.) en las que IU sí participaba". Durante la campaña trascendió un manifiesto firmado, entre otros, por cargos de peso de IU, como los coordinadores de Galicia y Cataluña, Yolanda Díaz y Joan Josep Nuet, de apoyo a Ahora Madrid, la lista encabezada por Manuela Carmena, y no a IU, cuya plancha lideraba la edil Raquel López.
El partido de Llamazares pregunta a "esos dirigentes" si no creen que su respaldo "sin coherencia ni criterio" a ciertas candidaturas ha generado "ruido negativo sobre IU" y ha fomentado "una sensación de caos, insolvencia y desunión que ha repercutido en los resultados de Valencia, Murcia, Madrid y Extremadura". En este último caso, según recordó Lara, pudo influir el hecho de que la federación facilitara en 2011, con su abstención, la investidura del conservador José Antonio Monago, ahora derrotado en las urnas.
Defensa de los modelos de Barcelona y Zaragoza
IzAb remarca que no puede "confiar en dirigentes que apoyan otros proyectos" y "utilizan las estructuras federales al antojo y capricho de sus cuitas internas e intereses". Denuncia que el "festival de incoherencias políticas y la inconsistencia del mensaje social de referentes que continuamente hablan de lo interno" sí afectan a toda IU, dado que debilitan su "imagen, fortaleza y autonomía".
Así, cree que esta "incompetencia", "errores" o el uso "malintencionado" de la estructura federal de IU han sido "claves" para explicar el desastre autonómico. Otro factor es la utilización "sectaria de los medios federales de comunicación, sus redes sociales y el diseño de la agenca mediática y de campaña", en la que los candidatos "no afines a determinados grupúsculos de poder orgánico han sido ignorados", pese a significar, como en el caso de la Comunidad de Madrid, la "mayor pérdida de IU en toda la historia democrática del país". Nunca IU había quedado fuera de la Asamblea madrileña.
El partido recuerda que, desde su fundación, hace dos años y medio, ha defendido la convergencia, pero siguiendo el modelo de coalición de Barcelona o Zaragoza, en el que se respeten las siglas.
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IzAb lanza estas reflexiones para el debate de la militancia y los simpatizantes de IU porque es la que más ha "sufrido" este tipo de "comportamientos y sesgos".
El partido de Llamazares se mira en el espejo de referentes fuertes de la izquierda alterntiva "amable" y "actual", como los de Compromís en Valencia, el de MÉS en Baleares o el de IU Asturias, que mantuvo sus cinco escaños pese a la oleada a la baja. IU, alega, debe redireccionar ese "espacio de encuentro", la que llame a esos agentes para reforzar y aumentar ese espacio, "sin ser muleta de nadie y sí siendo eso, izquierda".
Hasta ahora, se vivía una calma chicha dentro de Izquierda Unida, pese al desastre electoral del 24 de mayo. En la ejecutiva federal de este lunes, la primera que sucedió a la noche electoral, ningún dirigente pidió a Cayo Lara su dimisión. Ni hubo un clamor a favor de una asamblea federal extraordinaria. Pero 24 horas después se registró un primer movimiento público: Izquierda Abierta (IzAb), el partido coliderado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, lanzó un durísimo comunicado [consúltalo aquí en PDF] en el que anuncia que pedirá que se depuren responsabilidades en IU por los "malos resultados autonómicos". No da ningún nombre, pero señala implícitamente a los cuadros que se sitúan en la órbita del candidato a la Moncloa, Alberto Garzón.