IU gana peso e impulsa un frente amplio y en igualdad de condiciones entre las izquierdas

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El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, durante una rueda de prensa en Ponferrada

Izquierda Unida coge aire. Y mira hacia adelante. La federación que pilota Antonio Maíllo ha tomado posiciones durante esta semana dentro del Gobierno y en el espacio progresista por el pulso ganado para frenar el contrato del Ministerio del Interior para comprar balas a una empresa israelí. La formación ha dejado claro que su papel va a ser clave en el proceloso camino que tiene que recorrer la izquierda para conservar el Palacio de La Moncloa en las próximas elecciones generales.

IU ha empuñado con fuerza la bandera del discurso antibelicista, que agarra también en estos momentos Podemos, en unos tiempos contradictorios para el espacio progresista por la puesta en marcha del plan impulsado por el Consejo de Ministros para llegar al 2% del PIB en gasto en defensa y seguridad a través de un monto adicional que llega a los 10.471 millones de euros.

Y la federación lanza desde este sábado su hoja de ruta: trabajar por un “frente amplio” pero en igualdad de condiciones entre los partidos tras varias citas electorales bajo el mando de Podemos y de Sumar. Esta es la base del documento con el que trabaja IU ante la “ofensiva reaccionaria” que se está produciendo en España y en el contexto internacional.

“El reto con el que nos encontramos es llegar al siguiente ciclo electoral con capacidad de conformar acuerdos amplios, de reconocimiento mutuo y representativos. Pero también para incorporar a la política a quienes hoy no encuentran su proyecto político. Ya sabemos que llegar a acuerdos electorales cinco minutos antes de que finalice el plazo, es garantía de fracaso”, es la filosofía de la línea de actuación que aprueba la dirección de Izquierda Unida.

 IU llama a esa unidad, pero también solemniza que a partir de ahora quiere una fórmula de trabajo distinta a la que se empleó bajo los paraguas de Podemos y de Sumar, al entender que no ha tenido ni el reconocimiento ni el encaje democrático que merece en esas candidaturas. Por eso, la llamada es a trabajar ya por ese frente amplio en un momento en el que no hay elecciones a la vista en meses (si no hay sorpresas, el próximo ciclo electoral arrancará el año que viene con la convocatoria en Castilla y León y en Andalucía).

Se presentarán en solitario si no hay unidad

Los de Antonio Maíllo se fijan para esa candidatura federal alianzas con Movimiento Sumar, Podemos, los Verdes, Compromís, Más Madrid, los Comuns y MES principalmente. Su idea es también llegar a acuerdos con esos espacios a niveles territoriales porque una de las grandes obsesiones de IU es la fuerza municipal y autonómica (algo que han descuidado otros partidos del espacio). Para la federación todavía es posible llegar a pactos a pesar del gran desencuentro que hay especialmente entre Podemos y Movimiento Sumar.

El análisis que hace la federación se basa en que es necesario ese frente amplio por dos factores principalmente: el electorado progresista reclama “unidad” para salir a votar y el sistema electoral penaliza la división, por lo que hace falta una opción potente que pueda luchar por el tercer puesto en las provincias contra la ultraderecha de Vox. Pero la federación advierte de que está dispuesta a concurrir en solitario en el próximo ciclo electoral si no hay un acuerdo en base a políticas y en igualdad de condiciones con el resto de partidos del espacio.

El espacio de la izquierda se encuentra en estos momentos a la baja en los sondeos publicados en los últimos meses por su división, frente a un Vox que superaría su resultado respecto al 23J. Movimiento Sumar está recogiendo el guante de IU y ya en su reciente cónclave apostó por una lista unitaria que incluya a Podemos como en las anteriores generales. En cambio, los morados en su quinta asamblea apostaron por una candidatura con otros partidos por la paz pero criticaron las posiciones de Sumar y del peso de ese espacio dentro del Ejecutivo. 

Izquierda Unida es la formación, además, que en estos momentos puede hacer de vehículo entre los diferentes sectores, que cada día se alejan más, como se ha visto con el cruce de declaraciones de Irene Montero y Mónica García en las últimas semanas. Cargos de IU mantienen de manera discreta, según fuentes conocedoras, vías abiertas con todos los actores implicados. Asimismo, hay puentes, a pesar de la tensión de esta semana, con el PSOE. El propio Maíllo tiene hilo directo con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien conoce de la etapa de ambos en la política andaluza.

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En la dirección de IU, según fuentes consultadas, ponen sobre la mesa que la federación puede poner "esperanza" y hacer ver que es posible esa unidad. Representan, añade un alto miembro de Izquierda Unida, esa opción de "izquierda alternativa y radical", pero que puede tener "un papel en el Gobierno". En la federación indican que, con sus diferencias, ven a Movimiento Sumar en la misma sintonía: "Se trata de que la misma partitura la puedan interpretar varias orquestas". En la cúpula de IU analizan que Podemos ni siquiera quiere hablar en estos momentos de la opción del frente amplio porque está en la tesis de que es inevitable que haya un Gobierno de derechas y piensa en clave de quedar como la opción "viva" del espacio tras las próximas elecciones. Pero no descartan que pueda haber un acuerdo final en relación a las circunstancias que se produzcan como que no haya adelanto electoral y, además, se vislumbre la posibilidad de que las izquierdas puedan aguantar: "¿Cómo va a decir Podemos que no va de manera conjunta y tachar además de traidores a IU y Sumar?"

Moncloa mira con preocupación el futuro de ese espacio

En La Moncloa y en el PSOE hay una profunda preocupación por la arquitectura del espacio a su izquierda y el convencimiento es que si no hay lista unitaria como en anteriores elecciones, será imposible poder ganar a las derechas y volver a conformar una coalición progresista. Fuentes del ala socialista en el Ejecutivo comentan que no quieren entrometerse en este debate porque es perjudicial pero confían en que finalmente se llegue a un acuerdo: “Si van por separado, la izquierda pierde”. 

Las izquierdas tienen ahora un gran reto por delante con las próximas elecciones andaluzas (la comunidad más poblada de España). Izquierda Unida está jugando un papel clave también porque ha emprendido los contactos para tratar de buscar una candidatura de unidad antes de que llegue el verano. La idea que tienen es que hay que preparar ya el terreno ante un posible adelanto por parte de Juanma Moreno y se tiene que clarificar cuáles el mapa de actores que estarán presentes en la papeleta (no el nombre para liderar la plancha). En la dirección de IU indican que hay posibilidades de que el espacio crezca en el sur y en Castilla y León, lo que supondría una señal muy positiva de cara al ciclo electoral.

Izquierda Unida coge aire. Y mira hacia adelante. La federación que pilota Antonio Maíllo ha tomado posiciones durante esta semana dentro del Gobierno y en el espacio progresista por el pulso ganado para frenar el contrato del Ministerio del Interior para comprar balas a una empresa israelí. La formación ha dejado claro que su papel va a ser clave en el proceloso camino que tiene que recorrer la izquierda para conservar el Palacio de La Moncloa en las próximas elecciones generales.

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