El anorak Joma con el que el presidente español, Pedro Sánchez, se ha protegido del frío en la cumbre alpina de Davos ha dado visibilidad a una de las marcas deportivas españolas con mayor proyección internacional, que, sin embargo, ha optado por preservar un perfil bajo ante esa publicidad sobrevenida. Contactada por EFE, la empresa insiste en que prefiere mantenerse al margen del revuelo provocado por la elección de Sánchez de una de sus prendas, el abrigo modelo Islandia III, durante la reunión de líderes mundiales.
Mientras el anorak ocupa portadas en medios de comunicación y la mayoría de sus tallas aparecen agotadas en la página web de Joma, la empresa se limita a señalar que la prenda continuará formando parte de su colección como estaba previsto.
Joma Sport es una empresa familiar fundada en 1965 por Fructuoso López en Portillo de Toledo, una localidad con poco más de 2.000 habitantes, que hoy en día cuenta con nueve filiales internacionales, más de 700 empleados y vende sus productos en 120 países.
La estrategia comercial de la marca se basa desde hace décadas en lograr que el público vea a grandes deportistas luciendo sus indumentarias, más que en invertir en extensas campañas de publicidad.
Fruto de esa táctica, Joma vistió al 10 % de los atletas olímpicos en Rio 2016 y proveerá la equipación a cerca del 15 % de los participantes en los Juegos de este verano en París, entre ellos a los españoles.
Temperaturas extremas
El anorak en cuestión forma parte de la línea que utiliza el Comité Olímpico Español, así como diversos equipos de fútbol vinculados con Joma, especialmente en países escandinavos.
Es un abrigo acolchado y forrado con tejido polar, y cuenta con solapa resistente al viento y el agua, capucha y ajustes en los puños para evitar que entre el aire frío, según detalla la compañía. Es una de las "prendas estrella de invierno" en su catálogo, que describe su estética como un "elegante estilo casual". La mayoría de las tallas, excepto las más pequeñas, están agotadas este jueves en la página web de Joma, en la que se ofrece por 88 euros.
Expansión internacional
Joma mantiene en Portillo de Toledo la sede central del grupo. Allí almacena más de cuatro millones de referencias en 70.000 metros cuadrados, unas instalaciones desde donde sirve, en menos de 48 horas, a todos sus mercados, siempre según sus propios datos.
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Al mismo tiempo, cuenta con más de 1.500 tiendas propias repartidas por el mundo, así como con filiales en Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, México, Noruega, Dinamarca, China y Rusia.
Entre los equipos de fútbol que han lucido sus prendas y zapatillas se cuentan españoles como el Villarreal, el Eibar y el Getafe, así como deportas como los tenistas españoles Feliciano López y Juan Carlos Ferrero, pero también clubes del resto del mundo. Desde el Torino italiano, el Swansea británico y el Toulouse francés, hasta el Deportivo de Cuenca, en Ecuador, el Club Atlético Tigre, en Argentina, y el Cruz Azul Fútbol Club, en México, han llevado sus productos.
La importancia de esa estrategia comercial es tal que el 18% de los empleados de Joma se dedican a gestionar el marketing de la empresa y sus más de 23.000 acuerdos de patrocinio con los que cuentan.
El anorak Joma con el que el presidente español, Pedro Sánchez, se ha protegido del frío en la cumbre alpina de Davos ha dado visibilidad a una de las marcas deportivas españolas con mayor proyección internacional, que, sin embargo, ha optado por preservar un perfil bajo ante esa publicidad sobrevenida. Contactada por EFE, la empresa insiste en que prefiere mantenerse al margen del revuelo provocado por la elección de Sánchez de una de sus prendas, el abrigo modelo Islandia III, durante la reunión de líderes mundiales.