LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
El Gobierno recompone las alianzas con sus socios: salva el paquete fiscal y allana el camino de los presupuestos

Jordi Turull, pieza clave de Junts cuya relación quiere engrasar el PSOE

Jordi Turull es el nombre que se repite entre los socialistas como pieza "clave” dentro de Junts para engrasar la relación entre partidos y lograr que aguante la legislatura. En La Moncloa y en Ferraz lo ven como el alma más posibilista dentro del espacio posconvergente y entienden que es el puente para mejorar las negociaciones y profundizar en el entendimiento.

El secretario general de Junts es el enlace directo para las negociaciones con los posconvergentes y tiene como principal interlocutor en Ferraz al secretario de Organización, Santos Cerdán. Los dos se han citado este miércoles en el Congreso de los Diputados para ver cómo pueden encarar los próximos procesos de negociación entre el PSOE y Junts para que no se repita la jornada de vértigo que se vivió la semana pasada en el Senado para sacar adelante los decretos clave del Ejecutivo. No obstante, en la dirección socialista deslizan que la situación está más normalizada y que no está tan inflado el suflé como indican los titulares.

En el PSOE, según varias fuentes consultadas, ponen de relieve el papel de Turull y califican de imprescindible la labor que desempeñó para que la negociación de investidura llegara a buen puerto. Él se trasladó varias veces a Bruselas y fue el encargado de sellar el acuerdo final con Cerdán después de madrugadas de insomnio e intercambio de papeles. 

La noche del 23 de julio fue el propio presidente del Gobierno quien encargó a su secretario de Organización que emprendiera las negociaciones con el partido de Carles Puigdemont para explorar las posibilidades de un acuerdo. El dirigente socialista se echó a la espalda esa tarea con la ayuda del PNV, cuya intermediación fue vital. Precisamente había sido el peneuvista Andoni Ortuzar el que había facilitado el primer encuentro entre Turull y Cerdán en un caserío a las afueras de Bilbao antes de las elecciones municipales del 28M.

Una de las máximas que se han marcado durante este tiempo Cerdán y Turull es la discreción, algo que entendían como fundamental para poder avanzar en las negociaciones. Pero ahora los dos creen que hay que afinar esa relación tras esa negociación in extremis de los decretos. De hecho, el propio Turull se reunió con los socialistas la tarde anterior para tratar de llegar a acuerdos. En esos contactos, Junts mandó el mensaje directo de que había que cambiar la forma de negociar y pidió que el Gobierno pacte antes las normas que salen del Consejo de Ministros. 

Cerdán siempre marca "lo que es posible o no"

El Ejecutivo ha hecho propósito de enmienda y quiere cambiar esta dinámica. La Moncloa tiene previsto tirar menos de decretos leyes y utilizar más la vía de proyectos de ley, además de tratar de cuidar más el diálogo con los socios. No obstante, también en el Ejecutivo son conscientes de que sus socios no van a desaprovechar la oportunidad de negociar hasta el último minuto, una herramienta que les da poder para arañar más objetivos antes de pulsar el botón.

El espacio posconvergente es un magma diferente a la organización tradicional de los partidos, con la clave de bóveda situada en Carles Puigdemont, que suele tener la palabra final desde Bélgica. Pero las otras dos personas esenciales para la negociación, como reconocen en Junts, son Turull y Míriam Nogueras, que son los que hablan normalmente con los socialistas. Se da la circunstancia, no como pasa con otros partidos, de que los líderes no tienen contacto directo. Sánchez no habla con Puigdemont, algo que va a cambiar cuando se apruebe la ley de amnistía. Entonces el presidente del Gobierno tiene previsto reunirse con el expresident, dentro de su intención de que 2024 sea el año de la total normalización de las relaciones con todos los socios que apoyan la investidura. También se verá con Oriol Junqueras, de Esquerra Republicana, pero los contactos con este partido se realizan principalmente a través del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien fue el que habló con la Generalitat para explicar el acuerdo que se había alcanzado con Junts.

Turull ha expresado en innumerables ocasiones la “desconfianza” que hay con el PSOE, pero también ha mostrado públicamente los aspectos positivos de tener a Santos Cerdán como interlocutor. Según confesó en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, considera que Cerdán habla de manera “muy honesta y muy clara”. Además, el posconvergente valora especialmente que el socialista tiene una “conexión muy directa” con Pedro Sánchez y hace saber lo que “es posible y lo que no es posible”. Algo que agradece a pesar de estar en las “antípodas” políticas.

El Gobierno rebaja las expectativas de Junts

Sánchez salva los decretos que bloqueaba Junts y tropieza con Podemos en un día de infarto

Ver más

La reunión entre Cerdán y Turull lega con el debate sobre la mesa de qué puede incluir la futura ley orgánica para la delegación “integral” de competencias en materia de inmigración a la Generalitat, que se pactó entre el PSOE y Junts para sacar adelante los decretos. Desde el partido independentista se ha llegado a afirmar que quieren puntos como la posibilidad de expulsar migrantes multirreincidentes o controlar el flujo migratorio. Pero desde el Gobierno se ha rebajado ese futuro contenido y el propio presidente del Gobierno afirmó que es competencia del Estado el control de las fronteras, en virtud del artículo 149 de la Constitución.

Desde el Gobierno se habla de que hay posibilidad de explorar la delegación de algunas competencias en virtud del artículo 150.2 de la Constitución, pero no se aclara en qué materias se puede concretar este acuerdo. Además, esta ley orgánica no dependerá sólo del PSOE y Junts, sino que tiene que contar con todos los grupos de la investidura (Sumar, EH Bildu, PNV, Esquerra y BNG).

El secretario general de Junts también ha insistido estos días en que su objetivo final es el referéndum: “Si el Estado se niega en redondo, colorín colorado”. Y agregó en TV3: "Si no lo hay, lo habremos intentado. Lo único que puede quitar legitimidad al referéndum del 1-O y a la DUI es un referéndum vinculante y pactado con el Estado". A pesar de las declaraciones de Junts, en el Gobierno ponen durante estas horas mucho énfasis en que todos los acuerdos que se han alcanzado con los de Carles Puigdemont conllevan por escrito el reconocimiento de la Constitución. En el caso de la inmigración, se hace una referencia a que se hará en virtud del artículo 150.2 de la Carta Magna. Por eso, en La Moncloa remarcan que esto supone que partidos como Junts, que llamaban a boicotear el Estado, ahora hacen política dentro de los parámetros establecidos. Además, subrayan que se han llegado a acuerdos que no han ocupado titulares pero que suponen beneficios en el día a día de todos los ciudadanos como la rebaja al 0% del IVA para el aceite.

Jordi Turull es el nombre que se repite entre los socialistas como pieza "clave” dentro de Junts para engrasar la relación entre partidos y lograr que aguante la legislatura. En La Moncloa y en Ferraz lo ven como el alma más posibilista dentro del espacio posconvergente y entienden que es el puente para mejorar las negociaciones y profundizar en el entendimiento.

Más sobre este tema
>