EL FUTURO DE LA MONARQUÍA
Feminismo, ecologismo, LGTBI y plurinacionalidad: los retos de Leonor si quiere ser una princesa de todos
“Les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en el futuro de la nación”. La princesa Leonor lanzó esta frase como el principal mensaje en el día de su juramento de la Constitución, el momento institucional más importante al que se ha enfrentado en su vida y que la sitúa ya con sus 18 años en condiciones legales para ostentar la corona.
Este 31 de octubre de 2023 dejó la imagen de una heredera con una situación política muy fragmentada, como demuestran las propias negociaciones de la investidura que se producen, y con los partidos nacionalistas e independentistas y la mayoría de Sumar y Podemos dándole la espalda. Pero también una derecha y una ultraderecha con ansias de apropiarse de su figura y arrastrar su imagen hacia el extremo.
Leonor de Borbón ha sido un personaje casi absolutamente desconocido para los españoles, que apenas la han seguido por fotografías perfectamente cuidadas por el Palacio de la Zarzuela. Pero este mes ha sido el de su explosión mediática, con la mayoría de medios deshaciéndose en elogios, al encadenar la jura de la bandera en Zaragoza, la celebración de los premios Princesa de Asturias y el acto solemne en las Cortes Generales.
Me debo desde hoy a todos los españoles”, remarcó la princesa con motivo de su 18 cumpleaños. ¿Pero qué papel va a tener? ¿Cómo va a hacer para que la monarquía perviva? ¿Qué puede cambiar en la Zarzuela?
El tránsito ha sido diseñado con minuciosidad por el Palacio. En Zarzuela se han preocupado en los últimos tiempos por aislar a la actual familia real del emérito, el mayor quebradero de cabeza para Felipe VI, según fuentes conocedoras. La máxima que tiene la Casa es intentar no meter la pata, siempre con unos tiempos internos que van mucho más lentos que los de la sociedad y la política actual.
El Palacio de la Zarzuela, con orden directa de Felipe VI, ha trazado la educación superior de la princesa, con acuerdo del Gobierno, priorizando su paso por las academias militares. Esto supondrá que la heredera esté tres años centrada en este tipo de formación castrense y deje para más adelante la universidad. Supone que la princesa no haya tenido una experiencia educativa similar a la mayoría jóvenes de su generación, ya que anteriormente cursó el bachillerato en un exclusivo centro internacional de Gales. Sus etapas anteriores las pasó en la guardería de la Guardia Real y en el colegio privado de Santa María de los Rosales, en Aravaca, una de las zonas más ricas de Madrid.
Un diputado socialista hacía este análisis: “Ella tendría que acabar con ese halo de actos de beneficencia que tiene muchas veces la Casa Real. Y terminar con todo el boato militar”. El Ejército estuvo sobrerrepresentado en los actos de este martes
“Me debo desde hoy a todos los españoles”, remarcó la princesa con motivo de su 18 cumpleaños. ¿Pero qué papel va a tener? ¿Cómo va a hacer para que la monarquía perviva? ¿Qué puede cambiar en la Zarzuela?
En la Casa Real también está extendida la sensación de que su nexo con el pueblo español debe ser fruto de su agenda día a día porque no existe una sensación monárquica total en un país que en su día fue más juancarlista que defensor de la corona y que ha visto décadas después cómo caía el mito del emérito entre escándalos de corrupción y de su vida privada.
"Feminista, feminista, feminista"
Ahora llega el turno de Leonor, que tiene un gran reto para ganarse especialmente a su generación, que son los más republicanos, a tenor de las encuestas. Tras la jura en el Congreso, un diputado socialista hacía este análisis: “Ella tendría que acabar con ese halo de actos de beneficencia que tiene muchas veces la Casa Real. Y terminar con todo el boato militar”. El Ejército, del que ella será jefa, estuvo sobrerrepresentado en las ceremonias del 31, obviándose grandes actos culturas o de cercanía con la gente durante todo el día.
Un alto cargo del PP, a escasos metros, en el patio del Congreso hacía esta reflexión: “Ella tiene muy buen ejemplo en su padre. Y otro malo que no tiene que seguir: su abuelo”. Al hilo, un miembro de Sumar desliza. “Monarquía y siglo XXI no casan”. Y ante la repregunta de qué temas, en caso de reinar, debería abrazar en estos tiempos Leonor, contesta: “Sobre todo la causa LGTBI. Y también el ecologismo y el feminismo”,
“Feminista, feminista, feminista”, esto responde otra parlamentaria socialista cuando se le pregunta por cómo tendría que ser una reina del siglo XXI. Debe representar “aire fresco” y, sobre todo, comenta que debe vivir con mayor normalidad que su abuelo y su padre la diversidad de España. En la bancada socialista gustó que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, dijera versos durante el discurso de juramento en catalán, euskera y gallego.
Otro parlamentario del PSOE sugiere: “Debe ser normal, no estar tan encorsetada como en la jura y como suelen estar sus padres. Tiene que representar a su generación. Y que no es precisamente lo que se ha visto en la tribuna de invitados de este martes”. En este camino que emprende la princesa, comenta una parlamentaria del Partido Popular al hilo, sería conveniente que también se viera a la heredera mucho en actos culturales, en el teatro, en cines y en conciertos. “Eso le ayudaría mucho”, sostiene. A la vez, algunos diputados de izquierdas creen que sería bueno que acudiera, por ejemplo, al Orgullo LGTBi o algún acto relacionado con la diversidad sexual: “Tiene que estar con los tiempos actuales”. O asistir a alguno contra la violencia de género o de reivindicación del Día de la Mujer, aunque creen que esto también provocaría muchas críticas de las derechas.
"La sombra de su abuelo es muy alargada"
La politóloga Verónica Fumanal señala que como punto fuerte tiene ser mujer y, por ejemplo, poder convertirse en un referente femenino en las fuerzas armadas “masculinizadas”. “Entre sus debilidades: la sombra de su abuelo es muy alargada. La monarquía española va a tener que estar dando explicaciones siempre para no ser percibida como una institución que saca provecho de su cargo después de la crisis reputacional de Juan Carlos I con comisiones y falta de ejemplaridad”.
“Otro de los retos es acompasarse al signo de los tiempos. En la monarquía británica son como los dioses griegos pero con defectos humanos. Pero la española podría ser comparada con la del Dios católico, sin ningún tipo de pecado humano, que se reserva para el pueblo”, sostiene Fumanal, que indica que lo que hoy “es suficiente” para Felipe y Letizia llegará un día que no sirva para Leonor ante la sociedad.
“Esa legitimidad de la monarquía que viene del periodo de la Transición y de lo que supuso para consolidar la democracia tiene que buscar ahora otro pro qué. Debe tener un gran componente de servicio público y de percepción de utilidad”, subraya Fumanal, que ve acertada la imagen de que vaya casi siempre junto a su hermana. “Da la sensación de algo más colegiado, puede hacer que el poder de la mujer se naturalice más”, apostilla. Con esta conclusión: “Tiene oportunidades pero muchas debilidades. El mayor peligro ahora de las monarquías está en los teléfonos móviles”.
"Puede escenificar la pluriculturalidad"
La princesa tiene también en el ámbito territorial otro de sus grandes frentes. BNG, ERC, Junts, PNV y EH Bildu rechazaron acudir al juramento en una legislatura donde tendrán un peso esencial para que aguante el Gobierno del PSOE y de Sumar. Además, la imagen de Felipe VI quedó muy tocada en sectores de la sociedad catalana tras el discurso del 3 de octubre, aunque en Zarzuela siguen creyendo que era lo que tenía que hacer en ese momento (el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no estaba de acuerdo en aquella alocución televisada).
Leonor sí puede escenificar más la pluriculturalidad del Estado. Esto no se le exigía ni a su padre ni a su abuelo
El politólogo Toni Aira, también profesor de la BSM-UPF, explica que ya en Zarzuela le han preparado una “estela” en el tema territorial: “Ella tiene un buen nivel de catalán. Y se apunta que su madre le ha hecho que sea consciente de la diversidad lingüística en España. Ella tendría que dar un paso más, pero es muy difícil que una monarca en el país reconozca varias naciones”. “Pero sí puede escenificar más la pluriculturalidad del Estado y ser más parecida a lo que no es sólo Madrid. Esto no se le exigía ni a su padre ni a su abuelo”, ahonda.
Lo que sí ve es una “frontera” en la relación con los partidos independentistas, que, por ejemplo, se han negado a ir a Zarzuela a ver al rey durante la ronda de consultas para la investidura. Da por “bastante imposible” que pueda entablar una relación con ellos porque supondría también “desautorizar a la figura de su padre”. “Ella se debe mover en lo simbólico y en lo gestual”, concluye el politólogo.
En España hay pocos monárquicos. Lo que sí existen son monárquicos practicantes. Es decir, muchos constitucionalistas que no tienen ahora la prioridad de cambiar la forma de Estado
Para Ramón Mateo, director de Análisis e Impacto Regulatorio de beBartlet, la princesa tiene que sacar de cara a futuro lecciones de cómo han sido las experiencias de su abuelo y de su padre, empezando por que “la monarquía se reivindica cada día y se refuerza en la medida que atiende a su función constitucional”. Enmarca todo en este contexto: “En España hay pocos monárquicos. Lo que sí existen son monárquicos practicantes. Es decir, muchos constitucionalistas que no tienen ahora la prioridad de cambiar la forma de Estado. Pero cuando la Casa Real se desvía de su función, comienza la desafección”.
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Uno de los principales retos para la princesa, añade Mateo, es su propia generación. “Muchos de los más jóvenes no encuentran sentido a la monarquía, prima más el sentido democrático que el valor histórico. Y habrá más críticas conforme pase el tiempo y haya más generaciones que pierdan la referencia respecto a la conexión de la monarquía con el momento de la Transición”.
Pero Mateo pone el foco también en otro reto: el daño que le puede hacer el colectivo que concibe la monarquía por valores que no son los de su función constitucional, como el linaje, la nobleza y el honor. “Le hacen un flaco favor, ponen el foco en cuestiones que no le corresponden. Pone en riesgo su imagen al presentarla como garante de las esencias de España frente a determinados sectores políticos. Y de ahí pasan a lo de Felpudo VI cuando actúa el rey con el mandato constitucional al designar a Pedro Sánchez candidato a la investidura”.
Por lo tanto, remata: “Leonor va a tener que lidiar con la población joven más desafecta con la monarquía en décadas y defenderse de todos aquellos que quieren que la monarquía sea como ellos quieren y no como realmente debe ser”.