Un dirigente del PSdeG decía que Ferraz, y singularmente Alfredo Pérez Rubalcaba, había enfilado "el carril de desacelaración". Otro se alegraba de que la dirección federal hubiera "entrado en razón". Elogios como estos se escuchaban en Galicia, pero no sólo allí. En otras federaciones del PSOE se encajó con evidente satisfacción el paso anunciado ayer por el secretario de Organización: la cúpula defendería un cambio de las normas para permitir que los militantes puedan elegir a su líder en primarias. Durante todo el día se reprodujeron declaraciones públicas de barones del partido de aplauso al avance hacia una mayor democratización interna. Y, en privado, la sensación era la que resumían varios cuadros consultados por infoLibre: que el anuncio de Óscar López había ayudado a "tranquilizar" las aguas del PSOE, que en las últimas ha ido encadenando no pocos sobresaltos. Actuó como bálsamo.
Ferraz, con la calificada por algunos responsables como "sorpresiva noticia" de ayer, intentó matar dos pájaros de un tiro. De un lado, ofrecía una vía de salida definitiva a los socialistas gallegos. Les decía que si, aplazaban sus primarias y llevaban su propuesta al Comité Federal del 20 de julio, el órgano máximo del partido daría seguramente su plácet. Dejaría el camino expedito. Pero por otro lado, adelantaba un cambio interno de mucho mayor recorrido. Nada más y nada menos que alentaría que la Conferencia Política aprobase impulsar una modificación de las normas para que, en futuros congresos, los militantes del PSOE puedan designar de forma directamente a su secretario general.
Vayamos primero a Galicia. Allí ya se daba casi por cerrado el acuerdo con Madrid. Pachi Vázquez, el líder del PSdeG, había buscado el miércoles convencer a los cuadros orgánicos de que convenía trasladar de junio a septiembre el referéndum interno para evitar el choque con Rubalcaba. "Pero el miércoles no había certezas. Este jueves todo cambió. Las dudas que podía haber sobre la actitud de Ferraz se disiparon, porque las palabras de Óscar venían a decir que el Comité Federal aprobará la excepción gallega". También lo dio por hecho el secretario general, que hasta felicitó públicamente a Rubalcaba. Que se disolvieran las "dudas" no era poca cosa. Esta tarde Vázquez se enfrenta a una reunión del Comité Nacional, el escalón de poder más importante del PSdeG, y en ella reivindicará el triunfo frente a Ferraz, aunque a cambio haya que posponer el proceso electoral.
"Cambiar el PSOE para cambiar España"
Ayer, todo parecía indicar que la inmensa mayoría de los 400 miembros del Comité darían su respaldo al jefe del PSdeG, una vez "desatado el nudo", como ilustraba un portavoz. "Si el Comité Federal asume ese compromiso y lo garantiza de algún modo, me parece bien y yo lo respaldaré. No me importa esperar dos meses. Y creo que la propuesta de Pachi saldrá –señalaba uno de los más importantes dirigentes del partido en Galicia, firme defensor de las primarias–. Sólo por esto la batalla ha merecido la pena, ver que Ferraz ha entendido el mensaje. Habrá que empezar a decir que para cambiar España hay que cambiar primero el PSOE. Si el partido es más democrático, más transparente, más de izquierdas, podremos pedir que España sea más democrática, más transparente y más de izquierdas".
Desde el aparato federal, se indicaba que será el Comité Federal del 20 de julio el que tenga la palabra pero, si no hay sorpresa, se limitará a bendecir la excepción gallega. Y no sólo por la cobertura que le dará el equipo de Rubalcaba. La cascada de declaraciones públicas de ayer hacía presagiar ese resultado favorable y la notable aceptación del paso anunciado por López. Ejemplos: las primarias pueden ser "la iniciativa más osada de las escuchadas desde que comenzó la crisis" (Emiliano García-Page, secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha), una propuesta "extraordinariamente positiva" (Ximo Puig, líder de los socialistas valencianos), "un ejercicio de radicalismo democrático" (Roberto Jiménez, número uno de Navarra), "suena bien" (Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE andaluz).
También los barones de Castilla y León, Cantabria y Murcia, Julio Villarrubia, Eva Díaz Tezanos y Rafael González Tovar, consideraron positivo el anuncio de López. Tomás Gómez, jefe del Partido Socialista de Madrid, se relamía, se confesaba "muy satisfecho". Él, como Puig, defendió el principio de "un militante, un voto" en el congreso federal de Sevilla, en 2012, y entonces perdió la votación. Así que Gómez, que hace un año apoyó a Carme Chacón frente a Rubalcaba, sentía que el tiempo le daba la razón. "Fíjate, Tomás era el único que lo pedía, y ahora mira...", verbalizaba uno de sus hombres de confianza. También el secretario de Organización del PSC –partido hermanado con el PSOE–, Esteve Terradas, calificó de "muy interesante" la propuesta de López. Declaraciones todas ellas sobradas que expresaban el contento y la impresión de que se había relajado sustancialmente la presión interna.
"No sé si el pregonero es convincente"
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"No esperábamos este cambio tan pronto. Pero claro, Alfredo tenía que dar pasos para tranquilizar a la gente, y lo ha hecho", celebraba un importante cargo del PSOE andaluz, quien no obstante alertaba de la "complejidad" de la aplicación de las primarias para elegir líder. Y es que habría dos legitimidades: una, la de los afiliados que nombran a su jefe, y otra, la de la dirección. "¿Y a esta quién la elige? Hay que detallar mucho todo el proceso", apuntaba con cautela.
Un alto cargo del partido en Valencia reconocía que el anuncio había ayudado a descomprimir la presión acumulada en las últimas semanas, tras el estallido de la tensión con el PSC, el fiasco de Ponferrada o la publicación de malas encuestas para Rubalcaba, a lo que se sumó, la semana pasada, la entrada en las quinielas de Eduardo Madina. Pero añadía: "Veremos en qué queda el anuncio. No obstante, mal día elegido, con los más de seis millones de parados de la EPA". Otro barón territorial también mostraba reservas: "Creo que es una iniciativa en la buena dirección, pero no sé si el pregonero [López] es convincente. Hoy de verdad lo que nos preocupa es el desastre social que vivimos".
"Ha ayudado a pacificar, claro. Ahora depende de lo mismo de siempre, de los calendarios", aseguraban desde Castilla-La Mancha, recordando que lo importante, pese a todo, siguen siendo las primarias abiertas a todos los ciudadanos para elegir al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Un fiel del madrileño Tomás Gómez también reconocía la "buena noticia", pero advertía: "Creo que nada estabiliza. Es tapar agujeros. Pero los cambios en este partido ya son imparables".
Un dirigente del PSdeG decía que Ferraz, y singularmente Alfredo Pérez Rubalcaba, había enfilado "el carril de desacelaración". Otro se alegraba de que la dirección federal hubiera "entrado en razón". Elogios como estos se escuchaban en Galicia, pero no sólo allí. En otras federaciones del PSOE se encajó con evidente satisfacción el paso anunciado ayer por el secretario de Organización: la cúpula defendería un cambio de las normas para permitir que los militantes puedan elegir a su líder en primarias. Durante todo el día se reprodujeron declaraciones públicas de barones del partido de aplauso al avance hacia una mayor democratización interna. Y, en privado, la sensación era la que resumían varios cuadros consultados por infoLibre: que el anuncio de Óscar López había ayudado a "tranquilizar" las aguas del PSOE, que en las últimas ha ido encadenando no pocos sobresaltos. Actuó como bálsamo.