Malestar en Exteriores por la actitud de Carromero

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Perfil bajo. Esa era la intención que tenían tanto en el Gobierno de Mariano Rajoy como en el Partido Popular a la hora de enfrentarse al 'caso Carromero'. Máxime, una vez que el vicesecretario general de Nuevas Generaciones (NN GG) del PP de Madrid había sido trasladado a España desde Cuba y había logrado cumplir condena por homicidio imprudente en régimen abierto. Pero estos planes se trastocaron cuando el pasado día 6 de marzo, Exteriores se topó con una entrevista en The Washington Post en la que éste cambiaba su versión sobre el accidente de tráfico en el que fallecieron en Cuba los disidentes Oswlado Payá y Harold Cepero.

Según contó a este diario –al contrario de lo que sostuvo en su declaración en Cuba– el acccidente, que tuvo lugar el pasado 22 de julio, tuvo lugar cuando el coche que él conducía fue golpeado por otro que le venía siguiendo. Tanto Cepero como Payá, en base al relato de Carromero, le habían comentado en los momentos previos al siniestro que por la apariencia de la matrícula el vehículo que les perseguía éste podría ser de una brigada policial del Gobierno de Cuba. Igualmente, narró que estaba "muy drogado" y que firmó una declaración que distaba de lo ocurrido y que aceptó lo que dijeron los tribunales de la isla para salir de aquel "infierno". 

En el departamento que dirige José Manuel García Margallo están sorprendidos por la reacción del dirigente del PP de Madrid. E instan a que si quiere cambiar su versión sobre lo ocurrido debe dar este paso en los tribunales. Es justo lo que dijo el ministro un día después de que Carromero se confesara en el mencionado diario.

"Que vaya a los tribunales"

"El Gobierno ha trabajado con los telegramas que recibió de la Embajada y con el memorándum de entendimiento que firmó el cónsul de España con el consentimiento y la aceptación del señor Carromero, manifestación de aceptación que no hace sino reproducir lo que se dijo en el juicio y lo que dijeron sus abogados", señaló el ministro un día después de la entrevista. Además, animaba al joven a llevar su denuncia más allá de The Washington Post."Si tiene alguna evidencia, hará bien en ir a un tribunal", intentó zanjar la polémica.Aguirre pide una invstigación internacional

Pero lejos de zanjarla, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, volvió a ponerla sobre la mesa la semana pasada, el día 12. En un acto con las Damas de Blanco, la expresidenta de la Comunidad de Madrid calificó de "verosímil" la versión dada por Carromero e instó a la apertura de una investigación internacional. Cuentan en el partido que Aguirre ha sido clave a la hora de animar a Carromero a aceptar la entrevista y de "romper su silencio".

Según sostuvo Aguirre, Oswaldo Payá, era "constantemente acosado por la policía castrista". "¿Por qué Carromero no pudo ser embestido otra vez?", se preguntó.Relaciones diplomáticas"¿Por qué Carromero no pudo ser embestido otra vez?", se preguntó.

En Exteriores temen que reacciones de este tipo acaben perjudicando a las relaciones diplomáticas entre España y Cuba, principalmente al traslado de otros presos que, como Carromero en su día, están a la espera de juicio en la isla.

Familia de Payá

La nueva versión de Carromero es la que desde el primer momento pusieron sobre la mesa los famliares de Oswlado Payá. De hecho, él mismo ha contado que decidió romper su silencio después de tener algunos encuentros con los parientes del disidente fallecido.

Amenazas de muerte

Precisamente este lunes la familia del disidente ha subrayado que "los hechos confirman" que el coche conducido por el dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid fue "embestido" por un segundo vehículo, al tiempo que ha denunciado que ha recibido amenazas de muerte "hace menos de una semana".

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En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, la hija de Oswaldo Payá, Rosa María Paya, ha insistido en que "no hubo un accidente" y ha subrayado que esa hipótesis está respaldada por "los mensajes de texto" que mandó Carromero.

Payá ha asegurado que Carromero y el resto de ocupantes de su vehículo, en el que viajaban los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero y el político sueco Aaron Modig, fueron "embestidos" por ese segundo vehículo y "sacados de la carretera".

Tras recordar que Oswaldo Payá había recibido "amenazas de muerte" de "funcionarios del Estado" cubano, Rosa María Payá ha relatado que, "hace menos de una semana", su familia recibió una llamada en la que les advirtieron de que sus vidas corrían peligro. "Te vamos a matar", les transmitieron.

Perfil bajo. Esa era la intención que tenían tanto en el Gobierno de Mariano Rajoy como en el Partido Popular a la hora de enfrentarse al 'caso Carromero'. Máxime, una vez que el vicesecretario general de Nuevas Generaciones (NN GG) del PP de Madrid había sido trasladado a España desde Cuba y había logrado cumplir condena por homicidio imprudente en régimen abierto. Pero estos planes se trastocaron cuando el pasado día 6 de marzo, Exteriores se topó con una entrevista en The Washington Post en la que éste cambiaba su versión sobre el accidente de tráfico en el que fallecieron en Cuba los disidentes Oswlado Payá y Harold Cepero.

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