Manu Pineda (IU): "Ahora que todo el mundo es politólogo en la izquierda, yo presumo de ser soldador de Renfe"

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Manu Pineda (Málaga, 1965) acaba de ser ratificado por el 65% de la militancia de Izquierda Unida como su representante para los comicios europeos que se celebrarán el próximo mes de junio. "España no puede ser una isla. No podemos querer hacer políticas progresistas aquí y que nos dé igual lo que pase en Alemania, en Italia, en Francia o en la Franja de Gaza", explica el eurodiputado en entrevista con infoLibre. Pineda, de hecho, es delegado del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina, donde vivió —en la Franja— durante tres años. "He cogido con mis manos cuerpos destrozados de palestinos y he visto las agresiones. No me las tienen que contar", rememora.

Ahora el dirigente de IU y del PCE quiere estar en Bruselas cinco años más para "defender una política de izquierda sin complejos, sin tibieza y sin desigualdad". Actualmente su formación se encuentra en negociaciones con Sumar, el partido de Yolanda Díaz, para configurar la lista de las europeas y Pineda reclama tener, al menos, el segundo puesto e incluso pide que IU tenga dos puestos de salida. De lo contrario, admite, su partido deberá decidir si finalmente concurre en solitario.

¿En qué estado se encuentran actualmente las negociaciones con Sumar?

Yo no las estoy llevando a cabo, tenemos una comisión que se reunirá dentro de pocos días en la que esperemos que se dé forma a la lista. Esperamos que no haya problemas. En Izquierda Unida y el PCE apostamos por la alianza, porque creemos que si no vamos unidos somos débiles. Tenemos que poner el foco en el alto grado de coincidencia que tenemos en vez de lo que suele hacer la izquierda, que es resaltar las pequeñas diferencias. Nuestra vocación es ir con Sumar a las europeas, pero ahora mismo todo está sobre la mesa. Veremos qué dará de sí la negociación, a nosotros no nos gustaría tener que ir en solitario, porque siempre hemos intentado ser pegamento entre las distintas familias, pero reclamamos lo que creemos que nos corresponde.

Si Sumar no les da un lugar destacado, ¿se plantean esta opción de ir en solitario?

No queremos plantearnos ese escenario. Somos la única organización estatal dentro de Sumar, no se puede cuestionar nuestra implantación territorial ni nuestra generosidad. De hecho, a veces lo que nos tememos es que esa generosidad o esa prudencia se pueda interpretar como debilidad y se asuma que podemos estar haciendo fotocopias porque no nos vamos a ir. No estamos dispuestos a aceptar eso y espero que no tengan la tentación de entrar ahí.

A veces nos tememos es que esa generosidad de IU se pueda interpretar como debilidad

Es más, podría ser lógico que optáramos a encabezar la lista, pero entendemos que eso corresponda a Sumar. Lo que sí creo que no se puede cuestionar es que IU tiene que tener el segundo puesto en esa lista, incluso que tendría que tener dos dentro de los puestos de salida, suponiendo que pudiéramos sacar en torno a seis, y que entrara Maga Ferré, que es una compañera excelente y con una trayectoria brutal.

¿Cree que el encaje puede complicarse por el hecho de que los partidos que la conforman solo hayan elegido, hasta ahora, a hombres para la lista?

Yo creo que no. Otra cosa es que se quiera utilizar esto para lograrlo. Nosotros somos, si no me equivoco, la única organización que ha sometido a un proceso de primarias la decisión y la lista que he tenido el honor de encabezar ha tenido un 65% de apoyo. Me alegro de que hayamos podido confrontar listas porque, si solo hay una, puede parecer que es la candidatura de la dirección. En todo caso, el resto de partidos no creo que aspiren a tener el dos. Sobre el tema de la paridad, en IU lo tenemos muy interiorizado y lo cumplimos siempre. Lo que no vamos a renunciar, en base a que somos hombres, es a puestos de salida.

¿Qué opina de Estrella Galán, la candidata que ha elegido Sumar? ¿Le preocupa que no tenga un perfil más político?

No la conozco personalmente, pero la referencia que me llega de gente que ha trabajado con ella en CEAR es buena. Y sé que tiene un compromiso en la defensa de los derechos humanos y el derecho de asilo. No sé cómo decírtelo sin que se pueda malinterpretar, pero yo defiendo más a la gente que viene de trabajar en terrenos concretos en los que ha estado aportando cosas y no llevan toda la vida siendo políticos profesionales.

No me fío de la gente que ve la política como una partida de Juego de Tronos

Ahora que todo el mundo es politólogo en la izquierda, yo presumo de ser ferroviario, soy soldador de Renfe y mi trabajo ha sido como sindicalista. También he estado muy vinculado al tema de la solidaridad internacional en Gaza, que no es un sitio que se vaya la gente de vacaciones precisamente. No quiero tampoco quemar cartuchos por esta mujer a la que no conozco, pero me parece un buen perfil. No me fío de la gente que ve la política como una especie de partida de Juego de Tronos, que está pensando a ver qué movimiento tiene que hacer para ganar una partida, sino de la que está con los pies sobre el terreno, que se pringa las manos.

¿Qué le parece que Podemos haya decidido presentarse en solitario? ¿Cree que la exministra Irene Montero puede hacer un buen papel?

Es un fracaso colectivo del que no responsabilizo a nadie en concreto. Sigo pensando que es necesaria la unidad y me parece que Irene es una buena candidata, con la que me gustaría compartir lista. Me gustaría que Irene, Estrella Galán, Asens y yo pudiéramos ir juntos en la misma lista. No podemos hacer política desde la herida, todos los que nos dedicamos a esto las tenemos, pero si tuviera que mirarme cada herida, no me hablaría con nadie. No podemos romper porque alguien te caiga mejor o peor, a mí hay gente en mi partido que me cae fatal, pero tengo que trabajar con ellos. Es lo que pasa a veces en la vida.

Me gustaría que Irene, Galán, Asens y yo pudiéramos ir juntos en la misma lista

Creo que nosotros podíamos haberlo hecho mejor con Podemos y que ellos también podrían haber facilitado que se hicieran bien las cosas. En cualquier caso, Irene no es mi enemiga. Ni Podemos es mi enemigo. En el punto en el que estamos no hay posibilidades de que vayamos todos juntos, pero sí espero que después podamos colaborar y darnos cuenta de que estamos de acuerdo en muchas cosas.

Mencionaba que ha ganado las primarias con un 65% de apoyos. ¿Le hubiera gustado recibir el apoyo explícito de la ministra Rego? 

No, no es necesario. De hecho creo que tiene más valor haberlo conseguido sin tener el apoyo de la dirección. Es una candidatura de la militancia.

Se lo digo porque el secretario Estado apoyó públicamente otra lista y me consta que despertó algunas suspicacias.

Puede ser. Aquí estamos todo el mundo mirando de reojo al compañero, pero yo creo que haber ganado las primarias nos da mucha legitimidad. Mi único compromiso es con la militancia y con nuestros programas. Y hablando muy claro, puedes estar de acuerdo conmigo o no, pero estoy seguro de que se me entiende. No nos ponemos de perfil.

Algunas personas de su formación creían que el hecho de lanzar su candidatura en medio de las primarias europeas no fue casual. No sé si coincide con ese diagnóstico.

Yo no quiero hablar en nombre de nadie. Mi visión personal es que fue un error. No quiero pensar que tuviera mala intención, pero no me pareció el mejor momento en medio de un proceso de primarias, porque metes un elemento que distorsiona. Creo que se podría haber esperado una semana. De todos modos, es totalmente secundario. Me imagino que ella ha hizo sus cálculos y vio que era el momento.

Desde IU Andalucía y el PCE reclaman una candidatura de unidad para la asamblea y que todo el mundo esté representado. ¿Cree que habrá una lista alternativa a la de Rego?

A mí no me parece mal que haya candidatura alternativa. Ahora mismo estamos en la fase de precandidaturas... hay distintas sensibilidades y maneras de entender las cosas. Pero si no somos capaces de ponernos de acuerdo con el alto grado de coincidencia que tenemos, difícilmente vamos a hacerlo con agentes externos. Sobre los precandidatos, tengo buena opinión de todos ellos. Sira fue mi compañera en el Parlamento Europeo durante casi cinco años y Antonio Maíllo es un compañero al que quiero, respeto y admiro muchísimo. Él tiene tiene la unidad como objetivo y lo ha demostrado con los años. A Martín García Rubio no lo conozco tanto, pero creo que tiene como objetivo fortalecer IU y mantener su soberanía.

Tenemos que mantener la esencia de IU y no diluirnos en espacios más líquidos o más tibios

No queremos ir en solitario a ningún lado, pero tenemos que mantener la esencia de IU y no diluirnos en espacios más líquidos o más tibios. Luego habrá matices, intensidades y no podríamos descartar que ninguno de los tres sea el nuevo coordinador. De lo que se trata es de empezar a mover las fichas e ir creando equipo. Ojalá seamos capaces de tener una asamblea de la que salgamos más fuertes y cohesionados. La izquierda está en un momento de recesión y tenemos que tenerlo presente.

¿IU, a nivel de organización, está débil?

Izquierda Unida está débil, en muchos casos por elementos externos y en otros por errores internos. Es verdad que no somos cómodos para el poder y el aparato mediático tampoco nos va a ayudar. Pero en otros tiempos tampoco lo hemos sido y hemos salido fuertes. Ahora no es así. Si además salimos divididos de esta asamblea no sé quién podría ganar, pero que Izquierda Unida perdería. Es más, podría suponer prácticamente la defunción de IU.

Hablaba antes de las esencias. ¿Qué esencias debería mantener su formación en el Parlamento Europeo?

Nosotros creemos que hay cuestiones como la lucha por el medio ambiente, que enarbolamos antes que nadie y recibimos una campaña de ridiculización, hay que meterle conceptos de clase y antibelicistas. No nos vale ser como el partido verde alemán, que teóricamente lucha por el medio ambiente pero fomenta que haya guerra en el mundo. Parece que mientras no maten pajaritos no pasa nada porque se mate la gente. Nosotros no vamos a estar nunca en eso. También estamos en contra de la guerra, está en nuestra médula desde que nacimos, nuestra apuesta es por la paz. Ni Macron, Von der Leyen, la ministra Robles o Sánchez van a ir a la guerra ni van a mandar a sus hijos o familiares. Sin embargo, sí que van a ir nuestros hijos o hermanos.

Habrá perfiles dentro de la lista de Sumar que apuesten por integrarse en la familia de los verdes y otros, como ustedes, que quieran estar en La Izquierda. ¿Cree que supondrá algún tipo de problema?

Esto no es nada nuevo, llevamos haciendo lo mismo desde 2009. Es un debate que se nos quiere imponer desde fuera. Yo nunca iría con los verdes, pero es que los verdes nunca me permitirían ir con ellos. He sido abiertamente crítico porque nosotros rechazamos el ecocapitalismo, la economía neoliberal disfrazada de ecologista, pero a ellos les pintas un tanque de verde y parece que ya está todo bien. Es una dinámica que opera en la Unión Europea, el greenwashing, y no defendemos ese maquillaje.

¿La amenaza de guerra "es absoluta", como afirmó recientemente la ministra Robles?

La ministra Robles está ejerciendo su cargo de un modo absolutamente irresponsable, hasta el punto de que el señor Borrell la ha tenido que corregir. A mí me parece un peligro que Borrell, que es una persona atlantista, parezca un bolchevique cuando dice cosas de sentido común. Nos tiene que hacer reflexionar sobre cómo están las cosas. Él es un tipo de orden, conservador, una persona de derechas. Yo he tenido unas discusiones con él tremendas, pero en un momento en el que todo el eje está girando a la derecha, él se mantiene en sus posiciones. Y eso nos parece revolucionario.

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La solución final es lo que querían aplicar los nazis contra los judíos, y ahora es Israel la que se lo quiere aplicar a Palestina. La solución está en manos de Estados Unidos y de la Unión Europea, Israel no va a dar un paso atrás por voluntad propia. Nettanyahu necesita la guerra para seguir gobernando. Yo he vivido en la Franja de Gaza tres años, he cogido con mis manos cuerpos destrozados de palestinos y las agresiones que han sufrido. He visto cómo actúa Israel, nadie me lo tiene que contar. Y eso quizás me permita entender determinadas cosas. El problema es que la Unión Europea apoya a Israel, a veces de forma más explícita y otras más vergonzante. Nosotros vamos a seguir exigiendo la necesidad de un alto al fuego, que se rompan relaciones diplomáticas, comerciales y académicas con Israel y que se suspenda el acuerdo de asociación.

¿Cuál debe ser el papel de España?

En España se está haciendo trabajo silencioso, que la gente no comprende. Me consta que el PSOE está cabreado por la batalla que está dando el ministro Pablo Bustinduy. Se están consiguiendo cosas que hay que poner en valor, España ha sido uno de los tres únicos países ha hecho un llamamiento para el alto al fuego junto con Bélgica e Islandia. Estamos luchando para expulsar también a la embajadora de Israel en España. No implica romper relaciones, pero sí es un avance. Cuando empezó la campaña de intoxicación contra la UNRWA y varios países empiezan a quitarles las ayudas, España las incrementa. No es suficiente, pero es una avanzadilla. Ese debe ser el camino.

Manu Pineda (Málaga, 1965) acaba de ser ratificado por el 65% de la militancia de Izquierda Unida como su representante para los comicios europeos que se celebrarán el próximo mes de junio. "España no puede ser una isla. No podemos querer hacer políticas progresistas aquí y que nos dé igual lo que pase en Alemania, en Italia, en Francia o en la Franja de Gaza", explica el eurodiputado en entrevista con infoLibre. Pineda, de hecho, es delegado del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina, donde vivió —en la Franja— durante tres años. "He cogido con mis manos cuerpos destrozados de palestinos y he visto las agresiones. No me las tienen que contar", rememora.

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