Barcelona y su cinturón se pueden convertir en un problema para el éxito del referéndum de independencia del 1-O. La capital catalana y los 35 municipios que la rodean –que están organizados en la organización supramunicipal Área Metropolitana de Barcelona– concentran al 43% de los electores con derecho a voto en la consulta, pero el consistorio barcelonés (que agrupa a un 21,2% de los electores) ha paralizado la búsqueda de locales para el referéndum y otros 16 ayuntamientos (donde vive el 12,28% de los catalanes con derecho a voto) están gobernados por el PSC, que ya ha dejado claro que no tiene intención de ceder instalaciones municipales para votar.
Cataluña se encuentra sumida en una serie de movimientos frenéticos a escasos 20 días del 1 de octubre. El pasado miércoles, poco después de convocarse el referéndum, el presidente y el vicepresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, respectivamente, enviaron cartas a los 948 ayuntamientos catalanes instándoles a poner locales a disposición de la Generalitat en un plazo de dos días para celebrar la consulta. Hasta el momento, y según los datos facilitados por la Asociación de Municipios por la Independencia, son 688 los "entes" catalanes que han dado su apoyo al referéndum del 1 de octubre, si bien la organización no detalla si lo hicieron antes o después de la convocatoria y la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional.
De los municipios que no han respondido afirmativamente a la carta de la Generalitat, la mayor parte aún no se ha manifestado con claridad por ninguna opción, y el más claro ejemplo es el consistorio de Barcelona. La alcaldesa, Ada Colau, respondió el pasado viernes a la carta de Puigdemont y Junqueras con otra misiva en la que pedía a la Generalitat que garantice la protección de los funcionarios si quiere que el ayuntamiento ponga los colegios a su disposición el 1-O.
"La administración electoral del Govern de la Generalitat puede determinar locales alternativos para hacer efectivo el derecho de los electores", rezaba la carta enviada por correo ordinario a todos los municipios de Cataluña. Y es posible que el Ejecutivo autonómico tenga que poner en marcha este plan B –consistente en habilitar mesas en institutos, centros cívicos y otros edificios propiedad de la Generalitat– en buena parte de los municipios del cinturón de Barcelona, la mayor parte de los cuáles tienen un peso demográfico importante.
De las 35 localidades que componen el Área Metropolitana de Barcelona –sin incluir a la propia Ciudad Condal–, seis tienen un número de electores censados que supera el 1% del total de Cataluña, tomando como referencia los datos oficiales de la Oficina del Censo Electoral actualizados a julio de este año. De esas ciudades, sólo Badalona (con 155.015 ciudadanos llamados a las urnas, un 2,92% de los de toda la comunidad), gobernada por una alcaldesa de la CUP dentro de la coalición Guanyem Badalona en Comú; y Sant Cugat del Vallés (60.192 electores, un 1,13% del total), cuyo alcalde es de CiU, ya se han manifestado a favor de ofrecer sus colegios a la Generalitat para el referéndum.
Por el contrario, L'Hospitalet de Llobregat (la segunda ciudad más grande de Cataluña, que acoge al 3,28% de los electores) y Santa Coloma de Gramenet (que acoge a un 1,47% del censo) ya han dejado claro que no tienen intención de abrir los colegios para votar el 1-O. Los otros dos municipios donde vive más de un 1% de los electores catalanes son Cornellà de Llobregat (con un 1,17% de los ciudadanos llamados a las urnas), y Sant Boi de Llobregat (que tiene el 1,16% de los electores catalanes). Sus alcaldes aún no se han pronunciado sobre su disposición a apoyar el referéndum, pero ambos –y también las alcaldesas de L'Hospitalet y Santa Coloma– pertenecen al PSC, que ha dado la directriz a sus regidores de no participar en la consulta.
Además de esas cuatro ciudades, los socialistas gobiernan otros 12 de los 35 municipios del Área Metropolitana de Barcelona, entre ellos algunos de tamaño mediano como Viladecans (que alberga un 0,92% del eventual censo electoral), Castelldefels (con un 0,8% del total de electores), Esplugues de Llobregat (un 0,65% del total de ciudadanos llamados a las urnas) o Gavà (que acoge a un 0,64% de los electores catalanes). Todos ellos se inclinan por no prestar sus locales para el referéndum: de hecho, el único municipio gobernado por el PSC que ya ha confirmado que abrirá los colegios es Corbera de Llobregat, que reúne un total de 10.406 electores, el 0,2% del total.
PDeCAT, ERC y la CUP sólo gobiernan ocho municipios
En contraposición al dominio socialista del cinturón de Barcelona, el bloque independentista conformado por el PDeCAT –que en algunos municipios sigue gobernando bajo las siglas de CiU–, ERC y la CUP únicamente gobierna en ocho localidades. Las más grandes son las mencionadas Badalona y Sant Cugat, ya que de las otras seis sólo Sant Vicenç dels Horts (donde la alcaldesa pertenece a ERC) y Molins de Rei (regida por CiU) tienen un número notable de electores: el 0,4% y el 0,36% del total de Cataluña, respectivamente. Montgat (0,17%), El Papiol (0,06%), Begues (0,09%) y Sant Climent de Llobregat (0,06%) son los otros cuatro municipios gobernados por independentistas, los dos primeros con alcaldes de ERC y los otros dos, con regidores del PDeCAT.
La maquinaria del 'procés' continúa funcionando a pesar de las decisiones del Tribunal Constitucional
¿E ICV? Los ecosocialistas gobiernan, junto a EUiA, en tres municipios del Área Metropolitana de Barcelona, los tres con un número medio de electores: El Prat de Llobregat (que reúne a un 0,9% del total del eventual censo), Sant Feliu de Llobregat (con un 0,63% de los ciudadanos llamados a votar) y Montcada i Reixac (donde viven el 0,47% de los convocados a las urnas). De las tres corporaciones, sólo la última ha expresado su posición favorable a la apertura de colegios el 1-O, mientras las otras dos aún no se han pronunciado.
De entre los municipios con gobiernos liderados por partidos o agrupaciones locales, los dos únicos con un porcentaje notable de electores –por encima del 0,5% del total de Cataluña– son Ripollet y Cerdanyola del Vallés, con un 0,5% y un 0,81% del total de ciudadanos llamados a votar, respectivamente. Cerdanyola ya ha anunciado que pondrá a disposición de la Generalitat los colegios de la localidad para el referéndum, mientras Ripollet aún no se ha pronunciado al respecto.
Barcelona y su cinturón se pueden convertir en un problema para el éxito del referéndum de independencia del 1-O. La capital catalana y los 35 municipios que la rodean –que están organizados en la organización supramunicipal Área Metropolitana de Barcelona– concentran al 43% de los electores con derecho a voto en la consulta, pero el consistorio barcelonés (que agrupa a un 21,2% de los electores) ha paralizado la búsqueda de locales para el referéndum y otros 16 ayuntamientos (donde vive el 12,28% de los catalanes con derecho a voto) están gobernados por el PSC, que ya ha dejado claro que no tiene intención de ceder instalaciones municipales para votar.