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El histórico apoyo transversal de España a Palestina se fragmenta por el respaldo de la derecha a Israel

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El pasado lunes, al caer la noche, cientos de personas y políticos de distintas formaciones se concentraban en la Puerta del Sol de Madrid bajo un mismo grito: "Libertad para Palestina". La misma imagen se replicaba en otras ciudades como Zaragoza o Santiago de Compostela. El martes, fue Bilbao la que salió a la calle. Esa misma tarde, la Embajada de Israel en Madrid fue escenario de otra concentración. En esta ocasión, eran las banderas blancas y azules las que tomaban el protagonismo que ya habían tenido en otras protestas similares y masivas de otros países de Europa.

La división de apoyos, marcada por la ideología —y reflejada también por los partidos políticos—, no es casual. Según los barómetros elaborados por el Real Instituto Elcano, la mayoría de los españoles piensa que tanto palestinos como israelíes son responsables del mantenimiento del conflicto. La izquierda, no obstante, responsabiliza más a Israel, mientras que la derecha, en esta cuestión, se divide. O al menos así lo hacía hasta esta nueva escalada.

Bajo las decenas de banderas palestinas que el lunes inundaban el kilómetro cero en Madrid se encontraba Jaldía Abubakra, activista y cofundadora del Movimiento de mujeres palestinas Al Karama. Nacida en Gaza ya como refugiada, llegó a Madrid en 1985, momento en el que percibió una solidaridad "incondicional" con su pueblo. "Era algo muy emocional. La gente sabía que Palestina era un pueblo ocupado y oprimido y lo apoyaba", recuerda. Sintió algo parecido el lunes en la Puerta del Sol. "Lo que percibí fue admiración a la lucha del pueblo palestino", dice, desde el otro lado del teléfono. Aun así, ha visto una evolución en la opinión pública.

Como recuerda, en el año 1986 España reconoció al Estado de Israel y empezó a establecer relaciones diplomáticas con el país. Fue en ese momento, continúa la activista, cuando empezó a "considerarse a Israel un país europeo que más tarde empezaría a participar en festivales como el de Eurovisión", explica. Desde entonces, a no ser que el conflicto alcance una escalada como la que alcanzó el el pasado sábado, el apoyo tiene "altibajos". El periodista palestino Muath Hamed, de hecho, lamenta que España no condenara de manera más firme las "guerras lanzadas por Israel contra Palestina en 2008, 2012, 2014 y 2021".

Pero, ¿qué dicen los datos? El Real Instituto Elcano realiza barómetros anuales en los que pregunta a los españoles por cuestiones relativas a relaciones internacionales en distintos ámbitos, también en este. El último en el que lo hizo fue en el publicado en 2022, en el que preguntó a los encuestados cuál debe ser la solución al conflicto. Las opciones eran: o bien la existencia de un solo estado con los mismos derechos para judíos y palestinos, o la existencia de dos estados diferenciados, o la anexión de los territorios ocupados por Israel. La mayoría lo tuvo claro: la mejor solución es la primera. Lo apoyó el 54% de los encuestados. Otro 38% apostó por lo segundo y tan sólo un 3% por lo tercero.

En esta ocasión no se preguntó, como sí se hizo en anteriores ocasiones, sobre la responsabilidad en el conflicto. La última fue en 2017, cuando el Real Instituto Elcano constató que la opinión pública española ha evolucionado "hacia una mayor división e incertidumbre". La opinión mayoritaria fue entonces la misma que anteriores oleadas del barómetro: que tanto palestinos como israelíes son responsables por igual del mantenimiento del conflicto. Sin embargo, señaló el informe, aumentaron "los que optan por culpabilizar a alguno de los dos grupos" y se duplicaron "los que no tienen una respuesta".

En esta ocasión, la ideología sí contó. "La izquierda responsabiliza a Israel, mientras que la derecha está dividida a partes iguales entre ambos grupos", señaló el Real Instituto Elcano. Es, más o menos, el reflejo de la respuesta política en España que ha tenido este recrudecimiento del conflicto.

La derecha lo tiene claro

Volvamos a esta semana. La derecha y la ultraderecha de PP y Vox se aliaron con Israel desde el primer momento —algunos de sus representantes estuvieron, de hecho, en la concentración ante la embajada en Madrid este martes—, mientras que Sumar cargó directamente contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

"El responsable principal del conflicto es la fuerza ocupante, Israel, que vulnera sistemáticamente los derechos humanos", dijo el portavoz de la formación, Ernest Urtasun. ERC, EH Bildu, BNG o Podemos se sumaron a esta posición. "El Gobierno de Netayahu es de extrema derecha, sionista, un régimen teocrático, y Palestina se ha convertido en una gran cárcel", dijo Isa Serra, coportavoz nacional de la formación morada.

Por su parte, el presidente del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez lanzó inicialmente un "mensaje de concordia, de convivencia, de paz, de rechazo a la guerra" en un mitin desde Granada, y calificó el ataque de Hamás como "acto terrorista". Este sábado, en un acto en Mérida, ha asegurado que la solución al conflicto pasa por reconocer como Estado a Palestina, "para que puedan coexistir en paz y con seguridad". Fuentes del PSOE han recordado que el Congreso de los Diputados aprobó en noviembre de 2014, con el apoyo de todos los grupos, una proposición no de ley que insta al Gobierno a reconocer a Palestina como Estado.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, apoyó el "derecho" de Israel "a defenderse", aunque matizó que debe hacerlo "dentro del Derecho Internacional Humanitario". En cualquier caso, con estas declaraciones Albares situó a España al mismo nivel que otros aliados de Israel dentro y fuera de la Unión Europea.

Como explica Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, el "empeño" de Netanyahu pasa por que la Unión Europea "reconozca su derecho a la legítima defensa", algo que, opina, no puede alegar. "Es un Estado que ha ocupado un territorio", argumenta. El otro objetivo, continúa, es que la escalada del conflicto se reduzca a que hay que luchar contra el terrorismo de Hamás. "Le está funcionando no ir más allá", lamentó.

Todos los líderes europeos lo han condenado así. De hecho, este martes, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido publicaron un comunicado conjunto en el que expresaron su "firme y unánime apoyo" a Israel y su rotunda condena al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y a sus "actos de terrorismo". Ampararon también el derecho de Israel a "defender a su pueblo de tales atrocidades", y subrayaron la importancia de que "ninguna parte hostil a Israel" intente sacar provecho de este momento. España no lo firmó, lo que provocó precisamente las críticas de la derecha, que ha llegado a pedir la comparecencia de Albares por este asunto.

España, una simpatía histórica

En cualquier caso, la exclusión de España del comunicado —que el Gobierno ha atribuido a que nuestro país no forma parte del "formato"— podría asimilarse a la histórica posición en el conflicto, en el que nuestro país nunca ha apoyado sin ambajes a Israel. Como recuerda Barreñada, el también autor —junto a José Abu-Tarbush Quevedo— de Palestina. De los acuerdos de Oslo al apartheid, España se ha diferenciado hasta ahora de otros países europeos —con los que ahora se alinea en sus declaraciones y en su condena al terrorismo de Hamás— por su mayor simpatía hacia Palestina. Para muestra, el barómetro de Elcano que, aun entre los que se consideran de derechas, existe una división entre quién es más responsable del conflicto. Según los resultados del organismo, en España hay una mayor cantidad de personas respecto a otros países que creen que Israel es el único responsable.

Como explica Barreñada, esto se debe a una cuestión histórica. Durante la dictadura franquista, "la posición española respecto al mundo árabe fue de cierta cercanía contradictoria": aunque seguían existiendo colonias, se estableció una "relación de hermandad sustitutoria del aislamiento internacional". "Eso al final se ha heredado y yo creo que durante la transición una parte del antifranquismo empatizó con la cuestión palestina, dando el resultado de que la opinión pública, tanto conservadora como progresista, tenía una opinión favorable a sus reclamos", afirma.

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Tanto es así, que Adolfo Suárez, presidente del Gobierno en 1979, se entrevistó con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, en la primera visita de este a un jefe de Gobierno occidental. En el año 2014, toda la bancada del PP, a excepción de tres diputados —dos votaron en contra y uno se abstuvo— avalaron una proposición no de ley en Congreso a favor del reconocimiento de Palestina como Estado independiente. El entonces ministro de Exteriores y hoy eurodiputado, José Manuel García Margallo, agradeció el consenso de los grupos y expresó su esperanza de que esa "histórica sesión" siriviera para "desatascar un proceso de negociación que lleva muchos años atascado".

Otro aspecto que provocó esta posición más propalestina en España, continúa el profesor, es que en nuestro país nunca ha habido demasiados grupos proisraelíes. Existen, dice, pero son minoritarios y relacionados con la extrema derecha, a diferencia de otros países como Francia.

Esta semana, España fue uno de los primeros países en mostrar su "desacuerdo" y su "malestar" con la decisión de suspender la ayuda al desarrollo a Palestina anunciada por el comisario europeo de Vecindad, Oliver Varhelyi, algo que finalmente no se llevó a cabo. Hasta ahora, según se indica en la web de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), España da "máxima prioridad" al apoyo a Palestina de cara a "su proceso de desarrollo nacional". Sin embargo, Hamed es claro respecto a este apoyo: "La solidaridad española con Palestina es importante y alivia las conciencias, pero si Palestina pierde parte de esta solidaridad, no afectará mucho. Hay ocupación israelí y resistencia palestina, y así seguirá siendo", lamenta. De acuerdo a un estudio elaborado por UNRWA, la agencia de la ONU para refugiados palestinos, entre los españoles existe una elevada simpatía hacia los refugiados palestinos. Concretamente, de 8,2 puntos sobre 10.

El pasado lunes, al caer la noche, cientos de personas y políticos de distintas formaciones se concentraban en la Puerta del Sol de Madrid bajo un mismo grito: "Libertad para Palestina". La misma imagen se replicaba en otras ciudades como Zaragoza o Santiago de Compostela. El martes, fue Bilbao la que salió a la calle. Esa misma tarde, la Embajada de Israel en Madrid fue escenario de otra concentración. En esta ocasión, eran las banderas blancas y azules las que tomaban el protagonismo que ya habían tenido en otras protestas similares y masivas de otros países de Europa.

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