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Miles de personas protestan en Madrid contra el TTIP: “¡No es un tratado, es un golpe de Estado!”

Miles de personas recorrieron este sábado algunas calles del centro de Madrid para protestar contra los "tratados bilaterales de comercio e inversión", que consideran "una nueva norma de dominación", y, en especial, contra el Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) que actualmente negocian la Unión Europea y Estados Unidos y que, de aprobarse, afectaría a la mitad del comercio mundial. "El acuerdo tiene como objetivo real desregular y eliminar derechos sociales, laborales, normativas medioambientales, así como privatizar los servicios públicos: la salud, la educación, el agua, los transportes o la gestión de los residuos para conseguir cada vez más y más beneficios y aumentar la tasa de ganancia", denunciaban los organizadores en las octavillas repartidas durante todo el recorrido.

La marcha, a la que se adhirieron más de 200 organizaciones sociales, sindicales y políticas, arrancó pasadas las 18.00 horas desde el Paseo del Prado, a la altura de Neptuno. Bajo el lema Las personas y el planeta no somos mercancía, los manifestantes, que alzaban carteles en los que se podían leer frases contra el TTIP –"Cocinan TTIP en secreto porque es puro veneno", "Las empresas con TTIP imperan en Estados y ciudadanos", "Vampiro, pulpo y gusano chupa el TTIP gentes y Estados" o "TTIP ataca nuestros derechos", entre otras– comenzaron a avanzar hacia la Puerta del Sol, punto final del recorrido, deteniéndose en varias ocasiones a lo largo de la calle Alcalá y frente al Ayuntamiento de Madrid. 

A pesar de que la manifestación comenzó de forma silenciosa, escuchándose tan solo las canciones que se reproducían desde la megafonía instalada en una pequeña camioneta, los participantes se fueron animando y comenzaron a corear consignas al unísono: "¡Este tratado lo vamos a parar!", "¡No es un tratado, es un golpe de Estado!", "¡De norte a sur, de este a oeste, paramos el tratado cueste lo que cueste!" o "¡Somos personas, no mercancías!" fueron las más repetidas durante todo el trayecto. 

"El TTIP atenta contra lo que nos hace mejor sociedad y mejores personas: nuestros derechos, la salud, el medioambiente y la democracia. Es una manera en el que el beneficio de las grandes multinacionales pasen por encima de cualquiera de estas cosas", apuntó a este diario Rosa Martínez, coportavoz de Equo, mientras sostenía la pancarta que encabezaba la marcha. Además apostilló que "cualquier acuerdo o tratado que afecte a la ciudadanía" se tiene que hacer de manera "transparente, democrática y que permita la participación de la ciudadanía" porque, según recalcó, "tenemos mucho que decir y mucho que perder" y, por ese motivo, "la presión ciudadana es fundamental".

En la misma línea se posicionó Ernesto Sarabia, miembro de la coordinadora estatal de las Marchas de la Dignidad 22M. "En primer lugar se está haciendo rodeado de oscurantismo, algo que es síntoma de que ellos saben que están haciendo algo mal", apostilló. Además, aseguró que este Acuerdo recortará "derechos sociales, laborales y medioambientales, dejando a los Estados de la UE sin poder de decisión, porque serán las corporaciones las que se impondrán sobre todos estos asuntos". "Derechos históricos que habíamos conseguido quedarán desmantelados y reducidos a la mínima expresión", sentenció.

Por su parte, el coordinador general de IU, Cayo Lara, dijo, en declaraciones a infoLibre, que "no hay debate" sobre este tema "porque lo han ocultado" de manera "descarada". "Es un cátálogo que se hace al servicio de las multinacionales y las empresas transnacionales que atentará contra todos los derechos sociales, laborales, económicos, medioambientales, sanitarios, educativos...", señaló, añadiendo que "hará un daño inmenso tanto a los consumidores como al propio sector agrario de una manera descarada" si se tiene en cuenta la "diferencia estructural existente entre la Unión Europea, y España en particular, respecto a Estados Unidos". Cayo Lara finalizó recordando la creación del Consejo de Cooperación Regulatoria, "que será un órgano de las multinacionales para defender sus intereses y que incidirá, directamente, sobre la legislación de los países y la orientación que tienen que dar los propios países a futuras normas".

La manifestación concluyó pasadas las 20.00 horas en la Puerta del Sol con la lectura del manifiesto de convocatoria de manos de la escritora Almudena Grandes, la reproducción del rap que compuso Ecologistas en Acción para la cita y la actuación de la Solfónica 15-M. La manifestación estuvo respaldada por colectivos sociales, como Attac; varias ONG como Ecologistas en Acción, Coordinadora ONGD y Greenpeace; sindicatos como CCOO y CGT; y partidos políticos como Equo, IU, Podemos o Bildu.

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Actos por todo el mundo

Madrid no ha sido la única ciudad en clamar contra el TTIP durante lo que se ha definido como Día de Acción Global. Según datos facilitados por Ecologistas en Acción, en más de veinte ciudades españolas se han celebrado manifestaciones y actos. Así, durante toda la mañana se celebraron concentraciones y marchas en Donosti, Menorca, Mallorca, Granada, Logroño, Valladolid, Ferrol, A Coruña, Santander, Gijón, Sevilla, Castellón y Barcelona. Además, durante la tarde, se convocaron actos similares en Marbella, Vigo, Valencia, Bilbao y Motril.

Además, las protestas también se extendieron a nivel global. Para este domingo se habían convocado más de 743 actividades en 46 países países diferentes

Miles de personas recorrieron este sábado algunas calles del centro de Madrid para protestar contra los "tratados bilaterales de comercio e inversión", que consideran "una nueva norma de dominación", y, en especial, contra el Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) que actualmente negocian la Unión Europea y Estados Unidos y que, de aprobarse, afectaría a la mitad del comercio mundial. "El acuerdo tiene como objetivo real desregular y eliminar derechos sociales, laborales, normativas medioambientales, así como privatizar los servicios públicos: la salud, la educación, el agua, los transportes o la gestión de los residuos para conseguir cada vez más y más beneficios y aumentar la tasa de ganancia", denunciaban los organizadores en las octavillas repartidas durante todo el recorrido.

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