"Serenidad” frente a las “hiperventiladas” derechas, así será la estrategia de los nuevos ministros

“Al turrón”. Un miembro del nuevo Gobierno salía con esta expresión tras participar en la primera reunión del Consejo de Ministros. La orden del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha sido clara a su equipo: trabajar desde el minuto uno, no perder tiempo y poner a toda mecha la maquinaria del Ejecutivo de coalición. El nuevo Gobierno es muy político, de colmillo afilado. Pero esto no significa que vaya a ser un Ejecutivo a la gresca, como intenta dibujar la oposición, comentan fuentes gubernamentales. Los ministros del PSOE y de Sumar se van a defender de los ataques, pero no planean una estrategia avasalladora ni de bajar al barro.

“No nos van a encontrar en la polarización”, resumen fuentes del Gobierno, que desgranan el estilo que quieren impregnar a partir de ahora: “Tranquilidad, sosiego, serenidad”. No buscan los nuevos ministros entrar en el clima “hiperventilado” que se respira en estos momentos en el tablero político nacional. 

"Cuantos menos decibelios, mejor"

Un clima, además, de tranquilidad dentro de la coalición. La primera reunión del Consejo de Ministros transcurrió muy bien, no hubo dardos entre ministros de signo diferente, ni frases con segundas lecturas. El ambiente fue “magnífico”, según llegó a describir la recién nombrada portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría. 

“Los años pasan y no se rompe España. Aquí lo que hay que hacer es trabajar”, resumen fuentes del Gobierno ante esta evolucionada etapa de la coalición entre el PSOE y Sumar. Los nuevos ministros, según reconocen varios, también se han conjurado para que las diferencias no se aireen como en la pasada legislatura, no quieren choques de titulares como sucedió entre Podemos y el PSOE. “Cuantos menos decibelios, mejor”, recalcan desde La Moncloa.

El Gobierno tacha la oposición que está haciendo el PP de “insulto y destrucción”, pero no quiere que esto le arrastre al lodo. “El Partido Popular se tiene que ir acostumbrando a que se aprueben cosas y no le guste”, añaden. La primera gran decisión que ha tomado el Ejecutivo es poner en marcha la preparación de los presupuestos generales a través de una orden ministerial. La idea es que las cuentas públicas estén listas “lo antes posible”, algo que podría suceder a principios del año que viene.

Los ministros coincidieron por primera vez todos juntos en el Palacio de La Moncloa para esa reunión e intercambiaron opiniones. La coincidencia entre todos es el espíritu de que haya una “agenda clara” en materia social y que sus leyes tengan un sello en el que se sientan reconocidos los diputados que conformaron la mayoría de la investidura (179 síes). No hay excesivo temor a que los cinco parlamentarios de Podemos se desmarquen totalmente, a pesar de que la exministra Ione Belarra volvió a acusar este miércoles a Pedro Sánchez de romper “el bloque democrático”.

"Unidad, solvencia y determinación"

A los nuevos ministros el presidente del Gobierno les hizo llegar una carta en su primer día con instrucciones y una serie de reflexiones. Les pidió actuar “con unidad, solvencia y determinación en el afán compartido de contribuir al avance social, la convivencia, la estabilidad institucional y el diálogo entre diferentes”.  “No somos ajenos al clima político actual”, les traslada en la misiva el presidente a los ministros, para remarcar: “Un clima exacerbado por aquellos que no sólo niegan la legitimidad de origen a este Ejecutivo, sino que buscan cuestionar su legitimidad de ejercicio. A la crispación, responderemos con trabajo. Al ruido interesado, con diálogo y mano tendida. A la descalificación y el insulto, con una apelación sincera a la concordia y la convivencia que anhela la inmensa mayoría de la sociedad”.

En estas primeras horas del Gobierno de coalición también se han puesto las metas principales con la obsesión del “pleno empleo”, una de las grandes promesas durante la campaña electoral. El Ejecutivo recién nacido también se volcará en aumentar las partidas en sanidad, educación y dependencia, además de fijar la vivienda como una de sus principales prioridades. No obstante, en el horizonte está el posible veto del PP, gracias a su mayoría absoluta en el Senado, a la senda de estabilidad presupuestaria. En La Moncloa no aclaran cómo intentarán sortearla (incluso se puede activar un cambio en la ley de estabilidad presupuestaria), pero emiten señales de que sacarán adelante las cuentas.

La cohesión territorial y la “agenda del reencuentro” también serán piezas clave durante la legislatura. El Gobierno seguirá su hoja de ruta respecto a Cataluña, pero no quiso entrar Pilar Alegría en el choque con el mundo judicial ni valorar la decisión del juez de la Audiencia Nacional de Manuel García Castellón de enviar una comisión rogatoria a Suiza para localizar a Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana y una de las principales investigadas por el caso del Tsunami Democratic.

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La batalla por la ley de amnistía también marca las primeras horas del Gobierno, con la ofensiva del PP de elevar esta cuestión a nivel europeo. El Pleno en Estrasburgo debatió sobre ello a instancias del PP y el comisario de Justicia, Didier Reynders, afirmó que la Comisión Europea sigue analizando la proposición de ley de amnistía que le ha remitido el Gobierno de manera "cuidadosa, independiente y objetiva" y en constante contacto con las autoridades españolas. En cualquier caso, añadió, Bruselas mantiene que la crisis catalana es "un asunto interno español que se tiene que gestionar en línea con el orden constitucional".

Fuentes del PSOE subrayan que el PP “ha fracasado en su intento de que la Comisión Europea se posicione en contra de la proposición de ley de amnistía. el comisario Reynders ha subrayado que se trata de una cuestión interna”. “El Partido Popular ha demostrado en sede europea que es indistinguible de Vox: usan el mismo tono bronco y las mismas mentiras. Su objetivo es dañar al Gobierno progresista, pero lo que hacen es perjudicar la imagen de España”, reiteran desde Ferraz.

Además, desde la dirección socialista, ante las críticas del Partido Popular sobre la supuesta falta de respeto a la división de poderes, se indica: “El Estado de Derecho está en el centro de la acción política del Gobierno. Apenas hay precedentes de un debate sobre una ley nacional que no ha sido aprobada en un Estado miembro. Es una cuestión interna española que debe debatirse en su parlamento. Será sometida al control del Tribunal Constitucional de España y la ley será ejecutada por los jueces. Este debate no contribuye a la democracia europea y está en contra de los valores europeos”.

“Al turrón”. Un miembro del nuevo Gobierno salía con esta expresión tras participar en la primera reunión del Consejo de Ministros. La orden del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha sido clara a su equipo: trabajar desde el minuto uno, no perder tiempo y poner a toda mecha la maquinaria del Ejecutivo de coalición. El nuevo Gobierno es muy político, de colmillo afilado. Pero esto no significa que vaya a ser un Ejecutivo a la gresca, como intenta dibujar la oposición, comentan fuentes gubernamentales. Los ministros del PSOE y de Sumar se van a defender de los ataques, pero no planean una estrategia avasalladora ni de bajar al barro.

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