El Gobierno no contempla reunir a la mesa de diálogo con Cataluña hasta después de las elecciones de Castilla y León
La Generalitat de Cataluña sabe que la próxima reunión de la mesa de diálogo no será inminente. El president catalán, Pere Aragonès, recordó este miércoles durante su visita a Madrid que el compromiso alcanzado entre él y Pedro Sánchez contempla una nueva cita bilateral “a principios de este año”, aunque asumió que, en cualquier caso, “la fecha es lo de menos” porque, en su opinión,”da igual una semana que otra”. Según ha podido saber infoLibre, ese plazo temporal de inicios de 2021 podría irse a finales de febrero o incluso a principios de marzo, puesto que la idea del Gobierno es no convocarla hasta una vez pasadas las elecciones de Castilla y León.
En Moncloa descartan que el encuentro se vaya a producir durante lo que queda del mes de enero y, teniendo en cuenta que la fecha de los comicios está fijada para el domingo 13 de febrero, tampoco serán una opción las dos semanas de campaña electoral. “Lo importante es la voluntad de diálogo y que se pueda ir avanzando en cosas concretas, ya dijo Aragonès que no es tan importante la fecha”, sostienen desde el entorno de Pedro Sánchez.
Aragonès le pide a Sánchez que concrete "pequeños pasos" para que el diálogo en Cataluña no descarrile
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Fuentes socialistas señalan también que para poder dar pasos en Cataluña es muy importante que el contexto político “sea mínimamente propicio”, para que tanto Sánchez como Aragonès tengan “cierto margen de maniobra” cuando decidan sentarse. Circunstancia que, en vísperas de unas elecciones a priori poco favorables para el PSOE, no parece darse ahora. “Estamos intentando salir de todo el lío de las granjas y de la pelea en el Gobierno, no parece la mejor idea ponerse ahora con Cataluña”, razonan esas mismas fuentes.
Illa pide una mesa catalana
En la Generalitat asumen “que haya otras prioridades” aunque el propio Aragonès hizo hincapié durante su conferencia en Madrid en que “Cataluña también lo es”. Los planes de ERC no son, sin embargo, hacer demasiado ruido con la fecha de la mesa de diálogo, aunque en las próximas semanas reiterarán su petición de una pronta convocatoria. Sí está previsto (y el Gobierno cuenta con ello) que los mensajes de Aragonès e incluso del propio grupo parlamentario de ERC en el Congreso puedan endurecerse puntualmente para reclamar pasos concretos al Estado, como hizo públicamente el propio president esta semana, con la “amnistía y la autodeterminación” como reclamación de fondo. “No pasará de ahí porque ahora lo que les conviene es estarse más o menos quietos hasta ver si los de Junts se terminan de destrozar entre ellos”, razonan fuentes socialistas catalanas, que añaden: “Ese es su principal rival ahora, Junts, no nosotros”.
En otra conferencia ofrecida este jueves en Madrid, el líder de la oposición en Cataluña y primer secretario del PSC, Salvador Illa, aseguró rotundo que “no habrá ni amnistía ni autodeterminación”, y que no será por otra cosa que “porque no es lo que quieren los catalanes”. Preguntado por los contenidos y la mesa de negociación entre Gobiernos, Illa recordó que él lleva “seis meses esperando la mesa de diálogo entre catalanes”. El exministro de Sanidad aseguró no entender la razón por la que Aragonès “reclama una mesa de diálogo con España pero tiene problemas para hacerla en Cataluña”. Algo que, en su opinión, resultaría muy útil para poder ir avanzando en acuerdos concretos: “Seguro que podríamos llegar a acuerdos inmediatos, por ejemplo, sobre el uso de los fondos de recuperación. Esa mesa es muy importante porque sin diálogo entre catalanes será imposible avanzar”, añadió.