“Yo soy la primera universitaria de una familia humilde y sencilla, ni mis padres ni mis abuelos fueron a la universidad. Y hoy soy la ministra de Universidades. La ciudadanía tiene en mí una garantía de que la universidad pública tiene que seguir siendo ese ascensor social”. Esta declaración de intenciones la hace Diana Morant a lo largo de esta entrevista en un momento en el que centra el debate sobre el peso de lo público y lo privado a raíz del acuerdo sobre la financiación catalana.
Morant (Gandía, Valencia, 1980) lleva en el Gobierno desde la profunda remodelación de julio de 2021 y su figura ha acumulado mucho más poder desde entonces al haber asumido el liderazgo del PSPV, la segunda federación del PSOE en militantes tras Andalucía. Encara este complejo momento político convencida de que se pueden sacar los presupuestos con Junts, prometiendo mayor inversión en ciencia y cargando duramente contra la actitud del PP: “Feijóo es un charlatán que no practica lo que predica”. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades se confiesa en su despacho entre libros sobre Ramón y Cajal y Pasqual Maragall en las estanterías y con el grisáceo cielo madrileño de septiembre de fondo.
El Gobierno se prepara para aprobar en breve los Presupuestos Generales del Estado. ¿Tiene cerrada ya la partida para su ministerio con Hacienda? ¿Habrá subida en ciencia e innovación como han prometido?
Por supuesto habrá subida como en los anteriores. Tengo el honor de ser la ministra que mayores presupuestos ha ofrecido al sector de la ciencia. Ha sido siempre la voluntad de este Gobierno y, además, este país tenía una deuda histórica con el sector. Somos el Ejecutivo que vivió la pandemia, hemos mirado a la ciencia para que nos diera soluciones. También para la crisis energética y la lucha contra el cambio climático. Ahora son los científicos los que nos miran y tenemos que ser corresponsables. La nueva ley de la ciencia ya blinda por ley ese crecimiento estable para alcanzar los estándares europeos en 2030. Vamos a seguir cumpliendo.
¿Hay alguna cifra para esos Presupuestos?
Estamos terminando de pulir los datos, pero en la senda de cumplimiento. Hemos ido creciendo apoyados con el plan de recuperación y de resiliencia. Somos el segundo país de Europa que más dinero de los fondos ha destinado a la ciencia. Pero no hemos dejado de lado el presupuesto nacional. En los últimos años ha habido incrementos del quince y del veinte por ciento, cuando normalmente los ministerios han subido un cinco.
Ayuso maltrata a las universidades públicas
Será el primer presupuesto que haga con la competencia de universidades. Hay un debate ahora mismo sobre lo público y lo privado. Vemos cómo avanza la enseñanza privada. La Comunidad de Madrid acaba de empezar a tramitar una ley de universidades para garantizar la “pluralidad y la libertad” en las aulas. Ya ha dicho que están preocupados desde el Gobierno central. ¿Por qué van a intentar frenar esta norma?
De momento hemos visto borradores. Estamos tan preocupados como las universidades públicas, que han dado la voz de alarma. Lo que nos presenta Ayuso es su plan oculto de privatización. Hay que recordar que Ayuso tiene la obligación de financiar a las universidades públicas porque es su competencia, y lo que hace es maltratarlas. La Comunidad de Madrid financia por alumno un 21% por debajo de la media de España. Con esta ley, insiste en este maltrato. Lo estamos viendo también en Andalucía, donde las universidades públicas se sienten realmente amenazadas. ¿Se puede convivir en un modelo público-privado? Siempre que se garantice lo público, que es garantizar el ascensor social. Yo soy la primera universitaria de una familia humilde y sencilla, ni mis padres ni mis abuelos fueron a la universidad. Y hoy soy la ministra de Universidades. La ciudadanía tiene en mí una garantía de que la universidad tiene que seguir siendo ese ascensor, que garantice que sea cual sea la capacidad económica de tu familia puedas tener una oportunidad en el futuro en igualdad de condiciones que el que tiene mucho dinero. Estamos trabajando con las universidades para endurecer las condiciones de creación de nuevas privadas. Y vamos a emprender un camino histórico en nuestro país.
El 70% de la ciencia en nuestro país se hace en las universidades, de la que el 95% se hace en la pública. Fortalecer la universidad es retener talento
¿Cuál?
La universidad sufrió mucho en la época de los recortes, pero pasó más desapercibida que en otros campos. El 70% de la ciencia en nuestro país se hace en las universidades, de la que el 95% se hace en la pública. Fortalecer la universidad es retener talento. En este sentido, vamos a poner en marcha el mayor programa de retención de talento. Queremos acabar con la isla de precariedad que son las universidades. Ahora vamos a incorporar más de cinco mil profesores con un presupuesto de 900 millones de euros en los próximos seis años.
Hablando de las cuentas, ahora mismo no dan los números en el Congreso para sacar los presupuestos. ¿Confía en poder aprobarlos?
Confío en la política constructiva. Si hemos sido capaces de llegar a acuerdos buenos para nuestro país como el aumento de las pensiones, la reforma laboral y el salario mínimo, ¿por qué no vamos a llegar a acuerdos para que los nuevos presupuestos sigan sosteniendo esos beneficios para la sociedad? Me parecería muy difícil de entender que esa mayoría social que está expresada en esa mayoría parlamentaria que ha sostenido estas mejoras no sea ahora capaz de llegar a un acuerdo. Somos un Gobierno y un partido de diálogo. Volveremos a hacer nuestro trabajo: presentar un buen presupuesto, dialogar y consensuar con todas las fuerzas que quieran ayudar a construir esa mejor sociedad.
Vamos a presentar los presupuestos y dialogar con todas las fuerzas
Junts es clave para sacar esos presupuestos. El pasado martes tumbó de manera sorprendente y a última hora una propuesta sobre vivienda impulsada por Sumar. ¿Se puede reconducir la situación?
Creo que sí, confío en la política. De hecho, Puigdemont y Junts nos han pedido política durante estos años, salir de la judicialización y sentarnos. Es lo que ha hecho el Gobierno de España. Nadie ya pone en duda el beneficio que ha tenido este diálogo para Cataluña y para el resto de España. Hoy vivimos en una situación de normalidad absoluta y de convivencia frente a una ruptura que se produjo con el PP gobernando en España. La alternativa son aquellos que siguen prometiendo fórmulas como ilegalizar a los partidos independentistas o no reconocer la pluralidad en la sociedad en la que vivimos. Pero estoy segura de que vamos a poder reconducir relaciones porque la ciudadanía no entendería ninguna otra cosa. Nos pide más diálogo y más frutos positivos.
¿Conseguirán agotar la legislatura?
Tenemos un mandato claro de la ciudadanía y este Gobierno le va bien a España. Estamos consiguiendo que crezca el país más que los vecinos, tenemos la factura de la luz más baja y se ha contenido la inflación. Hemos sabido proteger y, además, hacer crecer. Nuestro país está mejor que antes de la pandemia, somos más resilientes. Entendemos que le estamos sentado bien a esa España que decidió que fuéramos nosotros los que volviésemos a gobernar. La alternativa hubiera sido un Gobierno con Feijóo y copresidido por Abascal. Eso lo rechazó la ciudadanía el 23J. Sí, queremos agotar la legislatura porque es la responsabilidad que nos toca. La gente no entiende que se vote y luego no seamos capaces de aclararnos para hacer gobernable el país.
El pasado martes se presentó el plan de regeneración democrática. No se han aterrizado los detalles, ¿pero cómo cree que va a acabar el panorama de medios una vez se apliquen medidas como el registro de medios o la limitación de la publicidad institucional?
No es un debate de medios y políticos, sino en el que el ciudadano está en el centro. Estamos garantizando más derecho a la transparencia. ¿Quién se puede negar a eso? ¿Quién se puede negar a saber de qué manera se está financiando un medio? ¿Por qué no se quiere saber quiénes son los dueños de los medios? ¿O saber de verdad las audiencias? ¿Por qué no tenemos que saber los datos de las encuestas que publican los medios que hablan de la opinión pública pero que al final también crean opinión pública? Es un debate de cómo crecemos en derechos. ¿Quién se puede oponer? Sólo alguien que tenga que esconder algo. No va contra nadie, va en favor de los ciudadanos. Y hay que incrementar los deberes de la clase política: tenemos que rendir cuentas, ir a los debates y garantizar a los ciudadanos que puedan conocer nuestra declaración de bienes. Nos va hacer un país mejor. Por cierto, ¿por qué el PP está en contra si viene de una resolución del Parlamento Europeo donde votó a favor? Está en contra porque le gusta la política del fango y de la desinformación, contribuye a ella, se alimenta de bulos que sacan seudomedios y apoya las denuncias de seudosindicatos de ultraderecha. Igual es que el PP tiene mucho que ocultar en este debate.
¿Quién se puede negar a saber de qué manera se está financiando un medio?
En la sesión de control, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le dijo al presidente del Gobierno que no había habido tanta censura en España desde Franco. Además, en el PP hablan de dictadura. ¿Qué le parece?
Este país sabe reconocer la dictadura que ha vivido, que ha sido la de Franco. Soy de la Comunitat Valenciana, allí el PP, ahora hasta en solitario sin Vox, está derogando la ley de memoria democrática. Según la ONU, está infringiendo los derechos más fundamentales de la ciudadanía. En Feijóo veo a un charlatán que no practica lo que predica. En definitiva, para dictadura, la de Franco. Han sido incapaces de reconocerla ni de arrimar el hombro para acompañar a las víctimas del franquismo con justicia.
Núñez Feijóo ha visitado esta semana a Giorgia Meloni en Italia. La inmigración, según el CIS, se ha convertido en el principal problema de los españoles. Pero esa posición disminuye varias escalones por debajo cuando se pregunta personalmente si afecta a los ciudadanos. ¿Por qué no se ha conseguido un acuerdo de Estado sobre los menores migrantes en Canarias? ¿La derecha está utilizando el tema para ganar votos como en Francia?
En la retina de todos se ha quedado el debate entre Kamala Harris y Donald Trump, donde el ideólogo de la ultraderecha internacional miente hasta tal punto que llega a decir que las personas inmigrantes se comen a los perros y los gatos de los ciudadanos. Hay países y formaciones que se contagian. Aquí tenemos a la ultraderecha, pero lo más lamentable es el contagio del PP, que debería ser un partido de Estado. Se ha ido a ver a Meloni en un ejercicio antipatriota para hablar mal de España fuera. Y también esto pasa con la economía.
¿Por?
A la ciudadanía le preguntas sobre su situación económica y en las encuestas reconocen que es aceptable o buena. Cuando se pregunta sobre la situación en general del país, baja treinta puntos. Al ciudadano no le tienes que explicar cuál es su visión de la migración o de la economía porque la vive en primera persona. Pero cuando tiene que alimentarse a través de intermediarios es cuando aparecen aquellos que fabrican bulos y la posverdad. Eso es lo que tenemos que combatir con este plan, que la ciudadanía no sea intoxicada. Este país también ha sido migrante. Y hablo también de mi generación, donde nuestro talento tuvo que salir. ¿Qué hubiera pasado si en Francia o en Alemania les hubieran tratado como dicen sobre las personas que llegan a nuestro país huyendo de dictaduras o del hambre? ¿Qué mensaje estamos enviando fuera de nuestro país? El PP está mostrándose no solo racista, sino también, como define Adela Cortina, con aporofobia. Es un rechazo a la gente pobre. En democracia no cabe.
Feijóo se ha ido a ver a Meloni en un ejercicio antipatriota para hablar mal de España fuera
Sobre Europa, Teresa Ribera acaba de ser designada vicepresidenta y comisaria de Competencia. El PP votará en contra. En este colegio de comisarios tan masculino y con tanto peso de la derecha, ¿puede luchar la política española por el Pacto Verde y hacer frente a las corrientes negacionistas representadas principalmente en la ultraderecha que ha crecido?
Es un notición para España y un orgullo. Viene a decir también que nuestro partido tiene grandes mujeres con talento. Es un reconocimiento a la trayectoria de nuestro país en temas clave como la excepción ibérica. Se va a una cartera muy importante. Que el PP no se alegre es otra pataleta. Feijóo reunía la semana pasada a sus barones en esa Moncloa de Pinypon por esa frustración de no haber sido presidente porque no quiere. Ahora seguramente no tiene comisario porque no quiere. Pero lo cierto es que es Ribera, nos alegramos todos los españoles. Y es un ejemplo de cómo la socialdemocracia española ha resistido frente a esa oleada de ultraderecha y de derechización. Ella va a tener un papel fundamental.
El pasado domingo se emitió un reportaje en el programa Salvados sobre el caso de la familia de una trabajadora en un barco del CSIC que denunció un caso de agresión sexual. La familia se siente abandonada. El CSIC, al día siguiente, emitió un comunicado diciendo que lo va a investigar. ¿Se planean endurecer esos protocolos y cambiarlos para que sean más efectivos?
Desde que entré como ministra es uno de los temas que me tiene más preocupada y ocupada. Soy la ministra de Ciencia, lo que se niega no se puede combatir. Existe desgraciadamente en la sociedad española el acoso sexual en los entornos laborales, en la ciencia y en las universidades. Sobre todo en los entornos más masculinizados y estamos hablando de buques. Todo eso existe y existe la voluntad de este Gobierno y de todos los organismos de luchar frontalmente contra el acoso porque es inaceptable. Tolerancia cero al acoso. Por supuesto, siempre se puede hacer mejor. Si no se hubiese podido hacer mejor también con Mari Carmen, no habríamos mejorado los protocolos. Entendemos que claramente siempre se puede hacer mejor. Y hay una circunstancia: en este caso hubo una denuncia que elevó el propio CSIC a la Fiscalía, que terminó en el juzgado con un acuerdo extrajudicial. Los protocolos nuevos dicen que se va a dar continuidad administrativa aunque haya llegado a su fin judicialmente. Quizás sean caminos diferentes. Hemos visto cómo el relato de la víctima ha sido distinto al camino judicial, que se encontró con un muro. Queremos romper esos muros y acompañar mejor a las víctimas. Es nuestro empeño y el del nuevo equipo de dirección del CSIC con su presidenta a la cabeza. Vamos a cubrir y acompañar mejor a las víctimas en estos entornos laborales tan complicados.
Ahora es una de las personas con mayor poder territorial en el PSOE desde que cogió las riendas del PSPV. A finales de noviembre hay un congreso crucial para el partido y su federación es la segunda que aporta más delegados (115). ¿Qué cambios van a proponer?
Vamos con ilusión porque el congreso es el primer paso de la transformación social que luego lleva el PSOE cuando gobierna. El secretario general nos ha apelado a que alimentemos ese proyecto de progreso. Vamos a representar la España que somos, que es diversa, plural y con singularidades pero que se entiende en lo importante. Es la España que construye hospitales y colegios y que quita copagos. El PSOE es el Gobierno del Botánico en la Comunitat Valenciana mientras que el PP es el del pacto de la servilleta, con un maltratador y que ha recortado los derechos de protección de las mujeres y de las personas LGTBI y que recorta en vivienda.
La diferencia no es el modelo de financiación, sino que ha entrado un presidente del PP. Vamos a hablar de todo eso y con ese modelo de financiación que pueda garantizar que podamos darle a los ciudadanos en igualdad más garantías en los servicios públicos. En la Comunitat Valenciana tenemos un Gobierno que recorta impuestos a los ricos, lo que supone mil millones de euros menos.
En el pacto entre el PSC y ERC no está escrito que sea malo para otra comunidad y sí contiene la palabra solidaridad
Carlos Mazón ha sido uno de los políticos más críticos con el acuerdo entre el PSC y ERC, ¿puede comprometerse a que los valencianos no saldrán perdiendo por la financiación singular de Cataluña?
He sido tajante: el acuerdo del PSC y ERC significa la trascendencia de tener un presidente socialista en el Govern y todo lo que eso comporta. Desde luego, en el pacto no está escrito que sea malo para otra comunidad. Sí está escrita la palabra solidaridad. Hay cosas muy interesantes en el acuerdo como garantizar la educación, la sanidad pública y la vivienda. Los impuestos no los pagan los territorios, sino los ciudadanos, que son los que tienen que ver el retorno en mejora de los servicios públicos. Ahí está el debate. El señor Mazón está haciendo muchas cosas mal.
¿Cuáles?
Bajar los impuestos a los que más tienen en detrimento de los servicios públicos. Está votando en contra de la senda de gasto. Esto es quitar una capacidad económica en la Comunitat Valenciana de 600 millones de euros. También se niega a la quita de la deuda. Reconozco la legitimidad del presidente Mazón, pero eso no le da el permiso para denegar el derecho de los valencianos a tener menos deuda. Pongo un ejemplo: si tienes una deuda para pagar una casa, el banco te dice que te va a perdonar el diez por ciento y tú le dices que no. No se entiende. Es un no puramente de politiquería. Y se lo están diciendo también los empresarios. El actual modelo de financiación autonómica no es bueno para la Comunidad Valenciana, no nos interesa el statu quo actual, sino cambiar hacia un modelo de financiación más parecido al de Cataluña. Lo que veo en el acuerdo del PSC y de ERC son ventajas.
¿Qué le pareció lo que dijo su compañero aragonés Javier Lambán de que si Madrid tuviese también esa financiación, el resto de españoles tendrían que irse en patera a Mauritania?
Esa dicotomía de defender al PSOE o a los intereses de los valencianos es falsa. Es el PSOE el que siempre ha defendido mejor los intereses de los valencianos. Por lo tanto, tengo absoluta confianza en que el partido y Pedro Sánchez sabrán hacer lo mejor para los territorios.
En el congreso del PSOE en noviembre se prevén cambios de liderazgos y tiene que modificarse el Gobierno con la salida de Teresa Ribera. ¿Pretende seguir en el Ejecutivo? ¿Se lo ha pedido al presidente o se va a centrar en la Comunitat Valenciana?
Estoy centrada en la Comunitat Valenciana. Cuando me reúno con los ministros de Economía y de Inclusión para salvar la Ford, yo estoy en Almussafes. Cuando estoy en un Consejo de Ministros aprobando un acuerdo de setenta millones para el sector azulejero, yo estoy en Castellón. Cuando acordamos la mayor inversión en la desaladora de Torrevieja, yo estoy en Alicante. La mejor manera que tengo de aportar al proyecto socialista valenciano lo hago como secretaria general y ministra. No se había dado el caso, pero se está demostrando que es bueno para la Comunidad Valenciana. Siempre estaré donde pueda aportar para esa alternativa real al peor Gobierno valenciano del PP ultraderechizado. Vox ha abandonado el Ejecutivo, pero el PP no ha abandonado las políticas de Vox.
Me veo en el futuro reeditando el pacto del Botànic
Antes hablaba del pacto del Botánico y usted también tiene experiencia personal de acuerdos progresistas durante su etapa como alcaldesa de Gandía. Es clave para llegar a la Generalitat la situación a la izquierda del PSPV: con la debilidad de Sumar, la división de Podemos y con Compromís sin tirar lo suficiente. ¿Le preocupa?
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Estoy segura de que vamos a saber todos internamente hacer lo que haya que hacer para garantizar a la ciudadanía una alternativa. El Gobierno del PP y Vox no ha durado ni un año, esto ha puesto a Mazón en una situación de inestabilidad y debilidad. No se entiende con ningún otro partido. Conmigo no lo va a hacer si sigue insistiendo en una ley de blanqueo del franquismo y bajando los impuestos para recortar en servicios públicos. El anterior Ejecutivo fue la antesala de la coalición en España y se demostró que representaba a la mayoría desde la pluralidad y el entendimiento. Como alcaldesa también practiqué eso. Nunca he tenido una mayoría absoluta, pero es que creo que no son sanas. Me veo en el futuro reeditando el Botánic tres. Les deseo a nuestros socios naturales que se pongan fuertes y que demos esa garantía social. La ciudadanía nos espera y nos necesita.
¿Cuándo vamos a ver a un astronauta español en el espacio?
Como tarde en 2030, entonces habrá volado hasta dos veces Pablo Álvarez. Es la garantía de la ESA. Ya está en el entrenamiento de la ESA en Houston. Él y Sara García son un símbolo del talento. Vamos a luchar por su sueño, que es el de nuestro país, de volar.
“Yo soy la primera universitaria de una familia humilde y sencilla, ni mis padres ni mis abuelos fueron a la universidad. Y hoy soy la ministra de Universidades. La ciudadanía tiene en mí una garantía de que la universidad pública tiene que seguir siendo ese ascensor social”. Esta declaración de intenciones la hace Diana Morant a lo largo de esta entrevista en un momento en el que centra el debate sobre el peso de lo público y lo privado a raíz del acuerdo sobre la financiación catalana.