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Los motivos por los que los españoles ven peor el estado de la economía que el resto de la UE

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Pese a que la economía española crece a un mayor ritmo que el de los países más ricos de la UE, los ciudadanos españoles ven la situación económica del país mucho peor que sus vecinos europeos. Esa es una de las conclusiones que pueden extraerse del último Eurobarómetro, publicado el pasado lunes y que refleja que el 72% de los ciudadanos consideran "malo" el estado de las cuentas de España, por tan solo un 26% que opinan que la economía española marcha bien. En comparación, solo el 47% de los europeos ven negativamente la situación de la economía de su país, mientras un 49% creen lo contrario.

Según la encuesta, elaborada por la Comisión Europea, los ciudadanos españoles son los quintos de toda la UE que peor ven la economía de su país, tan solo superando a Italia (donde el 76% de los encuestados creen que el país marcha mal en términos económicos), Bulgaria y Croacia (en esos dos países solo el 20% de los ciudadanos ven bien el estado de las cuentas), además de la depauperada Grecia, un país en el que prácticamente toda la población (hasta un 93%) considera la situación económica "mala". En contraste, el 83% de los alemanes, el 90% de los holandeses, el 91% de los daneses o hasta el 94% de los luxemburgueses creen que la economía de su país marcha viento en popa.

Y eso que, en el último año, en España ha comenzado a calar un ligero optimismo, ya que en otoño del año pasado tan solo el 18% de los encuestados españoles se atrevía a calificar de buena la marcha de las cuentas del país. Pero el pesimismo sobre el futuro sigue siendo el protagonista de las reflexiones de los ciudadanos también sobre su futuro. El 31% de los españoles incluidos en la encuesta consideran mala su situación personal en el trabajo (por solo un 21% de media en la UE), pero, además, el 67% de los encuestados creen que las cosas no van a cambiar en su faceta profesional en el próximo año: diez puntos porcentuales más que la media europea.

Y es que el mercado de trabajo y, en concreto, el desempleo sigue siendo la principal preocupación para los españoles. Nada menos que un 51% de los encuestados de nuestro país lo consideran el principal problema al que tiene que hacer frente España, muy por encima del 22% que menciona las pensiones y del 21% que habla, en general, de la "situación económica". La cifra de europeos que creen que el paro es la preocupación más acuciante de su país es muy diferente: solo de un 21%, el mismo porcentaje que menciona "el alza de los precios y el coste de la vida" y también "la salud y la seguridad social".

El eurobarómetro no analiza el motivo por el que los españoles tienen tan mala impresión del estado de la economía, aunque los expertos economistas consultados por infoLibre señalan a la preocupación por el empleo como una de las primeras causas de esta desconfianza. Pero, además, los conflictos económicos que se están produciendo a escala global –como pueden ser el Brexit o la guerra comercial y de divisas entre EEUU y China– son motivos de alarma que, pese a que no se mencionan en la encuesta, pueden convertirse en motivos de preocupación para España.

Una salida de la crisis que no llega a los bolsillos

"Un porcentaje tan alto de personas que ven mal el estado de la economía responde a una conjugación de factores, pero es indudable que, en términos de expectativas, la mayor parte de la gente siente que no ha salido de la crisis", reflexiona Javier Santacruz, economista jefe del think tank Civismo, que afirma que "es posible que estemos en la etapa de expansión económica" que menos confianza está despertando en los ciudadanos de los últimos tiempos.

En España, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos que también se vieron inmersos en la crisis, "existe una percepción de que uno vive peor que hace años y, además, de que las cosas no van a volver a ser como eran", apunta Santacruz, que sostiene que esta percepción "choca con el desempeño" del país a nivel macroeconómico pero también plantea que "es importante, porque termina determinando las decisiones" de consumo de los ciudadanos.

"Y ese caldo de cultivo, por el cual a pesar de que mejora el empleo y la situación económica no mejora la percepción de la economía, va a ser muy difícil de borrar, y más aún cuando parece que estamos al final de este ciclo de crecimiento", asevera el economista. Con él coincide parcialmente el también analista económico Juan Ignacio Crespo, que explica que, tradicionalmente, en España "es muy característico de todas las crisis económicas recientes que se siga hablando la crisis cuando la crisis ya se ha superado" en términos macroeconómicos, ya que "la percepción del estado de la economía se mantiene por hechos individuales, por detalles del entorno", y no tanto por las grandes cifras.

En el mismo sentido se expresa Carles Manera, catedrático de historia económica de La Universidad de Islas Baleares, que considera que buena parte de la desconfianza hacia la economía parte de que "en España la gente es consciente de que la recuperación laboral" iniciada hace unos años "es muy precaria", ya que "hay una tasa de precariedad muy importante en las economías que se dedican fundamentalmente a los servicios, entre ellas la española". "Los salarios no han remontado para poder elevar el consumo, y además en más de medio millón de hogares no entra ningún ingreso, así que es normal que la percepción de la economía sea mala" pese a que las cifras macroeconómicas sean buenas y el PIB español crezca, plantea Manera.

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El Brexit y la guerra comercial EEUU-China

Pero, ¿tiene la ciudadanía española otros motivos, además de los mencionados, para ver un panorama económico tan oscuro? Pues, pese a que en el Eurobarómetro no se mencionan, los expertos consultados llaman la atención, especialmente, sobre las consecuencias que tendrá el Brexit en la economía de nuestro país. "El Reino Unido es un socio comercial importantísimo para España, fundamentalmente en los sectores turístico y agroalimentario", explica Javier Santacruz, que señala que estos podrían ser sectores muy afectados por la salida del país de la UE, especialmente si se hace sin acuerdo y a las bravas. Y Manera coincide: "El turismo británico ya ha caído un 5%, y el Brexit está generando inquietud a economías que dependen de la demanda británica, como Baleares, en menor medida Cataluña, la Comunitat Valenciana o Andalucía", detalla.

Al contrario de lo que ocurre con la salida británica de la UE, España no está expuesta de una manera particular a la guerra comercial desatada entre China y EEUU. Pero el hecho de que no ser uno de los países que corren más peligro no implica que no vaya a verse afectado si las tensiones continúan. "Estas políticas proteccionistas, con imposiciones de aranceles, provocan bajadas en las exportaciones a nivel mundial" por el aumento de los precios, explica el catedrático Carles Manera, lo que en España puede afectar a sectores "como la industria del automóvil". Ese mismo sector menciona Javier Santacruz, que plantea que "la vía de contagio para España" en lo relativo a las consecuencias de la guerra comercial "es Alemania, porque su principal socio principal es China".

Pese a que la economía española crece a un mayor ritmo que el de los países más ricos de la UE, los ciudadanos españoles ven la situación económica del país mucho peor que sus vecinos europeos. Esa es una de las conclusiones que pueden extraerse del último Eurobarómetro, publicado el pasado lunes y que refleja que el 72% de los ciudadanos consideran "malo" el estado de las cuentas de España, por tan solo un 26% que opinan que la economía española marcha bien. En comparación, solo el 47% de los europeos ven negativamente la situación de la economía de su país, mientras un 49% creen lo contrario.

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