Igualdad
Mujeres de diferentes sectores unen sus voces contra la desigualdad y llaman a la huelga del 8M
CCOO convocó este jueves, Día por la Igualdad Salarial, a mujeres de diferentes sectores para visibilizar la discriminación común y transversal que todas ellas soportan en sus distintos espacios de trabajo. Lo hizo en un acto encabezado por la secretaria del Área de Mujeres e Igualdad del sindicato, Elena Blasco, en el que voces de mujeres feministas clamaron contra la desigualdad y se unieron para llamar a la huelga que se celebrará el próximo 8 de marzo.
Las diferencias salariales, el techo de cristal, las dificultades para el desarrollo laboral o la precariedad que sufren las mujeres fueron denominador común del evento. María José Landáburu, abogada y miembro de la Unión de Autónomos UATAE, recordó que la realidad de las trabajadoras autónomas se escribe a través de la soledad y las diferencias salariales respecto a los hombres que pueden alcanzar el 50%. Apeló asimismo a luchar contra los clichés que recaen diariamente sobre ellas y reivindicó la posibilidad de "ser madre, autónoma, sindicalista y empresaria" al mismo tiempo. También la abogada y miembro de la Plataforma 7N Alba Pérez puso sobre la mesa los estereotipos y las consecuencias de la violencia como "expresión más extrema de la desigualdad", que se reproduce cotidianamente en forma de "acoso y comentarios sexistas maquillados de bromas".
Sobre precariedad laboral se detuvo especialmente la actriz Berta Ojea, secretaria de Igualdad de la Unión de Actores y Actrices. "Todas las actrices del país están atravesadas por la brecha salarial" y el trabajo "intermitente" que caracteriza a su profesión hace además que ellas tengan "pensiones más precarias". Denunció, asimismo, los escasos personajes para mujeres, "absolutamente codificados en el rol de muy deseables y sexuales hasta los 35 años". Precisamente la edad es otro de los factores que más condicionan el trabajo de las actrices. Las ofertas laborales comienzan a descender notablemente, relató Ojea, con el paso de los años para ellas, de modo pronto "dejan de ser protagonistas y pasan a ser mujeres cuidadoras" sin apenas decisión sobre la trama.
Esther Gimeno, otra de las invitadas, constató el calvario que sufren las actrices y especialmente aquellas que se dedican al mundo de la comedia. La monologuista hizo además un alegato al compañerismo y llamó a dejar atrás la competitividad entre mujeres: "No quiero el puesto de Eva Hache o Silvia Abril. quiero el de Buenafuente, el de Broncano o el de Bertín Osborne". La también actriz, cómica y monologuista Marta Flich recordó que la desigualdad se encuentra "asumida como algo cultural" y apostó por derribar sus estructuras a través del "ascensor de la educación".
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Flich deslizó, durante su intervención, una crítica contra el Gobierno de Mariano Rajoy y su bloqueo de los 200 millones de euros destinados al Pacto de Estado contra la Violencia de Género. "Sin dotación, partidas y recursos no se puede luchar", sentenció. La crítica fue compartida por ponentes como Laura Nuño, directora del Observatorio de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Nuño censuró que actualmente "incumplir las leyes de igualdad salga gratis" y subrayó que en la universidad, pese a ser "más alumnas y generalmente con mejores expedientes", la mayoría de mujeres están excluidas de los puestos decisivos. Los varones, en cambio, se encuentran "sobrerrepresentados en toda posición que comporte poder".
Begoña López, magistrada y miembro de Jueces y Juezas para la Democracia, recordó que si bien la igualdad efectiva se encuentra blindada a través de la ley, existe una "discriminación de carácter indirecto" que afecta a todas las mujeres en la esfera laboral y que en el caso del ámbito judicial se expresa mediante la escasez de magistradas en los altos órganos. Para combatir la discriminación indirecta, la politóloga Emilia Graña propuso impulsar por ley la obligación de que las empresas publiquen los sueldos de su plantilla desagregados por sexo.
Todas las invitadas, finalmente, llamaron a participar activamente en la huelga feminista. El 8 de marzo, señalaron, se presenta como una "oportunidad de salir a la calle" y reivindicar el "feminismo como clave democrática".