Los documentos oficiales sobre la Operación Blackstone, en la que la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid (EMVS) vendió en 2013 al fondo buitre 1.860 viviendas sociales tras un oscuro proceso que ahora investigará el Tribunal de Cuentas, han hecho aflorar otro dato más para la sospecha sobre la actuación del equipo de Ana Botella.
Junto a esos 1.860 pisos y sus correspondientes garajes y trasteros, Blackstone recibió otras 62 plazas de aparcamiento, 25 locales comerciales y dos trasteros más, todos ellos calificados como "inmuebles no vinculados". Pues bien, no solo 11 de esas 62 plazas de parking fueron una especie de propina gratuita para Blackstone, como ya desveló infoLibre, sino que el fondo consiguió pagar solo tres millones de euros por los otros "inmuebles no vinculados" tras una negociación meteórica que oficialmente duró dos días laborables.
En total, y tal como recalca en su escrito el fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, la venta a Blackstone habría ocasionado un quebranto económico de 2,3 millones a la EMVS: dos millones proceden de la rebaja que le hizo la empresa pública en el precio global de los pisos -que pasó de 127,5 millones a 125,5- so pretexto de una supuesta morosidad de los inquilinos superior a la prevista y jamás demostrada; y 0,3 millones en números redondos se explican por el regalo de los "inmuebles no vinculados" antes referidos y que la propia EMVS había valorado en 297.000 euros. Tanto los afectados por la venta de los pisos como la propia EMVS han pedido la reapertura de la causa penal archivada en 2015, antes de que tanto la Cámara de Cuentas regional como la comisión de investigación municipal creada por el equipo de Manuela Carmena destapasen un alud de irregularidades.
Tres documentos oficiales
Son tres los documentos oficiales que acreditan cómo transcurrieron exactamente dos días laborables entre la apertura y el cierre de la negociación para la venta de esos garajes, locales y dos trasteros.
El primero de esos tres documentos [pincha aquí para leerlo] es una carta de Magic Real Estate -la empresa que representó al fondo buitre durante el proceso de adjudicación- fechada el 12 de julio de 2013. En esa misiva, y una vez que se había asegurado la adjudicación de los 1.860 pisos protegidos, Magic propone a la EMVS "la adquisición del resto de inmuebles de las promociones no afectos a dicha protección".
Dirigida al entonces consejero delegado de la EMVS, Fermín Oslé, la empresa municipal respondió a Magic el 19 de julio. Y ese es el segundo documento de la serie [pincha aquí para leerlo].
En su carta a Magic, Oslé escribió lo siguiente: "No existe inconveniente por nuestra parte en iniciar las negociaciones sobre dichos activos con el fin de formalizar su posible venta". Ese 19 de julio de 2013 fue viernes.
El miércoles siguiente, 24 de julio, el propio Oslé informó al consejo de administración de la EMVS de que Blackstone había presentado una oferta para adquirir por tres millones de euros "todos los locales comerciales y plazas de aparcamiento no vinculados a las viviendas, concretamente de 51 plazas de garaje, 25 locales y dos trasteros". Y añadió lo siguiente: "Considerándose su propuesta atractiva, tanto desde el punto de vista contable, como en la lógica de desinversión marcada en el Plan de Viabilidad, se llegó a un acuerdo en esos términos". Ese es el tercer y último documento oficial [pincha aquí para leerlo] que aborda el asunto de la negociación sobre la venta de "inmuebles no vinculados". Lo sorprendente es que ninguno de los tres -ni ninguno de los incorporados al expediente y analizados por la comisión municipal de investigación- constata que Blackstone hubiera ofrecido tres millones por esas propiedades. Y, como recuerdan la Cámara de Cuentas y el fiscal del Tribunal de Cuentas, tampoco hay el menor rastro documental que acredite por qué la EMVS accedió a rebajar de 127,5 a 125,5 millones el precio global de los 1.860 pisos en venta.
Este tercer documento que representa el acta del consejo de administración de la EMVS acredita dos elementos clave: la rapidísima negociación que engrosó el zurrón de propiedades inmobiliarias destinadas a Blackstone y la disparidad entre las cifras facilitadas por Oslé al órgano rector sobre el número de "inmuebles no vinculados" por el que el fondo había ofrecido tres millones -78- y el que realmente se escrituró luego: 89. Es decir, 11 más. Y esas 11 propiedades eran garajes, que pasaron así de 51 unidades a 62.
Garaje robotizado frente al Museo del Prado a 6.596 euros la plaza
Pero hay otro elemento que plantea interrogantes: el número de plazas de garaje -las 11 citadas- por las que Blackstone no pagó ni un solo euro adicional coincide exactamente con el de las situadas en pleno centro de Madrid e incluidas en el lote. Exactamente se localizan en el número 10 de la calle Lope de Vega, a muy escasa distancia del Museo del Prado y en una cotizadísima zona tanto por su valor histórico y turístico como por las dificultades que entraña aparcar allí a cualquier hora y en cualquier día del año.
El garaje de Lope de Vega 10 fue inaugurado en 2006 como el primer "estacionamiento robotizado" de la capital. No solo los coches se aparcan literalmente solos, lo que evita roces, golpes e invasión de otras plazas, sino que el acceso a su interior convierte en imposible el robo de vehículos. Cada una de las 11 plazas de ese revolucionario y céntrico garaje le salió a Blackstone por 6.596 euros. Así se desprende de las cifras incluidas por la Cámara de Cuentas de Madrid en su demoledor informe, que detalla el valor conjunto asignado por la EMVS a cada categoría de "inmuebles no vinculados" -locales, garajes y los dos trasteros- antes de que la venta fuese formalizada y luego en la escritura de enajenación.
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Es esa desagregación de datos lo que permite efectuar un prorrateo y calcular a cuánto le salió a Blackstone cada una de esas sofisticadas plazas de garaje. La tasación inicial aportada por la EMVS a la Cámara de Cuentas todavía bajo el mandato de Ana Botella, y reflejada en un excel "sin fecha, sellos o elemento alguno de su finalidad", cuantificaba los 51 garajes en 408.988 euros.
Las escrituras de venta, explica el organismo fiscalizador, asignaron en cambio a las 62 plazas de aparcamiento finalmente traspasadas a Blackstone un valor total de 768.750 euros. Pero dado que el precio del conjunto -los 62 garajes, los 25 locales y los dos trasteros- no se vio incrementado ni un euro, la cifra válida a efectos de prorrateo siguen siendo los 408.988 euros del extraño excel. A diferencia de lo que plasma el acta del consejo de administración del 24 de julio de 2013, esa tabla de datos no incluía los dos trasteros. Y esa es la razón por la que la Cámara de Cuentas cuantificó en 76 los "inmuebles no vinculados" que originalmente debían ser transmitidos a Blackstone en lugar de en 78, aunque la diferencia final es nimia: el valor conjunto asignado por las escrituras a los dos trasteros ascendía a solo 7.416 euros.
¿Fueron las 11 plazas de garaje de la calle Lope de Vega las que incorporó la EMVS a última hora, de manera gratuita y sin motivo conocido a la lista de "inmuebles no vinculados"? Las fuentes consultadas en la EMVS aseguran no tener respuesta para esa pregunta. Ahora directivo de la empresa de construcción Grupo Velasco, el exconsejero delegado de la empresa pública, Fermín Oslé, no ha atendido a infoLibre, que el viernes explicó con detalle a su secretaria el porqué de la llamada.
Los documentos oficiales sobre la Operación Blackstone, en la que la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid (EMVS) vendió en 2013 al fondo buitre 1.860 viviendas sociales tras un oscuro proceso que ahora investigará el Tribunal de Cuentas, han hecho aflorar otro dato más para la sospecha sobre la actuación del equipo de Ana Botella.