Arquitectura
Norman Foster apoya el proyecto del Ayuntamiento de Madrid de cerrar al tráfico la Gran Vía
El arquitecto Norman Foster señaló que la pretensión del Ayuntamiento de Madrid de cerrar al tráfico la Gran Vía madrileña es una idea "excelente", pero que "plantea preguntas" y remarcó que "si se hace hay que hacerlo bien". "Algunas de las formas de separar a los peatones de los coches de forma temporal se ha hecho con barreras estándar que me parecen hostiles", opinó.
Según Europa Press, así lo señaló Foster durante la presentación de la exposición Futuros comunes, que acoge la Fundación Telefónica desde este 6 de octubre hasta el 4 de febrero. Respecto a la relación que han de tener los arquitectos con las autoridades, el arquitecto señaló que aunque carecen "de poder" porque no son los promotores, reconoció que se pueden "involucrar".
En este sentido, puso como ejemplo el Puente del Milenio, un "esfuerzo" por parte de su equipo para conseguir crear el "primer puente peatonal del Támesis".
"Quienes nos dedicamos al diseño tenemos que involucrarnos en el ámbito público", destacó Foster, quien aplaudió el "compromiso y el valor" de políticos como los que sacaron adelante el proyecto de las estaciones de metro de Bilbao.
Foster salió en defensa de la investigación tecnológica porque a su juicio permite mejorar la calidad de vida de las personas, en aspectos como la salubridad del agua o en la obtención de energías alternativas. "Soy un optimista de corazón", dijo.
Foster y Cataluña
En otro orden de cosas, Foster manifestó sentirse "sobrecogido" por el Brexit y en este sentido, y en respuesta a los movimientos independentistas en Cataluña, señaló: "Nos sentimos europeos independientemente de lo que los referéndums en Europa puedan indicar".
"Creo en el trabajo en equipo", recalcó Foster en respuesta al vínculo entre el diálogo y la ruptura de barreras que propone en sus diseños y los movimientos independentistas en Cataluña. Tal y como señaló Foster, sus ideas arquitectónicas dan "respuesta" a lo que está ocurriendo. "Y no es del estilo del Brexit", recalcó.
Esta muestra incide a través de más de 30 maquetas, 160 dibujos y varios audiovisuales, en cuestiones menos reivindicadas pero trascendentales en la trayectoria de Foster, tales como la sensibilidad social, el diálogo entre tradición y modernidad, la reflexión acerca de la sostenibilidad y la vida en las ciudades, el papel de la innovación y la tecnología.
Ciudades democráticas, ciudadanos inteligentes
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Según explicó el comisario de esta exposición, cada unas de las salas que componen esta exposición habla de una visión de futuro diferente y en ellas se documentan 12 proyectos recientes que dialogan con otras tantas propuestas de décadas anteriores del arquitecto británico, para subrayar la continuidad de sus inquietudes y poner de manifiesto la variedad de sus intereses.
En el caso del Salón de Reinos del Museo Nacional del Prado, uno de los pocos edificios que se conservan del Palacio del Buen Retiro, y de cuyo proyecto de rehabilitación se encarga Foster, la exposición dedica un espacio a mostrar el foco cultural que creará en el centro de Madrid y lo compara con el Carré d'Art que completó hace un cuarto de siglo en Nîmes.
De esta forma, y contrastando sus creaciones pasadas y presentes, esta exposición pone el foco también en la reciente sede de la compañía Bloomberg en la City londinense y la que construyó para Willis Faber & Dumas hace cuarenta años; o la nueva Casa de Gobierno en Buenos Aires con el renovador Sainsbury Centre.