La falta de beligerancia del extesorero del PP Luis Bárcenas contra su antiguo partido durante las 16 horas y media que duró esta semana su declaración en la Audiencia Nacional ha provocado que muchos se preguntes si hay un pacto de no agresión entre la dirección del partido y su antiguo responsable de finanzas, que se enfrenta a una petición de cárcel por parte de la Fiscalía Anticorrupción de 42 años y medio en la primera pieza del caso Gürtel.
Este cambio de actitud de Bárcenas se produce después de que el extesorero renunciara en septiembre pasado, de forma sorprendente, a acusar al PP del borrado de los discos duros de sus ordenadores. Bárcenas aseguró que lo hacía "por motivos económicos", aunque algunas de las acusaciones del caso Gürtel se temían que en realidad se trataba de un pacto secreto.
Mientras el Gobierno y el PP rechazan la existencia de ese eventual acuerdo, las formaciones políticas de la oposición han resaltado sus dudas por el cambio de actitud de Bárcenas, que salió de la cárcel tras abonar una fianza de 200.000 euros y permanecer 19 meses en prisión. Parece evidente que Bárcenas, por estrategia o por la existencia de un pacto, ha dejado atrás la confrontación con Mariano RajoyMariano Rajoy, que sigue en la presidencia del Gobierno tras el 26J.
"Ni conocemos ni compartimos ni tenemos por qué entrar en la estrategia de defensa de los acusados en ningún proceso", aseguró la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría en declaraciones en el transcurso de la Conferencia de Presidentes, que se celebró esta semana en la Cámara alta.
"Presunto delincuente"
Sin embargo, la voz discordante en el PP fue la del vicesecretario general de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, que fue objeto de una querella por parte de Bárcenas, y que el pasado martes aseguró que el extesorero "es un presunto delincuente tratado como tal y que ha estado en la cárcel. Le deseo lo mejor en su defensa, que sea rápida y contundente. Si en vez de presunto delincuente al final son delitos por los que debe pagar una pena de cárcel y devolver el dinero, pues que lo haga", declaró en un programa de Telecinco.
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Senado, Vicente Álvarez Areces, dijo que percibía un "cambio de actitud" en el PP ante la declaración de Bárcenas, lo que le inducía a pensar que "ha pasado algo". En similares términos se expresó el portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, que el lunes se preguntó qué "ha cambiado", porque "sorprende" que su declaración judicial no sea "mucho más clara", como parecía anticipar en los últimos tiempos.
El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, fue más contundente al hablar de un posible "pacto de silencio" y de no agresión con la formación que preside Mariano Rajoy, con la intención de "salvarse mutuamente". Desde su punto de vista, del tono, la actitud y la palabras de Bárcenas en el juicio puede deducirse que ha hecho caso de los consejos que le dio en su día, vía mensajes telefónicos el líder del PP. "Luis ha sido fuerte, ha aguantado y ha llegado a un pacto con el PP para intentar salvarse mutuamente", dijo el líder de IU.
¿Pero para que querría Bárcenas pactar con el PP? Los abogados del procedimiento que han hablado con infoLibre aseguran que la clave podría ser la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias Villar, que, según la declaración de su marido en el juicio, su única intervención en la trama era firmar lo que él le decía. Los letrados apuntan a posibles beneficios penitenciarios o incluso a que no llegue a entrar en la cárcel, aunque esta última posibilidad no depende del Gobierno, sino del tribunal.
Pacto por el dinero: una caja C
Pero uno de los letrados, que prefiere no dar su nombre, explica que el pacto podría estar relacionado con el dinero que Bárcenas mantiene en Suiza, que en realidad pertenecería al PP. De esta forma, el acuerdo consistiría, según esta versión, en que el partido renunciaría a ese dinero y al que todavía no ha sido detectado y bloqueado. A cambio, el extesorero entraría en prisión, pero no delataría a su formación política: "Estaríamos hablando de una caja C, ya que la B era de Bárcenas, y la A sería la oficial del partido", explica este letrado.
La tesis de que el dinero de Bárcenas podría ser también del PP la defendió el pasado jueves en el juicio otro letrado diferente al anterior, el abogado del PSOE de Valencia Virgilio Latorre. En el interrogatorio al extesorero de Alianza Popular Ángel Sanchís le preguntó por sus relaciones con Rosendo Naseiro, Francisco Yáñez y Francisco Bárcenas, todos ellos exempleados de la tesorería del PP y con cuentas en Suiza.
Cuando Latorre le interpeló sobre qué sabía en 2009, tras estallar el caso Gürtel, sobre "una presunta trama del Partido Popular", el abogado fue interrumpido por el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, que aseguró que sus preguntas iban "demasiado lejos: está bien la relación con Bárcenas, porque en definitiva es el vínculo, pero ya ir tan lejos... yo creo que es excederse un poquito, salvo que me explique usted un poco la pregunta", inquirió el magistrado.
Y el abogado explicó entonces el sentido de su interrogatorio: "El planteamiento que se le ha hecho hasta ahora por Fiscalía es estrictamente en relación con el señor Bárcenas, dicho de otra manera, cuando [Sanchís] acude a Suiza es en relación a una ayuda que luego ya se calificará, al señor Bárcenas. Lo que estoy planteando es la posibilidad de que esa ayuda no sea sólo al señor Bárcenas, sino al Partido Popular, que los fondos del señor Bárcenas estén relacionados con el Partido PopularPartido Popular".
" No están relacionados"
"Para nada están relacionados", interrumpió entonces Sanchís, que por consejo de su propio abogado no siguió contestando. Pero el presidente del tribunal tomó de nuevo la palabra: "Repito, la vinculación de los hechos son el señor Bárcenas, el señor Sanchís, y ahí se acaba la historia", zanjó Ángel Hurtado.
De forma independiente al origen de los 48 millones que Bárcenas llegó a tener en Suiza, de los que únicamente se le han bloqueado 21,3, y otros tres están consignados por Ángel Sanchís, está claro que muy lejos quedan ya las palabras del extesorero contra la actual ministra María Dolores de Cospedal, a la que acusó de aprovecharse de una donación de 200.000 euros de la caja B abonados presuntamente por el empresario Luis del Rivero.
infoLibre ha conversado con letrados personados en la causa y varios procesados sobre la posible existencia de un pacto secreto entre el PP y Bárcenas. Estas son sus conclusiones:
1. "Rajoy da la instrucción de que las empresas de Correa no puedAn volver a contratar con el partido"
El día que Luis Bárcenas salió de la cárcel tras permanecer 19 meses en prisión, el 22 de enero de 2015, el extesorero lanzó un mensaje directo al presidente del Gobierno: "He hecho caso a Rajoy y he sido fuerte", dijo a los medios de comunicación, en una gélida noche. Todo el mundo interpretó esta frase como una amenaza directa al presidente, que tuvo que pedir perdón tras conocerse que había enviado mensajes de ánimo a Bárcenas tras conocerse que éste tenía dinero en Suiza.
Dos años antes, en octubre de 2013, Bárcenas aseguró en una videoconferencia desde la cárcel con motivo de un juicio celebrado en Toledo por vulneración al honor de la entonces presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal: "Es mi firma al igual que es mi mano la que entrega el sobre a la señora Cospedal con estas cantidades".
Sin embargo, en sus 16 horas y media de declaración del juicio de esta semana, el que también fuera senador del PP por Cantabria no mencionó ni una sola vez a María Dolores de Cospedal, cuya comparecencia en el Congreso de los Diputados por el caso del Yak-42 coincidió este lunes con la primera jornada de declaración de su extesorero. Esta llegó incluso a ser acusada de contraprogramar la declaración de Bárcenas.
Por el contrario, el extesorero sí aludió a Rajoy, aunque para exculparle. A preguntas de la fiscal Concepción Sabadell el procesado aseguró que fue el líder del PP el que en 2004 prohibió a Francisco Correa entrar en la sede de Génova, y culpó a Francisco Camps, ya fuera del partido, de ser el responsable de que esta formación política siguiera contratando al presunto cabecilla de la trama corrupta, incluso en el congreso de Valencia de 2008, en el que Rajoy resultó victorioso con el decidido apoyo de los conservadores valencianos.
Bárcenas obvió que el PP había perdido las elecciones en 2004, por lo que Rajoy ya no era presidente del Gobierno. Preguntado por la fiscal sobre si había denunciado los hechos, Bárcenas aseguró que no era policía. "Yo digo lo que le dijeron al presidente".
El letrado de la Asociación de Abogados Demócratas en el juicio, Francisco Montiel, considera por ello "evidente" la existencia de un pacto, o por lo menos de un pacto de agresión. Así, Bárcenas deja bien a Rajoy, y no ataca a su otrora enemiga.
2. La caja B o "contabilidad extracontable"
Los que niegan o dudan la existencia de un eventual pacto entre Bárcenas y el PP y aseguran que el extesorero no ataca a la formación conservadora por estrategia procesal basan su opinión en que este sí ha reconocido la caja B, que daña muy gravemente la imagen del partido.
Incluso Bárcenas acusó al que fue su partido, y más en concreto al secretario general del PP de entonces, Ángel Acebes, de autorizar el gasto con la caja B, aunque la llamó con el eufemismo de "contabilidad extracontable" o "extraoficial", de 400.000 euros para adquirir acciones de Libertad Digital. Ese dinero acabó, explicó Bárcenas al tribunal, en la cuenta de donativos oficial del partido, por lo que ese dinero pasó a ser legal después de la operación.
Para uno de los letrados, que prefiere no identificar su nombre, se trata de una acusación "que no va a ninguna parte", habida cuenta de que el PP no fue procesado penalmente, sino que únicamente está sentado en el banquillo como partícipe a título lucrativo.
Además, Bárcenas atribuyó la responsabilidad de la caja B a su exjefe, el también extesorero Álvaro Lapuerta, que no ha sido procesado por padecer una demencia sobrevenida. No obstante, explicó que se trataba de donaciones procedentes de empresas que "no tenían carácter finalista", o sea, que no estaban dirigidas a obtener determinadas adjudicaciones.
"Eran donativos sin carácter finalista, no respondían a ninguna gestión, no se contabilizaban oficialmente, es obvio, pero se llevaba un control de entradas y salidas (...) el señor Lapuerta como máximo responsable quería tener la certeza de que estaba bien controlado, y por eso le dábamos el visé para justificar ante terceros", destacó en su declaración.
Además, si Bárcenas rechazara la existencia de la caja B, cuya existencia será enjuiciada también en la Audiencia Nacional dentro de unos meses, restaría credibilidad a su defensa, pero especialmente a la de su mujer, Rosalía Iglesias Villar, que está acusada de quedarse con 149.000 euros que su marido detrajo de la contabilidad paralela, y que acabó utilizándose para la compra de un inmueble en los Pirineos.
Este letrado, al igual que su compañero Francisco Montiel, da por cierta la existencia de un pacto, aunque según su visión se trataría más bien de un acuerdo de no agresión.
3. "Los secretarios generales autorizaban los gastos extraordinarios"
Bárcenas aseguró en su declaración que los diferentes secretarios generales autorizaban los gastos en negro, por lo que de forma indirecta el extesorero sí habría citado a María Dolores del Cospedal, que en 2008, año en el que se cerró la contabilidad paralela, habría recibido el resultante final de la caja B.
Cuando Bárcenas se refirió antes del juicio a esas "cantidades" aludía a dos pagos de 7.500 euros que aparecen en la contabilidad B, y que ahora denomina "extracontable", y que el extesorero aseguró haber pagado a Cospedal en billetes de 500 euros. En la videoconferencia de 2013 Bárcenas habló de más cantidades, concretamente de otros 50.000 euros en dinero negro que Bárcenas dijo que repartió entre Rajoy y Cospedal en marzo de 2010.
Sin embargo, en su declaración Bárcenas no ha mencionado a Cospedal. En el entorno del extesorero sostienen que no se ha hablado de Cospedal porque el procedimiento se extiende hasta 2005, cuando la actual ministra no era secretaria general. Sin embargo, sí ha hablado de otros apuntes de la caja B, que se cerró en 2008.
El letrado de la acusación del PSOE madrileño, Wilfredo Jurado, advierte de que podría haber habido conversaciones: "Pero me da la impresión de que el acuerdo no está cerrado. Eso deberá cerrarse a lo largo del juicio".
Jurado considera que el acuerdo entre Bárcenas y el PP no está cerrado porque "de vez en cuando suelta alguna frase que podría interpretarse como un toque de atención. Estaríamos no ante un pacto sino ante el inicio de un pacto, que no estaría del todo cerrado, ya que no hay que olvidar que dentro de unos meses se celebrará el juicio de los papeles de Bárcenas".
Lo que parece evidente para Wilfredo Jurado y para el resto de letrados es que el extesorero del PP no ha pactado con la Fiscalía: "Pactar ahora no tiene sentido. No hay pacto con la Fiscalía y con el PP está en trámite", completa el letrado del PSOE madrileño.
4. "Tengo 30 cajas con documentación sin abrir"
El abogado de Adade, la asociación que apoyó el ingreso en prisión que reclamó la Fiscalía Anticorrupción para Bárcenas, explica que pese a la existencia de un posible pacto, Luis Bárcenas "lanza una serie de avisos, para recordar que todavía podría decir muchas cosas más". Uno de estos avisos podría tratarse de la contestación que dio a la fiscal cuando ésta le preguntó por qué no había aportado al sumario antes un documento.
"Tengo 30 cajas con documentación sin abrir", espetó Bárcenas, que lamentó no haber encontrado antes estos documentos para su defensa. Esta actitud probaría, según el letrado Wilfredo Jurado, que el acuerdo no está totalmente cerrado, "y Bárcenas tiene que recordar que puede contar muchas cosas".
Algunos de los presentes en la sala también consideran una "amenaza" la frase de Bárcenas en la que aseguró que tanto Florentino Pérez como Juan Miguel Villar Mir "cuentan con algo denominado palco del Bernabéu", en el que trataban con ministros e incluso con presidentes, por lo que ninguno de los dos empresarios se hubiera prestado a hablar con "el gerente" –él mismo– y "el de la agencia de viajes" –por Correa–.
De esta forma explicaba que nunca influyó ante los ministerios de Fomento y Medio Ambiente para la concesión de adjudicaciones a empresas como OHL y ACS, tal y como declaró Correa, al tiempo que relató que durante el periodo investigado, y en concreto a partir del 2004, estas carteras ni siquiera eran del PP.
5. Sobre Correa: "No he recibido absolutamente nada, ni para mí ni para el PP"
Bárcenas negó que el cabecilla de la trama Gürtel contribuyera a la contabilidad B del PP. En cuanto a los presuntos pagos efectuados por Correa, rechazó también haber recibido dinero en efectivo. "Respecto a eso, niego la mayor, la menor y la intermedia", afirmó a la vista de las anotaciones de la trama en las que se reseñaban pagos vinculados a las siglas LB.
El testaferro de Bárcenas niega que le ayudara a sacar dinero de Suiza tras la detención de Correa
"No he recibido absolutamente nada del señor Correa ni para mí ni para el PP", indicó de forma tajante en su primera jornada de declaración. También negó que otros acusados como el exdiputado del PP por Segovia Jesús Merino o el exalcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda recibieran dinero.
De esta forma, Bárcenas vuelve a echar una mano al PP, que está sentado en el banquillo de los acusados como partícipe a título lucrativo por beneficiarse en los municipios de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón de las actividades de la trama corrupta.
Los letrados consideran que la estrategia lógica de Bárcenas pasa por rechazar cualquier vinculación con Correa, con quien según el sumario se repartió comisiones ilegales en varias obras. Wilfredo Jurado, del PSOE madrileño, explica que el interés, en este caso, es mutuo, ya que los cobros de Bárcenas, según la grabación aportada por el denunciante José Luis Peñas, tenían como finalidad financiar al partido.
La falta de beligerancia del extesorero del PP Luis Bárcenas contra su antiguo partido durante las 16 horas y media que duró esta semana su declaración en la Audiencia Nacional ha provocado que muchos se preguntes si hay un pacto de no agresión entre la dirección del partido y su antiguo responsable de finanzas, que se enfrenta a una petición de cárcel por parte de la Fiscalía Anticorrupción de 42 años y medio en la primera pieza del caso Gürtel.