Paros en todo el país y manifestación en València: la calle se revuelve en solidaridad con las víctimas

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El dolor paralizante provocado por la tragedia comienza a dejar paso a la movilización organizada. Tras las primeras caceroladas que recorrieron este fin de semana las calles de València, los sindicatos y las entidades sociales han decidido llevar la rabia a los centros de trabajo y a las puertas de los ayuntamientos. El viernes, será el momento de los paros parciales simbólicos en solidaridad con las víctimas. El sábado, la Plaza del Ayuntamiento de València será el escenario de una movilización que se prevé multitudinaria, sostenida por una veintena de organizaciones.

En un primer momento, la convocatoria de este viernes fue tejida conjuntamente por los sindicatos CCOO, UGT y Unión Sindical Obrera (USO), quienes ya han trasladado la iniciativa a la patronal. CEOE, anuncian las centrales sindicales en un comunicado hecho público este martes, la comparten. En añadido, la Intersindical Valenciana, CNT València y la Coordinadora Obrera Sindical (COS) también convocarán paros parciales a la misma hora, aunque trabajarán sobre una propuesta propia, tal y como han confirmado a este diario. La imagen que quieren proyectar es clara: unidad, organización y solidaridad con el pueblo valenciano.

Solidaridad y movilización de los recursos

Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, ha llamado a los trabajadores a concentrarse el viernes a las 12 horas en las "puertas de los centros de trabajo y ayuntamientos", una propuesta "abierta al conjunto de los agentes sociales" pensada para "expresar el duelo y la solidaridad con el pueblo valenciano, con las personas afectadas y con las víctimas fallecidas y sus familiares". Se trata, en definitiva, de un "abrazo de apoyo a la ciudadanía y un reconocimiento a quien con sus propias manos está actuando en el terreno". Pero también, en palabras del líder sindical, al "papel insustituible de los servicios públicos, nuestra verdadera civilización".

Aunque los sindicatos mayoritarios no concentran su protesta en demandas laborales concretas, sí incluyen algunas exigencias que consideran fundamentales. Sordo llama a la movilización de los recursos necesarios para la "protección de las personas, el empleo y las empresas", también para cubrir las "necesidades de atención a las personas dependientes" y para garantizar condiciones "sanitarias y de habitabilidad ante las consecuencias dramáticas de esta catástrofe".

El pasado sábado, UGT y CCOO lanzaban un comunicado conjunto enumerando las principales necesidades en materia laboral tras el estallido de la catástrofe. Pedían, en primer lugar, la aplicación de ERTE por fuerza mayor, "sin consumo de prestaciones de desempleo, para proteger el empleo y permitir una recuperación gradual de las empresas". Los sindicatos mayoritarios creían importante asimismo una "protección extraordinaria por desempleo" para trabajadores asalariados y autónomos que "no puedan retomar sus actividades".

Igualmente, reclamaron evitar la "extinción de contratos temporales y proteger a quienes tienen contratos fijos discontinuos", exigieron permitir el teletrabajo siempre que sea posible, para evitar los riesgos de desplazamiento inseguro, y crear un programa para garantizar la "adaptación o reducción de jornada laboral", pensadas para atender a las necesidades familiares y de cuidado.

Este mismo lunes, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció un "escudo laboral" ante el "auténtico drama y la catástrofe ambiental sin precedentes" en suelo valenciano. Algunas de esas medidas se concretaron el martes en las ayudas anunciadas por Pedro Sánchez, como la creación de una incapacidad temporal extraordinaria o las ayudas directas para pymes y autónomos de las zonas más gravemente afectadas.

'Vam perdre la vida per no perdre la feina'

La dana y sus consecuencias han puesto de relieve los riesgos específicos a los que se exponen los trabajadores y la irresponsabilidad de las empresas que priorizaron mantener activa la rueda de la producción por encima de la integridad de sus asalariados. Pero también ha servido para apuntalar los derechos que asisten a los trabajadores y las medidas que blindan su integridad física ante fenómenos como el registrado desde hace una semana.

Lo cuenta Antonio Ruiz, militante en CNT València. Tras un primer momento de dudas, consultas y asesorías constantes, el sindicalista está convencido de que los trabajadores conocen hoy mejor sus derechos y han perdido el miedo a ejercerlos. La convocatoria diseñada para este viernes por CNT, COS e Intersindical partirá del lema Vam perdre la vida per no perdre la feina –"Perdimos la vida por no perder el trabajo"– y la intención es celebrar paros también de diez minutos a la misma hora que UGT, CCOO y USO, con el objetivo de construir una imagen de unidad.

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Para Beatriu Cardona, portavoz de Intersindical Valenciana, los paros simbólicos convocados el viernes son importantes, pero toda su fuerza y su trabajo están volcados en otra cita. Este sábado, una veintena de organizaciones, colectivos y sindicatos preparan una manifestación en València a las 18 horas, pidiendo la dimisión de Carlos Mazón. "Será una manifestación silenciosa porque estamos de duelo. Pero el duelo y la pena por las víctimas, el cansancio por estar recogiendo fango, no nos debe quitar ni un ápice de energía para pedir responsabilidades", asiente la sindicalista. 

Coincide Ruiz, quien subraya que los paros convocados el viernes servirán como preludio de la manifestación del sábado y estarán pensados para darle difusión. "Nuestro mensaje es el de señalar a los responsables, no sólo a la Generalitat Valenciana y al Gobierno, sino también a la multitud de empresas que obligaron a sus trabajadores a ir a su puesto de trabajo, a pesar de existir un riesgo inminente para la vida", incide al otro lado del teléfono. 

Cardona insiste también en la necesidad de exigir "responsabilidades a quien no dio la alarma cuando tocaba y agravó una catástrofe natural, convirtiéndola en una catástrofe humana". Saldrán a la calle en una movilización que, pronostican, será masiva, y que servirá también de contrapeso a las expresiones de protesta protagonizadas estos días por la extrema derecha. "El trabajo que estamos haciendo es ingente y consideramos que exigir responsabilidades es absolutamente necesario para pasar el duelo y que se haga justicia".

El dolor paralizante provocado por la tragedia comienza a dejar paso a la movilización organizada. Tras las primeras caceroladas que recorrieron este fin de semana las calles de València, los sindicatos y las entidades sociales han decidido llevar la rabia a los centros de trabajo y a las puertas de los ayuntamientos. El viernes, será el momento de los paros parciales simbólicos en solidaridad con las víctimas. El sábado, la Plaza del Ayuntamiento de València será el escenario de una movilización que se prevé multitudinaria, sostenida por una veintena de organizaciones.

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