Los partidos suspenden en igualdad en Castilla y León: ni un 25% de mujeres en puestos de salida
La Junta de Castilla y León ha tenido siete presidentes, dos del PSOE (Demetrio Madrid y José Contastino Nalda) y cinco del Partido Popular (José María Aznar, Jesús Posada, Juan José Lucas, Juan Vicente Herrera y Alfonso Fernández Mañueco). Todos ellos hombres. En los últimos cuarenta años, la lucha por el poder se ha jugado exclusivamente en clave masculina, puesto que sus rivales fueron Jesús Quijano, Ángel Villalba u Óscar López. En 2022 continúa siendo así.
El caso de Castilla y León contrasta con los liderazgos femeninos que sí se están produciendo en otras autonomías o grandes ciudades en todo el espectro político. Es el caso de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso (PP), la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra (Compromís), la alcaldesa de Bacelona, Ada Colau (comunes), la expresidenta andaluza Susana Díaz (PSOE), o la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Ciudadanos).
Los candidatos de los cinco partidos estatales que se disputarán la Presidencia de la Junta el próximo 13 de febrero son el ya citado Mañueco (PP), Luis Tudanca (PSOE), Francisco Igea (Cs), Juan García Gallardo (Vox) y Pablo Fernández (UP). Las formaciones regionalistas Por Ávila y Unión del Pueblo Leonés, ambas con representación en las Cortes, también siguen esta pauta, con Pedro Pascual y Luis Mariano Santos como cabezas de lista.
La única excepción la protagonizan las candidaturas provinciales de la España Vaciada, que cuentan con tres mujeres (Verónica Santos, Nieves Trigueros y Cristina Blanco) y dos hombres (Ángel Ceña y José Ramón Burgos). En el resto de formaciones solo hay 11 mujeres (el 24,4%) situadas en la primera línea frente a 34 hombres (75,6%).
A juicio de Agustín Huete, profesor del Departamento de Sociología y Comunicación en la Universidad de Salamanca y miembro del Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla y León, "hay una parte importante de la población que sigue considerando que los hombres son más importantes y que se les da mejor hacer política que a las mujeres".
Diana Rubio, doctora en comunicación, coincide. "La política en Castilla y León está muy masculinizada. Es un territorio cuyos valores son muy tradicionales y en el que sectores como el campo siguen teniendo cierto peso", señala a infoLibre. "Pero eso no es excusa", prosigue. "A mi juicio el único partido que acierta con sus candidaturas es el de la España Vaciada, que rompe con esos esquemas del campo asociado a lo masculino".
Zamora es la única provincia con mayor proporción de mujeres
Unidas Podemos, que se presenta en coalición con Izquierda Unida por primera vez en la región, es la formación que menos mujeres tiene en la casilla de salida: solo una de nueve. Es Isabel Reguilón, número uno por la provincia de Zamora. Sin embargo, en su conjunto, los morados cuentan con más mujeres en las cinco primeras posiciones por el sistema de listas cremallera que las que tienen formaciones como Vox y el PP.
A Unidas Podemos le sigue el PP, con dos (María Isabel Banco y María del Rocío Lucas). Ambas consejeras del Ejecutivo presidido por Fernández Mañueco. Al igual que Ciudadanos, que cuenta con una mujer como cabeza de lista por Ávila (Celia Sierra) y otra por León (Ana Carlota Amigo).
Cierran la lista Vox y el PSOE, con tres cada uno. Este último, al igual que la formación morada, tiene listas cremallera, por lo que, en términos generales, es el partido que más mujeres tiene en las primeras posiciones. Las tres candidatas socialistas han sido también procuradoras en la última legislatura y son Nuria Rubio (León), Patricia Gómez Urbán, (Valladolid), y Ana Sánchez (Zamora).
Por su parte, las tres mujeres del partido ultra son: Susana Suárez (Segovia), María del Carmen Romero (Soria) y María Luisa Calvo (Zamora). Esta es la única provincia con mayoría de mujeres en el primer puesto.
Sin embargo, Diana Rubio asegura que el hecho de que Vox tenga más mujeres en los puestos de salida no significa que "den más importancia a este colectivo" que las formaciones de izquierdas. "Solo hay que fijarse en los tuits de su actual candidato", prosigue. Esos mensajes de García Gallardo, ahora borrados, eran vejatorios hacia las mujeres y los homosexuales. "Es evidente que con su designación buscan llegar a un público joven y principalmente masculino", razona.
La exconsejera Verónica Casado, uno de los principales rostros femeninos
Los dos expertos consultados creen que Verónica Casado, exconsejera de Sanidad, y uno de los rostros femeninos más conocidos, debería de haber sido la candidata de Ciudadanos a la Junta. "Es nuestra Fernanda Simón", bromea Huete, que recuerda las "comparecencias prácticamente diarias" de la exconsejera de Sanidad en los momentos más duros de la pandemia. "Creo que Ciudadanos hubiera acertado al ponerla como candidata a ella en lugar de a Francisco Igea. Ella cae mejor a los votantes", señala.
"Hubiera sido una buena manera de diferenciarse del resto", considera Rubio, que cree que la "buena percepción" que hay de Verónica Casado entre los castellanos y leoneses demuestra que "se confía más en las mujeres a nivel institucional que a nivel electoral". "No sé si se lo llegaron a ofrecer pero creo que Cs habría salido ganando con el cambio", sintetiza. Lo cierto es que la exconsejera fue alabada por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el año 2018.
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La propia Verónica Casado desvela la duda en conversación con infoLibre. "En mi partido sí que querían que fuera en cabecera –ahora ocupa el último puesto, a modo simbólico, en la lista por Valladolid– pero yo he acabado agotada de la política", resume. "He visto en mis excompañeros del PP una falta de estilo, de honestidad, que me ha dejado completamente decepcionada", asegura. "Yo ya tengo la vida solucionada, no necesito vivir de la política y te aseguro que estos últimos dos años y medio han sido de los más duros de mi vida".
Casado está "volcada" con la dirección de su partido durante esta campaña para impulsar la candidatura de Igea, pero asegura que la política no es para ella. "Las situaciones de machismo y los micromachismos que he vivido nunca me habían pasado a lo largo de mi carrera como médica. Es alucinante el desprecio con el que a veces me trataba la oposición y también los propios medios de comunicación", prosigue.
Aun así, defiende que debería haber más mujeres en puestos de responsabilidad política y lamenta el "olor a naftalina" que hay en la sociedad, que dificulta el ascenso profesional de las mujeres. "Tenemos que enfrentarnos con muchísimas resistencias, pero confío en que el cambio de mentalidad se esté consolidando. Por nuestro bien. Ojalá hubiera más mujeres en política, nos ahorraríamos muchos de los problemas que tenemos ahora", zanja.