Pedro Sánchez pierde el Comité y dimite

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Ibon Uría

Pedro Sánchez presentó este sábado su dimisión como secretario general en funciones del PSOE. Sánchez decidió dejar el cargo tras perder en el Comité Federal la votación sobre la convocatoria de un Congreso Federal extraordinario por 132 votos a 107. Los críticos, liderados por la presidenta andaluza Susana Díaz, lograron por tanto el apoyo del 55%.

El Comité Federal socialista había acordado, al filo de las ocho de la tarde, pronunciarse por llamamiento de sus miembros sobre la propuesta de celebrar ese congreso para elegir a un nuevo secretario general. Del cónclave también saldría una nueva dirección del partido.

Tras perder esa votación y renunciar a liderar el PSOE, Sánchez tomó la palabra y, según fuentes de Ferraz, apeló a la "unidad" y proclamó su "orgullo" de ser militante socialista. Agradeció a su ejecutiva el trabajo realizado desde su elección y prometió que todos sus miembros servirán al partido de manera "leal" de ahora en adelante.

Ese mismo mensaje fue el que trasladó en su última comparecencia en la sala de prensa de la sede de Ferraz como secretario general en funciones. Sánchez admitió que, tras un día "muy intenso", de mucho "debate" y gran "acaloramiento", se votó la petición de la ejecutiva de celebrar un congreso y que sus tesis salieron derrotadas.

Argumentó que la propuesta de celebrar primarias el 23 de octubre y el congreso el 12 y 13 de noviembre se debía a la necesidad de "dirimir" dos cuestiones. La primera, "el liderazgo" del partido, puesto en cuestión según afirmó por la dimisión el miércoles de 17 miembros de la ejecutiva. Y, la segunda, el "posicionamiento del PSOE en la investidura".

"Pensaba que la voz tenía que ser dada a los militantes (...). Lo que yo he defendido como secretario general fue precisamente celebrar un congreso, votar no a Rajoy, sostener el no a Rajoy, e intentar formar un Gobierno alternativo". Sánchez arguyó que, al no prosperar la convocatoria del congreso, él no puede "administrar" una decisión que no comparte.

"Mis padres me enseñaron que lo más importante es sostener la palabra (...), y lo he hecho con firmes convicciones", apuntó. Por último, llamó a la militancia a sentirse "orgullosa" de ser del PSOE y prometió su "apoyo leal" a la gestora que pilotará el partido hasta el próximo congreso y que se decidirá "en las próximas horas" 

Enfrentamiento en Ferraz

La dimisión del hasta ahora secretario general del PSOE se produjo después de que la reunión del Comité Federal del PSOE se prologara desde las 9.00 de la mañana en un ambiente de enfrentamiento total entre partidarios y detractores de Sánchez, que lograron, sin embargo, alcanzar este acuerdo para votar sobre la propuesta de celebrar un congreso.

Poco antes de la votación definitiva, en torno a las seis de la tarde, los afines al secretario general en funciones habían colocado una cabina con una urna en su interior en un intento de que la votación fuera secreta. El asunto, en todo caso, era el mismo: la fecha del próximo Congreso Federal extraordinario, que los afines a Sánchez deseaban celebrar en las próximas semanas, con primarias a la Secretaría General el 23 de octubre y el congreso los días 12 y 13 de noviembre.

Ese intento de votación se detuvo, según confirmaron fuentes presentes en la reunión a infoLibre, entre gritos de "¡pucherazo, pucherazo!" provenientes del sector crítico con Sánchez. El secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, llegó a advertir que de seguir adelante se llamaría a "un notario" para que certificase los hechos que se estaban prduciendo en el interior de la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid.

En paralelo, los integrantes del sector crítico anunciaron el comienzo de una recogida de firmas para activar una moción de censura contra Pedro Sánchez, al que consideraban deslegitimado por completo desde que el miércoles quedaran vacantes más de la mitad de los asientos de la Comisión Ejecutiva Federal a consecuencia de la dimisión de 17 miembros del sector contrario a Sánchez, una maniobra que buscaba precisamente forzar la salida del líder del partido.

Según los estatutos del PSOE, para que una moción de censura se ponga en marcha es necesario que esté avalado por la firma del 20% de los miembros del Comité Federal, algo que los críticos lograron con facilidad. Después, para que la moción de censura surta efecto, se habría requerido la mitad más uno de los votos de ese mismo órgano. La moción de censura es un mecanismo estatutariamente reconocido para destituir al secretario general. 

Sin embargo, toda vez que la convocatoria del Comité Federal de este sábado que reconocen los partidarios de Sánchez es de carácter extraordinario, en la cita de este sábado no podían debatirse asuntos no previstos en el orden del día [ver en PDF] según este sector. Entre ellos no estaba la moción de censura, que finalmente no se votó y se sustituyó por la votación sobre el congreso.

Pedro Sánchez presentó este sábado su dimisión como secretario general en funciones del PSOE. Sánchez decidió dejar el cargo tras perder en el Comité Federal la votación sobre la convocatoria de un Congreso Federal extraordinario por 132 votos a 107. Los críticos, liderados por la presidenta andaluza Susana Díaz, lograron por tanto el apoyo del 55%.

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