Adaptar el trabajo a la vida y no la vida al trabajo. Ese es el principal objetivo entre la conciliación familiar y laboral. Una palabra que está, a menudo, más presente en el discurso de los políticos que en las políticas públicas que se impulsan desde el Gobierno o el Congreso. Sin ir más lejos, este miércoles la Comisión Europea ha pedido a nuestro país —y a una decena de Estados Miembros— que transponga plenamente las normas comunitarias sobre la conciliación de la vida familiar y laboral de padres y cuidadores.
Con todo, lo cierto es que en esta legislatura se han producido notables avances en cuanto a creación de permisos se refiere. El último, anunciado esta misma semana, se trata de la puesta en marcha de un permiso retribuido de hasta dos semanas para familiares o amigos de personas en riesgo inminente de quitarse la vida para apoyarles y acompañarles. Una iniciativa —sin carácter legislativo— que llegó al Congreso de la mano de Más País, que se aprobó por unanimidad de la Cámara, y que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones prevé poner en marcha antes de que acabe el año.
Con la aprobación de La ley de Familias, que actualmente se encuentra en el último trámite parlamentario, también se crean nuevos permisos remunerados para el cuidado de familiares o convivientes, habilita un registro de parejas de hecho que podrán acceder a los distintos permisos y da la posibilidad a los padres o madres con hijos menores de ocho años de disfrutar de ocho semanas —por el momento, sin remunerar— de manera continua o discontinua.
Estos han sido los principales avances de la legislatura:
Permiso de 16 semanas igualitario e intransferible
Igualar los permisos parentales y hacerlos intransferibles ha sido una de las principales banderas de los dos socios de coalición y herencia del anterior Gobierno del PSOE. Un paso para terminar con el sesgo de género ligado a la conciliación y con las muchas brechas que se expresan en los principales indicadores del mercado laboral. En el año 2019 el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó por decreto un incremento progresivo del permiso de paternidad: esa año el permiso de los varones fue de ocho semanas, en 2020 de doce semanas y en el año 2021 se alcanzaron las 16. Las madres, por su parte, también disponen de 16 semanas. Ambos progenitores deben coger seis semanas de forma obligatoria e ininterrumpidamente con posterioridad al parto.
Los permisos de las parejas de hecho iguales a los matrimonios
Cuando la Ley de Familias se apruebe de manera definitiva las parejas de hecho verán equiparados sus derechos respecto a los permisos de cuidados que pueden disponer las parejas casadas. Se beneficiarán, así, del permiso de 15 días posterior al registro de la unión, un derecho del que hasta ahora solo pueden disponer los matrimonios, y también de los días que corresponden en caso de accidente o enfermedad de la pareja de hecho. Se concederá un permiso de cinco días, remunerado "por accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario” y hasta cuatro días de permiso remunerado para parejas de hecho, que se podrá disfrutar por horas, que tengan que hacer frente a "imprevistos" y "urgencias familiares".
Permiso parental de ocho semanas para padres y madres
La norma impulsada por el departamento de Derechos Sociales, dirigido por Ione Belarra, también crea un permiso parental de ocho semanas para los padres o madres con hijos menores de ocho años, que podrá disfrutarse de manera continua o discontinua y que aplicará de forma progresiva: será de seis semanas en 2023 y de ocho en 2024. Según el texto que salió del Consejo de Ministros este permiso no es retribuido aunque el ministerio de Belarra intentó que lo fuera. Sin embargo, tras las recomendaciones del Consejo de Estado, que señalaba que para trasponer correctamente la Directiva Europea de cuidados el permiso tenía que estar, al menos, parcialmente remunerado, se está trabajando para elaborar una propuesta de, al menos, retribución parcial. Esta modificación se está abordando en el trámite parlamentario
Permiso por cuidado de cinco días al año para familiares o convivientes
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La norma también plantea un nuevo permiso de cinco días al año, retribuidos, para atender a un familiar hasta segundo grado o conviviente. Se trata de una opción a la que se podrán acoger los trabajadores y trabajadoras en caso de accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que necesite reposo y que responde a la Directiva Europea de conciliación de 2019. Hasta ahora, solo se contempla un permiso de dos días por fallecimiento o enfermedad grave de familiar.
Permiso por ausencia por "causa de fuerza mayor" de hasta cuatro días
Otra de las novedades de la ley es la creación de un permiso de hasta cuatro días al año "por causa de fuerza mayor" cuando sea necesario por ·motivos familiares urgentes e imprevisibles, en caso de enfermedad o accidente, que hagan indispensable su presencia inmediata". Un permiso que, además, se podrá disfrutar por horas. Según explican desde el ministerio de Derechos Sociales esto permitirá, por ejemplo, la posibilidad de que los padres se queden en casa por enfermedad del hijo o poder acompañar a tu pareja a urgencias, entre otros supuestos.
Permiso por acompañamiento a personas en riesgo de suicidio
En dos semanas el ministro José Luis Escrivá llevará a la mesa de diálogo social el permiso laboral retribuido para los acompañantes de personas en riesgo "inminente" de suicidio pactado con Más País. Según la propuesta parlamentaria, se trataría de una una baja laboral de una semana prorrogable a dos, por lo tanto no implicaría merma en el salario para el acompañante. Con esta ayuda se busca tratar de paliar un problema de hondo calado social como es el suicidio, la primera causa de muerte "externa" en España muy por encima de los accidentes de tráfico (1.599) o de los homicidios (283).
Adaptar el trabajo a la vida y no la vida al trabajo. Ese es el principal objetivo entre la conciliación familiar y laboral. Una palabra que está, a menudo, más presente en el discurso de los políticos que en las políticas públicas que se impulsan desde el Gobierno o el Congreso. Sin ir más lejos, este miércoles la Comisión Europea ha pedido a nuestro país —y a una decena de Estados Miembros— que transponga plenamente las normas comunitarias sobre la conciliación de la vida familiar y laboral de padres y cuidadores.