La marcha del exministro Josep Piqué de la compañía Vueling y el hecho de que también deje la presidencia del Cercle d'Economia hicieron despertar todo tipo de rumores sobre su regreso a la política activa. Este martes lo ha desmentido tajantemente en Madrid. Si Rajoy le llamara le respondería con un "no rotundo".
El exministro de los gobiernos de José María Aznar presenta este martes en Madrid su libro Cambio de era. Un mundo en movimiento: de Norte a Sur y de Oeste a este (Deusto).En el primero de los actos, que tuvo lugar por la mañana en el Club Financiero Génova, Piqué intentó zanjar las especulaciones sobre su futuro antes de entrar en materia sobre el contenido del libro.
"La política me ha dejado el virus inoculado. Tengo una pasión muy grande con la política. El virus de la política no tiene antídoto. Voy a ser siempre un apasionado seguidor de la política. Pero eso no tiene nada que ver. Estoy determinado a no regresar a la misma".
Minutos después, en el turno de preguntas volvía a insistir. Preguntado sobre si le daría a Mariano Rajoy un "no rotundo" si le llamara para integrarse en su Gobierno, asintió. "Creo que ya ha quedado claro", mantuvo. Su futuro, pues, se ciñe al sector empresarial. "Estoy viendo diferentes posibilidades", añadió. En los últimos días se ha dado por cerrado un acuerdo para incorporarse a la constructora OHL. No obstante, fuentes de su entorno aseguran que la negociación no puede darse por cerrada. "Lo que sí está claro es que no volverá al sector aéreo", sostienen las mismas fuentes.
Según ha informado este martes infoLibre, fuentes del Gobierno y del PP coinciden en que el expresidente de Vueling, que también está a punto de dejar de liderar el Cercle d'Economia, es una de las voces que Rajoy ha escuchado en los últimos meses a la hora de manejar la crisis abierta en Cataluña después de que Artur Mas solicitar permiso para convocar una consulta sobre la independencia. "Yo no soy partidario del derecho a decidir", sostuvo a preguntas sobre la situación actual en Cataluña. Piqué ha sido presidente del Grupo Parlamentario Popular en el Parlament de Catalunya y líder de los conservadores catalanes entre los años 2003 y 2007.
A juicio de Piqué, "la deriva soberanista [en Cataluña] es un fenómeno que conviene analizar en sí mismo" y que "es reflejo de la propia debilidad institucional de España". El exministro insistió en la idea de que es necesario "renovar el vínculo entre los ciudadanos y las instituciones".
Abrir el debate sobre la reforma constitucional
Para ello, una de las posibles fórmulas que puso sobre la mesa fue la de una reforma de la Constitución. El expresidente de Vueling señaló que hay una generación importante de españoles "que no votaron nuestra Constitución". "No pasa nada si los ciudadanos van renovando sus vínculos", consideró. "Las instituciones tienen que ir adaptándose a los nuevos tiempos", volvió a insistir.
El tema de la financiación autonómica también estuvo sobre la mesa de este desayuno informativo. Al respectó, abogó por abstraerse del debate sobre el reparto de poder y poner el foco en los recursos que cada administración debe tener para prestar los servicios básicos a sus ciudadanos.
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A su entender "hay que asumir el carácter prácticamente federal que tiene el estado de las autonomías" y proceder a una reforma en materia de financiación autonómica. No obstante, no ocultó la dificultad de gestionar un asunto de este calado, máxima porque este debate "está generado" en el plano de los sentimientos.
Muy en la línea de lo que en las últimas fechas viene insistiendo Esperanza Aguirre, una antigua compañera suya de partido, consideró necesaria una reforma de la Ley Electoral. Y abogó por las listas abiertas y por acercar la política a los ciudadanos. "No conocemos a nuestros representantes. El representante no se debe tanto a sus votantes, sino a quien hace las listas".
Sobre las reformas del Gobierno, Piqué aprueba la laboral y la del sistema financiero. Pero dejó claro que los problemas no se solucionan subiendo impuestos.
La marcha del exministro Josep Piqué de la compañía Vueling y el hecho de que también deje la presidencia del Cercle d'Economia hicieron despertar todo tipo de rumores sobre su regreso a la política activa. Este martes lo ha desmentido tajantemente en Madrid. Si Rajoy le llamara le respondería con un "no rotundo".