Las plataformas de redes sociales retiraron apenas el 30% de las publicaciones que el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) monitorizó como discurso de odio entre el 1 de enero y el 22 de agosto de este año. X, Facebook, YouTube, Instagram y TikTok mantuvieron a disposición de todos sus usuarios el 70% restante, a pesar de que el Observatorio considera que se trata de contenidos de odio racista y/o xenófobo, antisemita, antigitanos o islamófobos que pueden ser constitutivos de delito, infracción administrativa o que violan las normas de conducta de las plataformas de redes sociales.
El Oberaxe, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, monitoriza a diario, desde mayo de 2020, el discurso de odio en España en las cinco principales plataformas, lo que deja fuera del radar aplicaciones tan relevantes en la transmisión de estos discursos como Telegram.
En lo que va de año, encontró y reportó 2.095 contenidos, pero las plataformas solo retiraron 621. El 30% es un porcentaje sensiblemente menor al de otros años. En 2023 notificó 2.655 publicaciones racistas o xenófobas, y las plataformas retiraron un 49,4%, casi 20 puntos más que en lo que va de 2024.
El Observatorio colabora desde el año 2017 con la Comisión Europea en los ejercicios de monitorización que se realizan en cumplimiento del Código de Conducta para la lucha contra la incitación ilegal al odio en Internet, que fue firmado con las empresas prestadoras de servicios de alojamiento de datos con mayor presencia en la Unión Europea.
El código de conducta compromete a las grandes plataformas tecnológicas a combatir la difusión de mensajes que inciten al odio en línea. Las empresas se comprometen a luchar contra la incitación al odio en línea sin comprometer la libertad de expresión, persiguiendo discursos que promuevan la violencia o el odio basados en raza, color, religión, origen étnico o nacional.
Para cumplirlo, las tecnológicas deben tener procedimientos claros para evaluar y eliminar contenido que incite al odio en un plazo de menos de 24 horas tras una notificación válida, así como a trabajar con organizaciones de la sociedad civil para identificar mejor los contenidos inadecuados y fomentar discursos alternativos que promuevan la no discriminación.
Facebook y X, destacadas
En lo que va de 2024, Facebook (26%) y X (24%) son las plataformas que han recibido mayor número de notificaciones por parte del observatorio dependiente del Gobierno español, seguidas de TikTok (19%), Instagram (15%) y YouTube (13%).
Las plataformas retiraron apenas 162 contenidos notificados como usuario normal, lo que supone solo un 8% del total. La mayoría de las peticiones del observatorio que sí fueron atendidas lo fueron en su condición de trusted flagger o comunicante fiable, hasta un 22% adicional sobre el total de casos reportados
La plataforma china TikTok, con especial influencia entre los más jóvenes, sigue siendo la que más contenidos notificados retira, con una tasa del 50% (20 puntos por encima de la media). Le siguen YouTube, propiedad de Google, con un 30%. Por detrás están Instagram con un 29% y Facebook con un 19%, ambas dependientes de Meta. X, la red social adquirida por el magnate y empresario Elon Musk, volcado en las últimas semanas en apoyar la candidatura de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, es la plataforma que menos peticiones del observatorio retira, apenas un 12%.
El objetivo del odio en España a través de las plataformas online es evidente, según los datos recopilados por el Observatorio. En lo que llevamos de 2024, el 76% de los discursos han estado dirigidos a un colectivo en general, con un especial protagonismo de “la hostilidad hacia las personas originarias del norte de África (28%)”. El segundo grupo más alcanzado por estos contenidos es el de las personas afrodescendientes, con un 21%.
La categoría “personas inmigrantes” se ha utilizado en un 18% de los casos en los que, además de hacer mención de grupos específicos de población inmigrante, se alude también a las personas inmigrantes en general. A continuación se encuentran los contenidos islamófobos, con un 17%. Muy por debajo están los niños migrantes no acompañados (4%), la comunidad judía (2%) y la comunidad gitana (2%).
El Oberaxe analiza también las tipologías de discurso observadas y ha encontrado que “la deshumanización o degradación grave de personas o colectivos vulnerables se encuentra en el 25% de las comunicaciones” reportadas a las plataformas. Según su análisis de los datos de este año, los discursos que “incitan a la violencia con amenazas directas o indirectas” están presentes en el 22% de los mensajes de discurso de odio detectados.
El protagonismo del discurso agresivo explícito
Del mismo modo, el descrédito atribuido únicamente a características personales del grupo, sin dar ningún argumento más que la pertenencia a este, está presente en el 21% de los contenidos de odio analizados. El 14% de los contenidos monitorizados presentan a las personas inmigrantes y/o de origen extranjero como “una amenaza para la sociedad por sus acciones” y en un 11% de los casos se incita incluso a la expulsión del colectivo del país.
De las tres categorías que el observatorio ha considerado para la expresión del discurso de odio, los resultados muestran que “el discurso agresivo explícito”, que incluye insultos y otras expresiones agresivas, es el más frecuente. Se observa en el 53% de los casos notificados. El discurso “discriminatorio no agresivo” se ha detectado en el 34% de los contenidos monitorizados, mientras que el tono “irónico o sarcástico” está presente en el 11% de los contenidos reportados.
El principal episodio prototípico con el que se relacionan los contenidos de discurso de odio notificados es la inseguridad ciudadana (real o supuesta) relacionada con situaciones de violencia o robo, que se observa en el 34% de los contenidos cuya retirada ha sido solicitada por Oberaxe. Son discursos que asocian, sin pruebas, los episodios de inseguridad ciudadana a un determinado colectivo. Y que también propagan partidos como el PP y Vox.
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Hasta un 17% de los contenidos de odio identificados en lo que va de 2024 no están relacionados con ningún episodio prototípico concreto. Los analistas del observatorio deducen de este hecho que “el discurso antiinmigratorio que se difunde a través de redes sociales, principalmente amparado en bulos e información falsa, está propiciado por actitudes individuales negativas hacia las personas inmigrantes y por estereotipos”.
El Oberaxe enumera algunos de los episodios que más han alimentado el odio en los últimos meses. Entre ellos, el reciente crimen cometido en la localidad de Mocejón (Toledo), el discurso contra deportistas españoles de diferentes orígenes participantes en los Juegos Olímpicos de París 2024, las marchas violentas en Reino Unido contra la inmigración, los eventos deportivos con participación del futbolista Vinicius o el conflicto en Oriente Próximo.
También las manifestaciones antirracistas en Lavapiés (Madrid) de la pasada primavera, la toma en consideración por el Congreso de los Diputados de la Iniciativa Legislativa Popular sobre la regularización extraordinaria de personas inmigrantes y las entradas de personas inmigrantes o solicitantes de asilo con billetes con escala por el aeropuerto de Barajas. A la lista se suman las conspiraciones y desinformaciones sin pruebas sobre los túneles localizados en Nueva York y vinculados con la comunidad judía o las protestas por el aumento de solicitantes de asilo llegados desde Irlanda del Norte a Dublín y la escasez de vivienda asequible.
Las plataformas de redes sociales retiraron apenas el 30% de las publicaciones que el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) monitorizó como discurso de odio entre el 1 de enero y el 22 de agosto de este año. X, Facebook, YouTube, Instagram y TikTok mantuvieron a disposición de todos sus usuarios el 70% restante, a pesar de que el Observatorio considera que se trata de contenidos de odio racista y/o xenófobo, antisemita, antigitanos o islamófobos que pueden ser constitutivos de delito, infracción administrativa o que violan las normas de conducta de las plataformas de redes sociales.