El PP se aferra a un matiz ajeno al fallo para tratar de deslegitimar la moción de censura y el Gobierno actual

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El PP trató este miércoles de convertir la ratificación de la primera sentencia de la Gürtel, dictada en 2018 y desencadenante de la moción de censura contra Mariano Rajoy, en un bumerán contra Pedro Sánchez. El fallo del Tribunal Supremo confirma los hechos delictivos y las condenas que afectan al PP y a varios de sus dirigentes, entre ellos la exministra Ana Mato y el extesorero Luis Bárcenas, pero considera improcedente una referencia que el fallo original de la Audiencia hacía a la existencia de una caja B en el partido, un asunto pendiente todavía de juicio y que no se dirimía en este sumario. Y a esto se han aferrado Pablo Casado y los suyos para tratar de asentar la idea de que la moción de censura de 2018 tenía como única motivación esta afirmación sobre la caja bcaja by no la primera constatación judicial de las prácticas corruptas del partido.

Lo cierto es que basta con recordar los argumentos del PSOE en mayo de 2018 para demostrar que la afirmación del PP no se corresponde con la realidad. La moción misma, presentada en registro el 25 de mayo, se basaba en la sentencia condenatoria —que ahora ha refrendado el Supremo—, que condenó a cargos públicos y orgánicos del PP al propio partido conservador como responsable a título lucrativo.

La moción, en su exposición de motivos, recordaba una de las frases más demoledoras del fallo al revelar “una trama de corrupción tejida entre las empresas inmersas en el caso y el PP, que suponía ‘un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional” mediante la “manipulación de la contratación pública central, autonómica y local”. Y subrayaba la razón última de la moción: la decisión del presidente Mariano Rajoy de no asumir responsabilidad alguna.

Pedro Sánchez, en la comparecencia ante los medios que protagonizó ese mismo día, sí hizo referencia a la caja b, aunque no como el único motivo para presentar la moción. “Ayer conocimos la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la trama Gürtel, que afecta a la financiación irregular, ya le podemos quitar lo de supuesta, a la caja b del PP y, por supuesto también de personas muy vinculadas a la máxima dirigencia del PP”, declaró aquel día.

“Un caso”, recordó Sánchez, “que no es el único. A lo largo de los próximos meses va a haber muchos más que están siendo investigados por parte de los jueces y de los fiscales” y que han motivado una “lógica indignación social”. “Indignación a la cual hay que sumar alarma social por la magnitud del caso de corrupción que ha sido objeto de sentencia por parte de la Audiencia Nacional”.

Desde que se destapó la trama Gürtel, recordó aquel día Sánchez, y se dieron a conocer entre otros el intercambio de SMS entre Rajoy y Bárcenas, “el PSOE ha exigido siempre la asunción de responsabilidades políticas por parte del PP y por parte de sus máximos dirigentes sin éxito”. La víspera, explicó, los socialistas esperaron a pronunciarse y comunicar una primera opinión sobre la sentencia a “saber exactamente cuál era la opinión y el posicionamiento del Gobierno de España. Si iban o no a asumir sus responsabilidades políticas”. Que no lo hiciera, explicó, es lo que motivó en última instancia la presentación de la moción que acabó costándole la Presidencia. Porque era Rajoy, según Sánchez, el responsable último de una situación causada por “un partido que se ha financiado irregularmente durante años y un presidente del gobierno que no ha asumido ninguna responsabilidad política”.

Esa falta de respuesta por parte de Rajoy a la publicación de la sentencia también fue citada por el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en la presentación de la moción en el Congreso. “Durante todo el jueves 24 de mayo [de 2018] el Partido Socialista esperó la única respuesta que cabía ante unos hechos tan graves: la dimisión del presidente del Gobierno. Tan es así que se nos decía: el PSOE está en silencio, no ha dicho nada en todo el día. Lo que esperábamos eran gestos, actos”, pero “la reacción fue la de siempre: negar la realidad, y en este caso negar también el fallo judicial y menoscabar la tarea de los jueces”. “Usted, señor presidente, ha hundido hasta límites insospechados la dignidad de la sede que ocupa. Ante esa realidad —lo dice todo el mundo, dentro y fuera de esta Cámara, dentro y fuera de nuestro país— no ha tenido la decencia política de por lo menos dimitir”, reprochó a Rajoy.

“Una vez conocida la sentencia del caso Gürtel ya no hay suposiciones, sino certezas: la certeza jurídica de que Gürtel era el PP y el PP era Gürtel”, Gürtel proclamó en su intervención en el Pleno, en la que también hizo referencia a la caja b:

“En palabras de la propia sentencia, el Partido Popular desde su fundación ha sido, y leo —no valoro, leo textualmente—, un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional, mediante la manipulación de la contratación pública central, autonómica y local. Lo dice la justicia. Una sentencia que también certifica la ausencia de credibilidad de la declaración del señor Rajoy en sede judicial cuando señalaba que nada sabía sobre la caja b del partido que presidía, cuya existencia, según la sentencia, queda acreditada. Y leo —no opino—, leo la sentencia: los señores Arenas, Álvarez-Cascos, García-Escudero y Rajoy niegan la existencia de una caja B en el partido. Sin embargo el ministerio fiscal rebate la veracidad de dichos testimonios al indicar —argumentación que comparte el tribunal— que se pone en cuestión la credibilidad de estos testigos, cuyo testimonio no aparece como suficientemente verosímil para rebatir la contundente prueba existente sobre la caja b del partido. Una sentencia que condena por primera vez a un partido político por corrupción, y me remito literalmente al fallo judicial”.

Con su actividad delictiva, acusó Ábalos citando el fallo de la Audiencia para justificar la moción, “produjeron beneficios económicos cuantificables al Partido Popular, consistentes en la financiación ilegal de actividades y diversos actos políticos realizados en campañas y precampañas electorales para sus candidatos, que de otra manera hubieran tenido que ser sufragados directamente con recursos económicos propios”.

“Llevamos tres sentencias de Gürtel, todas en la misma dirección, y nos quedan otras tantas. ¡Solo de Gürtel! La visita del Santo Padre a Valencia. ¡Qué mejor ocasión para sacar algo!. Boadilla, Arganda, Jerez, AENA, Fórmula 1 y ‘papeles de Bárcenas’. ¡Solo hablo de Gürtel! ¿Qué diremos cuando vayan saliendo las sentencias numerosas de los casos Lezo, Púnica, Taula y Erial?”, se preguntó.

Contra Sánchez

A pesar de ello, el PP se aferró este miércoles a su argumentario para intentar minimizar la decisión del Supremo y, al mismo tiempo, volverla contra Sánchez. El portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aseguró que el fallo que condena a su partido acredita en cambio que la moción de censura a Mariano Rajoy fue “injusta” porque “se eliminan [de la sentencia] los párrafos que la fundamentaron”. Y el portavoz conservador en el Senado, Javier Maroto, tachó de “falsos” los argumentos de la moción de censura.

Y eso que el Alto Tribunal ha confirmado que el PP participó a título lucrativo, en calidad de beneficiario, de las actividades de la red corrupta con la que Francisco Correa intercambiaba concesiones y contratos públicos a empresarios a cambio de dinero. Un fallo que además ratifica con ligeros ajustes las condenas de prisión dictadas para 29 acusados por la Audiencia Nacional, además de la responsabilidad civil a título lucrativo del PP, de la exministra Ana Mato y de 11 de los acusados, que son condenados a más de 12 años de prisión.

Almeida no tuvo más remedio que admitir que los hechos probados en los tribunales “son lamentables y merecen la condena, sea cual sea el partido al que afecten un caso de corrupción”. Para a renglón seguido asegurar que lo relevante es que el Supremo ha retirado de la sentencia la referencia de la Audiencia Nacional a la existencia de una caja b en el PP. Una referencia que ahora el partido de Casado trata de hacer creer que constituía el hecho sobre el cual el PSOE impulsó y ganó la moción de censura que en 2018 puso fin al Gobierno de Mariano Rajoy. La decisión del Supremo, subrayó, “acredita que la moción de censura a Mariano Rajoy era injusta”. Y no solo la moción, también el gobierno actual, pasando por alto la celebración de dos convocatorias electorales: “Alguien es presidente del Gobierno en estos momentos gracias a una sentencia que en el aquel momento era provisional”, aseguró. A Pedro Sánchez “le merece la pena reflexionar si estaba justificada o no esa moción”, ya que “las responsabilidades políticas se pagaron (sic) y ahora se comprueba, injustamente”.

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El objetivo del PP es tratar de construir un cortafuegos en torno a la figura de su presidente, Pablo Casado, que apenas ha marcado distancias con los hechos que recientemente acaban de salpicar presuntamente a altos cargos de Rajoy en relación con la Operación Kitchen.

Y para hacerlo, el PP desplegó una intensa batería de acusaciones contra los ministros del Gobierno que formaron parte de la Junta de Andalucía en la época en la que la presidieron Manuel Chaves y José Antonio Griñán, hoy condenados por el caso de los ERE, y contra el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al que un juez de la Audiencia Nacional quiere que el Tribunal Supremo le impute por tres supuestos delitos relacionados con la investigación de llamado caso Dina.

Fuentes del PP, además del propio Javier Maroto, han salido en defensa del “compromiso del presidente Casado con la ejemplaridad” pública. “El único trato que tuvo la nueva dirección del PP con Luis Bárcenas es una amenaza de querella a Javier Maroto y a Pablo Casado por llamarle delincuente”, aseguran.

El PP trató este miércoles de convertir la ratificación de la primera sentencia de la Gürtel, dictada en 2018 y desencadenante de la moción de censura contra Mariano Rajoy, en un bumerán contra Pedro Sánchez. El fallo del Tribunal Supremo confirma los hechos delictivos y las condenas que afectan al PP y a varios de sus dirigentes, entre ellos la exministra Ana Mato y el extesorero Luis Bárcenas, pero considera improcedente una referencia que el fallo original de la Audiencia hacía a la existencia de una caja B en el partido, un asunto pendiente todavía de juicio y que no se dirimía en este sumario. Y a esto se han aferrado Pablo Casado y los suyos para tratar de asentar la idea de que la moción de censura de 2018 tenía como única motivación esta afirmación sobre la caja bcaja by no la primera constatación judicial de las prácticas corruptas del partido.

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