LA BATALLA DEL 28M
El PP se agarra a la marcha de Ferrovial para intentar atacar a Sánchez con la economía
“Eso con Feijóo no pasará”. Palabra de Elías Bendodo. ¿El qué? La marcha de Ferrovial a los Países Bajos. Génova 13 ha desplegado una ofensiva para desgastar a Pedro Sánchez durante estos días con la decisión de la empresa de trasladar su sede fuera y cotizar en EEUU, intentando vincularlo como consecuencia de algunas críticas a empresarios por parte de la coalición.
La derecha política, mediática y económica se pasó meses prediciendo un apocalipsis económico, una profunda crisis y una recesión. Pero la economía española es de las que mejor está resistiendo en la UE los convulsos tiempos de guerra de Ucrania y se cerró el año pasado con un crecimiento incluso superior al previsto por el Gobierno (un 5,5% del PIB en 2022). Y ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de revisar al alza su previsión para España para este año, con un 1,5%, convirtiéndose en la economía que liderará este incremento del producto interior en la eurozona.
En el PP no esperaban este escenario económico. En la dirección nacional vaticinaban que esos augurios negativos terminarían achicharrando a Pedro Sánchez durante este ciclo electoral y que el maltrecho bolsillo de los ciudadanos se convertiría en un feroz voto contra la coalición. Pero no ha sucedido y el Partido Popular se ha encontrado con que ha naufragado su estrategia.
Por eso, ante las buenas cifras de ocupación o de crecimiento, el PP se agarra a Ferrovial para atacar por el flanco económico al Gobierno, y no perder ese estandarte electoral. Siempre se habían presentado como los mejores gestores, y ahora, en cambio, el PSOE gana enteros en este terreno. Por lo tanto, en los discursos de estos días de los conservadores se encuentran continuas referencias a Ferrovial. Sin entrar en críticas a la empresa y con la idea utilizada durante toda la legislatura: Pedro Sánchez es el culpable de todo.
El PP trata de vincular la salida con "la ideología radical de izquierdas"
El número tres del PP, Elías Bendodo, se encargó de desplegar las críticas este miércoles, a escasas horas de que la junta de accionistas de Ferrovial apruebe de manera mayoritaria el cambio de sede a los Países Bajos. Para el coordinador general esto se debe al “escandaloso intervencionismo e insulto” del Gobierno hacia los empresarios. “Inaceptable en democracia”, ahondó.
El popular atacó duramente a la coalición, avivando el fantasma de una supuesta marcha de empresas por el actual Gobierno PSOE-UP: “Ideología radical de izquierdas”. En todo momento defendiendo que es una decisión “libre de la empresa” y sin entrar en ninguna consideración de que las ganancias millonarias durante décadas de la familia Del Pino ha sido gracias a contratos por adjudicaciones de obras públicas.
También ha visto un filón en Ferrovial para cargar contra el Gobierno Isabel Díaz Ayuso, que no ha censurado en ningún momento que la empresa deje España cuando nació precisamente, como recuerda en su historia la compañía, en “un ático en el centro de Madrid”. La presidenta regional lleva explotando el tema desde principios de la semana. Entre sus declaraciones: "¿Qué gran compañía o empresario va a querer venir a España mientras esté el proyecto de Sánchez? Que encima invita con su dinero y cada vez que tiene una idea populista sin medir lo saca el empresario y autónomo con su esfuerzo y encima ni agradecido. Eso es lo que nosotros, desde luego, nunca haríamos en Madrid".
Intenta además la líder de los populares madrileños extender la imagen de que Ferrovial es el principio de más fugas: "El Gobierno se cree que no tiene límites y que puede con todo. Esto tiene un nombre y es un nombre que es en blanco y negro. Y tiene sobre todo un resultado que es la fuga masiva de empresas". También la ‘número dos’ del partido, Cuca Gamarra, se sumó el martes a las voces en ese sentido: "Debería de actuar como un gobierno serio y responsable. Aunque a estas alturas los españoles ya sabemos que esto es mucho pedir a Pedro Sánchez y a todo su Gobierno. Y eso significa dejar de insultar a los empresarios españoles, dejar de atacar los intereses de las empresas españolas y garantizar la seguridad jurídica".
Enfado en La Moncloa e intercambio de cartas
Con la aprobación este jueves en la junta de accionistas de Ferrovial del cambio de sede a Países Bajos, se materializa una decisión que ha sacudido buena parte del tablero político y económico. Este movimiento ha supuesto un enfado mayúsculo en La Moncloa, tanto por el fondo como por las formas. Además, desde el Gobierno se rechaza tajante la argumentación dada por la compañía de que es necesario el paso para poder cotizar en EEUU y que en España hay falta de seguridad jurídica.
Hasta el último momento el Ejecutivo ha tratado de convencer a Ferrovial (no era posible legalmente prohibirlo) para que no se marche. Y ha habido un intercambio de misivas esta semana. El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, mandó una carta a la compañía explicando que no es necesario el traslado a Amsterdam para cotizar en Nueva York, a tenor de los análisis hechos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Bolsas y Mercados de España y el propio Ministerio de Asuntos Económicos. De esta manera se buscaba "informar" de cara a la decisiva junta de accionistas del jueves. No obstante, la compañía ha logrado al final atar el apoyo del fondo noruego de pensiones, que no era esencial en la votación (con su 1,49% de participación) pero su ‘no’ tendría un significado simbólico.
Ferrovial: un cuento… holandés
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En cambio, la compañía contestó en otra carta que sí hay motivos económicos para trasladar la sede, pidiendo respeto al Gobierno por la decisión de la junta: “La doble cotización desde los Países Bajos es una alternativa expedita y bien conocida, mientras que la posibilidad de lograrla desde España carece de precedentes y se encuentra sujeta a interrogantes técnicos y operativos que, en el mejor de los casos, harían incierto el calendario de su hipotética implementación”.
Ese traslado también puede tener efectos fiscales para la compañía en España. La titular de Hacienda, María Jesús Montero, tras estudiar “en detalle” el caso, dijo sobre la posibilidad de que Ferrovial pueda disfrutar de las ventajas fiscales del régimen especial de fusiones, recogida en el Impuesto sobre Sociedades, que "la legislación es clara: cuando no hay motivos económicos, hay determinados elementos fiscales que no se puede aplicar la empresa".
El Gobierno ve detrás de esta operación el intento de Ferrovial de pagar menos impuestos y, además, se acusa a la compañía de falta de patriotismo, pues sus cifras se han debido principalmente desde su nacimiento a obras públicas a lo largo y ancho de todo el país, con administraciones de todos los colores. En todo caso, en Moncloa se descarta un efecto contagio en otras empresas, como intenta vender el Partido Popular, y se recuerda que el año pasado se registraron cifras récord de inversión directa extranjera en España, con alrededor de 35.000 millones de euros.