Sólo en esta semana, el Partido Popular ha visto cómo daban un paso atrás Lucía Figar y Salvador Victoria en Madrid, Alfonso Rus en Valencia y Francisco Javier León de la Riva en Valladolid. Todo en un contexto de intensas negociaciones del partido, sobre todo con Ciudadanos, para formar gobiernos municipales y autonómicos en los próximos días.
En el PP hablan de cambio de ciclo, de salto de una etapa en la que se era menos contundente con los escándalos de corrupción a una etapa en la que la respuesta es más rápida, aunque algunos de estos escándalos llevasen años coleando. Un giro cuyo mérito atribuyen "al compromiso del partido y del Gobierno contra la corrupción y a la asunción de responsabilidades por parte de los afectados".
Pero no pasa inadvertido que estos anuncios de renuncias o dimisiones se producen en medio de la demanda de Ciudadanos de que cualquier formación que quiera su apoyo debe cumplir una serie de condiciones en las que la asunción de responsabilidades políticas ante cualquier caso de corrupción es clave. Y tampoco pasa inadvertido que las dimisiones anunciadas anteriormente han estado precedidas en la mayor parte de los casos de presiones de las respectivas direcciones regionales para que diesen un paso atrás por el bien del partido.
Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con Alfonso Rus, alcalde en funciones de Xátiva (Valencia) y presidente de la Diputación en funciones. Antes del inicio de la campaña, el PP le suspendió de militancia después de que se filtrase la grabación de una conversación en la que supuestamente se le podía escuchar contando dinero en un coche. Pero él se aferró al cargo y continuó como cabeza de lista de su ciudad. Y aguantó hasta este miércoles, cuando renunció a ser candidato de la lista municipal del PP. Es decir, a recoger el acta.
Si en algún momento tuvo alguna duda sobre si los ciudadanos le iban a dar su apoyo cuando el escándalo que le afecta estaba en plena ebullición, el 24-M recibió un duro golpe de realidad: el PP de Xátiva, cuya lista fue encabezada por él, pasó de ser el favorito a ser la tercera fuerza tras PSPV y EUPV.
Con su marcha, el PP se ahorra las tensiones que iba a haber entre él y el resto de integrantes de la lista el próximo sábado, día en el que se constituirán los ayuntamientos. La dirección nacional del partido insistía en que en campaña no podía tomar ninguna medida contra él, sólo cruzar los dedos para que se marchara. Pero que la reacción llegaría en el momento de la constitución del consistorio. No va a hacer falta. El propio afectado ha dejado el camino despejado.
Las fuentes conservadoras consultadas por infoLibre admiten que les habría gustado que Rus diese un paso atrás antes del inicio de la campaña para evitar dar munición al adversario político, pero sostienen que hay que quedarse con lo "positivo" y que lo "positivo" es que la formación se va desprendiendo de determinados dirigentes que no encajan en lo que necesita el PP de cara a las elecciones generales. "Los escándalos ya no los podemos borrar", señala un dirigente provincial.
En este sentido, mantienen que estos ceses o dimisiones hay que entenderlos más en el contexto global, aunque luego tengan mayor repercusión en los territorios en los que ocurren. "A la hora de buscar las causas de nuestros resultados del 24-M no podemos pasar por alto los escándalos de corrupción que nos han afectado en los últimos años. Los ciudadanos tienen que percibir que algo ha cambiado, que nuestro compromiso por la regeneración va en serio", recuerda.
La caída de De la Riva
Un día después del anuncio de Rus fue el turno de Francisco Javier León de la Riva. El veterano alcalde de Valladolid y el hombre que volvió a encabezar la lista al consistorio castellanoleonés pese a que cuando la dirección nacional del partido le ratificó como candidato ya se conocía de su delicada situación, decía adiós este viernes y dejaba su puesto de alcalde en funciones en manos de la primera teniente de alcalde.
León de la Riva no estaba en disposición de recoger su acta de concejal porque está inhabilitado para el ejercicio del cargo de edil o regidor municipal por una sentencia que le condena por un delito de desobediencia al no adaptar a la legalidad un edificio.
La pelea por el Gobierno de Madrid
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De todas las renuncias la que cobra mayor valor a día de hoy es la de Salvador Victoria, consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, y Lucía Figar, consejera de Educación. Estas allanan el camino a Cristina Cifuentes, candidata del PP de Madrid a la Comunidad, para acceder a la presidencia del Gobierno regional.
La exdelegada del Gobierno en Madrid necesita del apoyo de Ciudadanos para ser investida y una de las condiciones de Rivera a la candidata del PP es que prescinda de imputados y rompa con la etapa de Esperanza Aguirre.
La situación del PP de Madrid preocupa mucho en el partido, sobre todo porque es de las pocas formaciones regionales que puede salir un Gobierno. El gesto de Figar y Victoria no ha sido todavía suficiente para que Ciudadanos dé el sí a Cifuentes. De hecho, desde la formación de Rivera sostienen que, de momento, pese a reconocer el avance, están ubicados en el no.
Sólo en esta semana, el Partido Popular ha visto cómo daban un paso atrás Lucía Figar y Salvador Victoria en Madrid, Alfonso Rus en Valencia y Francisco Javier León de la Riva en Valladolid. Todo en un contexto de intensas negociaciones del partido, sobre todo con Ciudadanos, para formar gobiernos municipales y autonómicos en los próximos días.