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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

El PP se enfrenta a su primera gran crisis con Vox tras la constitución de la Mesa del Congreso

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"Tomamos nota". Con esta expresión cerró el líder de Vox, Santiago Abascal, el tuit que dedicó al Partido Popular este martes después de conocerse la formación de la Mesa del Congreso. La extrema derecha (52 escaños) se sentará por primera vez en el órgano de gobierno de la Cámara. Pero a Vox no le basta con la Vicepresidencia cuarta lograda por un ex del PP, Ignacio Gil Lázaro. Insisten en que su peso parlamentario en la XIV Legislatura debía corresponderse con dos asientos en la Mesa y culpan a los conservadores de no haberse movido para que así fuese. Ese "tomamos nota" de Abascal es una advertencia en toda regla al partido de Pablo Casado. Porque si el PP cogobierna en Andalucía, Comunidad de Madrid, Región de Murcia o el Ayuntamiento de Madrid es gracias a que los votos de la extrema derecha así lo permitieron.

La extrema derecha no quiso entrar en las instituciones porque, aseguraban, los ciudadanos les pusieron en la oposición. Y ahora, desde este lugar, tienen todas las herramientas para poner las cosas complicadas al PP.

Dirigentes del PP consultados por infoLibre dan por hecho que Abascal y los suyos pondrán "difícil" la aprobación de los Presupuestos allí donde les permitió gobernar. Pero defienden que, a la larga, no tienen otra opción que volver a su lado: "O el PP, o ponerse del lado de la izquierda"

Así, mientras en Vox recomiendan, con ironía, al PP que empiece a mirar a la izquierda para aprobar Presupuestos autonómicos y municipales, en el PP intentan dejar la pelota en el tejado de Abascal apuntando a que deberán explicar a sus electores si ahora se han ubicado del lado del PSOE y de Unidas Podemos.

También cuentan en el PP con que, en el día a día, Vox explote lo que consideran un "cordón sanitario" del PP contra ellos, sumándose a la izquierda.

Los conservadores llevan debatiendo la relación que deben entablar con la extrema derecha y la forma en la que deben –o no– contrarrestar sus mensajes desde antes de las elecciones generales del 28 de abril. En las últimas semanas, destacados dirigentes conservadores coincidían en que, en lo relativo a la Mesa del Congreso, el partido de Abascal estaba haciendo un papel, actuando. Porque lo que de verdad perseguían era ser excluidos para alimentar "el victimismo". El "todos contra Vox".

Reproches mutuos 

A la espera de cómo digiera Vox lo ocurrido este martes en la sesión constitutiva de las Cortes, la foto que queda de la derecha en el arranque de la XIV Legislatura es la de dos partidos, PP y Vox, echándose los trastos a la cabeza y la de Ciudadanos (10 escaños) culpando a la extrema derecha de haber permitido que la izquierda sea más fuerte en la Mesa por no haber apoyado la oferta que hizo Casado este lunes. la oferta que hizo Casado este lunes

Para el PP, los socialistas iban de farol cuando propusieron un "cordón sanitario" a Vox porque lo que en realidad le interesa a Pedro Sánchez es que la extrema derecha tenga presencia en las instituciones para fomentar la "división" del espacio del centroderecha. Para "desviar" el foco de las negociaciones de Gobierno con "comunistas e independentistas".

Tras la sesión constitutiva de la Cámara, Casado compareció ante la prensa y defendió sin matices que, a ojos del PP, Vox se había equivocado. Que el PP no es "sospechoso" de haber querido aislar a Abascal en la Mesa porque se opusieron desde el primer momento al llamado "cordón sanitario".

La idea del PP, que no llegó a buen puerto por la negativa de Vox a negociar con Ciudadanos, era que ellos se hicieran con dos puestos en la Mesa y Vox y el partido naranja con uno cada uno. Con este esquema, la izquierda habría obtenido un representante menos de los seis obtenidos. El órgano de Gobierno de la Cámara queda ahora integrado por una clarísima mayoría de izquierda: seis (tres puestos para el PSOE, tres para Unidas Podemos) y tres para la derecha (dos para el PP y uno para Vox). Las decisiones se toman por mayoría.

Casado es un socio "de fiar"

Fracasada la oferta del PP a Vox, los conservadores se votaron a sí mismos en la primera votación, la de las Vicepresidencias, y repartieron sus votos con Ciudadanos en la de las Secretarías. El partido naranja se quedó fuera. Pero en Génova ponen en valor este gesto como prueba de que Casado "es de fiar" cuando el lunes dijo que iba a intentar que su socio de Gobierno tuviese un puesto en la Mesa. La idea del principal partido de la oposición es la de crear un "buen clima" parlamentario con Cs para funcionar como un bloque único: 101 diputados. Son los que resultan de sumar los 89 del PP, los 10 de Cs y los dos de Navarra Suma.

Es verdad que si el PP hubiese participado del "cordón sanitario" que le propuso la semana pasada el PSOE de forma oficial en una reunión en la Cámara, Vox habría quedado fuera. Pero también es verdad que los socialistas podrían haberlo impedido en la votación de las Vicepresidencias presentando un candidato más, prestando votos a Ciudadanos o renunciando a la Vicepresidencia primera en favor de Ana Pastor (PP).

Este martes, tras cerrarse la sesión constitutiva, en Vox se quejaban de falta de voluntad negociadora del PP para la jornada parlamentaria que concluía. Un extremo que niegan en las filas conservadoras, donde se asegura que hubo cruces de llamadas en la tarde del lunes y que, incluso, se hizo un último intento en la mañana de este mismo martes. Y que Vox no se movió en ningún momento del "no" a facilitar la entrada de Ciudadanos en la Mesa. 

Pluses económicos

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Sentarse en el órgano parlamentario de mayor peso tiene asociados unos complementos que vendrían a sumarse a los ingresos que cualquier parlamentario percibe mensualmente. 

Según el Régimen económico y de ayudas de los señores diputados, un documento cuya última actualización lleva fecha del pasado 29 de julio, todos los parlamentarios, independientemente de sus funciones, reciben 2.981,86 euros al mes. A esta cantidad se suman las llamadas "indemnizaciones": están fijadas en 1.910,20 euros para los diputados de circunscripciones distintas a Madrid y en 917,03 para los electos por Madrid.

A estas cantidades, el presidente de la Mesa, sumaría mensualmente, entre complemento de miembro de Mesa, gastos de representación y gastos de libre disposición un total de 9.694,47 euros. La cantidad extra es de 3.106,02 para los vicepresidentes y de 2.589,05 para los secretarios.

"Tomamos nota". Con esta expresión cerró el líder de Vox, Santiago Abascal, el tuit que dedicó al Partido Popular este martes después de conocerse la formación de la Mesa del Congreso. La extrema derecha (52 escaños) se sentará por primera vez en el órgano de gobierno de la Cámara. Pero a Vox no le basta con la Vicepresidencia cuarta lograda por un ex del PP, Ignacio Gil Lázaro. Insisten en que su peso parlamentario en la XIV Legislatura debía corresponderse con dos asientos en la Mesa y culpan a los conservadores de no haberse movido para que así fuese. Ese "tomamos nota" de Abascal es una advertencia en toda regla al partido de Pablo Casado. Porque si el PP cogobierna en Andalucía, Comunidad de Madrid, Región de Murcia o el Ayuntamiento de Madrid es gracias a que los votos de la extrema derecha así lo permitieron.

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