El plazo de presentación de precandidaturas para el XIX Congreso Nacional del PP, una cita extraordinaria convocada tras la marcha de Mariano Rajoy, se cerró este miércoles a las 14.00 horas. Este jueves se proclamará de forma oficial a los precandidatos una vez comprobados sus avales. Y desde el viernes hasta las 24 horas del 4 de julio se extenderá la campaña electoral interna. La primera meta de todo este proceso culmina el 5 de julio, cuando los militantes podrán elegir. La segunda, en el congreso que se celebrará en Madrid los días 20 y 21 de julio, cuando los compromisarios dirán la última palabra en el caso de que pase más de un candidato. Ahora, las miradas de los siete aspirantes a suceder a Mariano Rajoy están puestas en movilizar a las bases del Partido Popular, una formación que estrena nuevo sistema de elección en un congreso nacional y poco acostumbrada a elegir. Disponen de cinco días. El reglamento del congreso estableció la semana pasada que los afiliados podrán inscribirse para participar en la elección del presidente del PP hasta las 14.00 horas del lunes 25 de junio.
Este miércoles, a la salida de la sede del PP tras la entrega de avales –sólo eran necesarios 100, pero los siete candidatos entregaron bastantes más–, miembros de todas las candidaturas coincidían en que su principal reto de los próximos días es que los militantes entiendan el proceso, sepan que para votar el 5 de julio necesitan estar previamente inscritos y se movilicen.
¿Cuál sería una buena cifra de participación para el PP en este sistema de votación de doble vuelta? Las fuentes consultadas evitan dar una cifra. Pero el precedente dejó el listón bastante bajo: el número de votantes en los congresos regionales celebrados a lo largo de 2017 no llegó al 9% del censo. Concretamente fue del 8,6%, según datos publicados por este diario a partir de las cifras facilitadas por la dirección del PP. ¿Sería este un buen punto de partida? Las fuentes consultadas prefieren no mojarse. Pero señalan que lo que han percibido los últimos días entre las bases les lleva a ser optimistas.
848.542 militantes
Los estatutos del PP fueron modificados en materia de elección de líderes en el XVIII Congreso Nacional, celebrado en Madrid en febrero de 2017. Se trata de un sistema de doble vuelta asimétrico si se tiene en cuenta que en la primera de las fases votan los militantes. En la segunda, ya en el congreso, votan los compromisarios.
Excluyendo a Galicia, donde el congreso fue celebrado en mayo de 2016 con los estatutos antiguos como base, fueron 64.289 los afiliados que votaron en los congresos regionales (en las 16 autonomías restantes, Ceuta y Melilla). En esos territorios, el PP aseguraba contar en aquellas fechas con 747.518 militantes. Una cifra que aumentaba hasta 848.542 si se incluían los datos de Galicia.
A día de hoy, el censo oficial de afiliados del PP es de 869.535 personas. Una participación idéntica a la media de los congresos regionales –el 9%– supondría que votarían 78.258 militantes. La comunidad autónoma con más afiliados es Andalucía (169.602), seguida de la Comunidad Valenciana (149.177) y Galicia (101.100). Las tres regiones acogen a casi la mitad de la totalidad de los afiliados del principal partido de la oposición.
Para votar, los afiliados tienen que estar al corriente del pago de la cuota, una situación que pueden regularizar en el momento de la inscripción.
Siete candidatos
La baja cifra de avales exigida para participar en el proceso ha hecho posible que junto a rostros del partido muy conocidos como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, o el exministro José Manuel García-Margallo se hayan sumado el diputado por Ávila José Ramón García-Hernández; el exidirigente de Nuevas Generaciones del PP de la Comunitat Valenciana José Luis Bayo y el concejal del PP valenciano Elio Cabanes. Ahora es necesario que ellos y sus equipos animen a las bases del partido a votar. Es clave porque a la segunda fase sólo pueden pasar, como máximo, dos de ellos.
La tardanza de los grandes espadas a la hora de aclarar su futuro –Casado dio el paso el lunes, Feijóo rechazó competir también el lunes y Santamaría y Cospedal no deshojaron la margarita hasta el martes– ha hecho que hasta los últimos días no se haya visto mucho movimiento en las sedes para inscribirse para participar en la votación del 5 de julio. "La gente quería ver las opciones para ver si había batalla, es lógico", defiende un dirigente provincial, que añade: "Ha quedado claro que hay partido y mi impresión es que la militancia va a estar a la altura".
Situación inédita
En todo caso, el PP pondrá a prueba el grado de movilización de su militancia en una situación inédita. "Un sector muy numeroso del partido llevaba años reclamando más democracia interna, se han introducido cambios. A ver qué respuesta hay. Porque también hay un sector muy numeroso de los afiliados que no quiere votar, que te dicen: 'Mejor que nos lo deis hecho", reflexiona un diputado. "Estamos entrando en una nueva etapa con unos nuevos métodos. Lo importante es que desde el día 21 de julio –fecha del fin del congreso– todos nos pongamos detrás del equipo ganador", añade.
Ver másLos afiliados se movilizan menos para votar al sucesor de Rajoy que para la elección de sus barones
También servirá este congreso al PP para hacerse una idea de la dimensión real de su censo. Diferentes líderes regionales y provinciales admiten que puede servir para actualizar las bases de datos y depurarlas. Depurado el censo, el porcentaje de participación será lógicamente mayor.
Una de las primeras dirigentes en reconocerlo en público fue la expresidenta del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, que dimitió en el marco del escándalo del máster. La también expresidenta madrileña admitió en pleno proceso para su elección que la formación a la que aspiraba liderar no tenía los más de 94.000 militantes de los que presumía. Para participar en su congreso se inscribieron 10.888 afiliados del PP de Madrid de pleno derecho, es decir, al corriente del pago.
El número de candidatos y el hecho de que hayan concurrido dirigentes que primera línea hace pensar en círculos del partido que, si no hay alianzas previas, va a ser complicado que al cónclave llegue sólo un candidato. Los estatutos prevén una prima de mayoría para algunos casos: "Si alguno de los precandidatos obtuviese más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, hubiese logrado una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones será proclamado ante el Congreso como candidato único a la presidencia del partido", figura en los estatutos. De lo contrario, van al congreso los dos precandidatos con más votos.
El plazo de presentación de precandidaturas para el XIX Congreso Nacional del PP, una cita extraordinaria convocada tras la marcha de Mariano Rajoy, se cerró este miércoles a las 14.00 horas. Este jueves se proclamará de forma oficial a los precandidatos una vez comprobados sus avales. Y desde el viernes hasta las 24 horas del 4 de julio se extenderá la campaña electoral interna. La primera meta de todo este proceso culmina el 5 de julio, cuando los militantes podrán elegir. La segunda, en el congreso que se celebrará en Madrid los días 20 y 21 de julio, cuando los compromisarios dirán la última palabra en el caso de que pase más de un candidato. Ahora, las miradas de los siete aspirantes a suceder a Mariano Rajoy están puestas en movilizar a las bases del Partido Popular, una formación que estrena nuevo sistema de elección en un congreso nacional y poco acostumbrada a elegir. Disponen de cinco días. El reglamento del congreso estableció la semana pasada que los afiliados podrán inscribirse para participar en la elección del presidente del PP hasta las 14.00 horas del lunes 25 de junio.