Los vínculos entre José María Aznar y el PP de Mariano Rajoy son cada vez más débiles. Pero la tensión entre ambos bloques sigue siendo la misma. A las críticas del expresidente del Gobierno a Mariano Rajoy la semana pasada en una entrevista concedida a la cadena Ser, en las que señalaba que en Cataluña ha faltado política y ha habido un "déficit" muy grande en este sentido", se sumaron en las últimas horas nuevos dardos ante los que no han callado ni el Ejecutivo ni el PP. "Los niveles de deslealtad a su partido son tremendos", valora uno de sus compañeros de filas.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los conservadores ha sido una entrevista al presidente de FAES a la revista valenciana Plazaenla que el titular es "Me cuesta reconocer al PP".
En la citada publicación, según informa Europa Press, Aznar sostiene que quizá él no se ha distanciado de la formación que lideró, sino que "a lo mejor" es el PP el que se ha distanciado de él. Y se muestra partidario de que los mandatos duren ocho años.
Un ataque directo a Rajoy
En círculos conservadores, estas palabras han sido consideradas como "un ataque directo, en toda regla" hacia un destinatario claro: Mariano Rajoy. De un lado, Aznar recurre a una de las críticas que la llamada ala dura del PP lleva años haciendo al jefe del Ejecutivo: su mala defensa de los principios y valores tradicionales del PP. De otro, entra de lleno en el debate de la limitación de mandatos, dando, de paso, munición a Ciudadanos, que impuso esta condición en el pacto que permitió la investidura del presidente del Gobierno.
Además, destaca que antes en el centroderecha el PP era "hegemónico" y ahora comparte espacio político con la formación de Albert Rivera.
En respuesta, los dirigentes del PP consultados recurren a una misma frase: "Somos nosotros los que no reconocemos a Aznar". "De su comportamiento con el partido del que fue todo no hay precedentes", añade uno de los dirigentes.
Sin comparación con Fraga
En este sentido, los conservadores más veteranos, que tuvieron a Aznar como jefe de filas, subrayan que no recuerdan que Manuel Fraga, su antecesor al frente de la formación, hiciese críticas veladas, directas o indirectas dirigidas contra él.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, fue uno de los que puso voz a este malestar. "Somos los mismos, trabajamos con las mismas convicciones", sostuvo en los pasillos del Congreso de los Diputados preguntado por la polémica entrevista del hombre con el que compartió mesa en el Congreso de Ministros.
Montoro dijo que no quería hacer "valoraciones" sobre las declaraciones de Aznar. Pero recordó que él trabajó con el expresidente en "las mismas áreas" que ahora. "No he cambiado ni de sede física. Somos los mismos los que estamos haciendo estas políticas, afortunadamente España se está recuperando por la capacidad de los españoles de emprender, pero no se estaría dando si el Gobierno no estuviera aplicando estas políticas, exactamente lo mismo que hicimos en el pasado", dijo.
La relación entre Aznar y Montoro es muy tensa desde que el expresidente, en abril de 2016, anunció que iba a recurrir a Fiscalía por la filtración de una multa que le había impuesto Hacienda.
En similares términos se expresó el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo. "Afortunadamente", dijo, "somos los mismos". "Ha cambiado el logotipo y algo más", añadió destacando que tienen "los mismos principios y valores".
Sobre la limitación de mandatos, el número tres de los conservadores sostuvo que si Rajoy se encuentra con "fuerza y ganas" el jefe del Ejecutivo contará con el apoyo de todo el partido para seguir porque es el mejor aval que tiene. Así lo dijo en el Congreso y así lo plasmó por escrito en su cuenta de la red social Twitter.
Sólo un día antes, en una entrevista concedida a la cadena Cope, Rajoy dijo encontrarse "bien" preguntado sobre si iba a presentarse a la reelección. "Es importante saber lo que piensa mi partido, pero yo me encuentro bien. Creo que estoy en un buen momento de mi vida", añadió a renglón seguido.
Martínez-Maillo destacó que, a día de hoy, "no hay ninguna ley" que establezca que el presidente "tiene que estar ocho años". Y destacó que otra cosa es que el poner fin a la carrera política venga motivado "por decisiones personales".
El punto 96 del pacto entre PP y Ciudadanos aboga por "establecer el compromiso de que quien haya ostentado durante ocho años consecutivos el cargo de presidente del Gobierno no opte a la reelección". "En el seno del Pacto de Estado por la Regeneración y la Calidad de la Democracia, se procurarán las fórmulas precisas para regular este compromiso", añade.
La última crisis entre PP y Aznar se produce al mismo tiempo que se han conocido escuchas de la operación Lezoen las que el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González considera que "Rajoy quiere superar a Franco en la Presidencia del Gobierno".
"Se equivocó al anunciar tan pronto que no repetía"
Las fuentes consultadas destacan, como Martínez-Maillo, que Aznar se "autoimpuso" el no repetir como candidato. Y, de hecho, creen que "se equivocó" al hacerlo público en 2002, dos años antes del fin de la legislatura.
Hay quienes consideran que fue en ese momento cuando empezaron muchos de los problemas de su última legislatura, como el apoyo a la guerra de Irak. También critican la boda al estilo de las familias reales de su hija Ana con Alejandro Agag. Una celebración por la que desfilaron un elevado número de invitados que, con el paso de los años, acabaron teniendo problemas con la Justicia: Francisco Correa, Álvaro Pérez El Bigotes, Rodrigo Rato, el ya fallecido Miguel Blesa...
"En los últimos años de Gobierno, Aznar tuvo algunos comportamientos que apuntaban a que todo le daba igual porque no era a él al que iban a juzgar en las siguientes elecciones", reflexiona un parlamentario.
También a él le achacan parte de responsabilidad en la actual crisis entre Cataluña y el Estado. "No olvidemos que antes de cargar contra los independentistas habló catalán en la intimidad", señala con ironía un dirigente regional.
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Casi un año desde la ruptura definitiva
No es ningún secreto que entre Rajoy y Aznar nunca ha habido mucha química. Pero no fue hasta el diciembre pasado cuando se dio por rota la relación. El 20 de diciembre, en una carta al jefe del Ejecutivo y líder del PP, Aznar le comunicó su decisión de renunciar a la presidencia de honor del partido. La militancia la conserva.
Sólo dos meses antes, FAES decidió renunciar a las subvenciones que hasta el momento percibía por estar vinculada al Partido Popular, rompiendo así su vínculo histórico con los conservadores. "Por diferentes razones, la Fundación FAES entiende que ese modelo de financiación pública no es el adecuado ni a las circunstancias actuales ni para el futuro de la fundación y así se lo transmitió meses atrás a la dirección del Partido Popular con la que se han mantenido diversas conversaciones", indicaba el comunicado.
Los vínculos entre José María Aznar y el PP de Mariano Rajoy son cada vez más débiles. Pero la tensión entre ambos bloques sigue siendo la misma. A las críticas del expresidente del Gobierno a Mariano Rajoy la semana pasada en una entrevista concedida a la cadena Ser, en las que señalaba que en Cataluña ha faltado política y ha habido un "déficit" muy grande en este sentido", se sumaron en las últimas horas nuevos dardos ante los que no han callado ni el Ejecutivo ni el PP. "Los niveles de deslealtad a su partido son tremendos", valora uno de sus compañeros de filas.