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El PP estalla en La Rioja de Cuca Gamarra y da aire al PSOE en una de las batallas electorales más reñidas
El PP de La Rioja ha explotado. La designación del aspirante a las autonómicas ha sido un torpedo en el partido. Un “dedazo” desde Génova, como lamentan los críticos. En la tierra de la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, y en una autonomía en la que se librará una de las batallas más reñidas en mayo del año que viene. Todo puede ser cuestión de un puñado de votos.
El nombre de la discordia: Gonzalo Capellán. El exconsejero ha sido el ungido por la dirección nacional para disputarle el trono a la socialista Concha Andreu. Y el revuelo interno popular se ha llevado por delante a José Ignacio Ceniceros, que dejaba la Presidencia del PP la misma noche en la que se elegía al ‘número uno’ de la papeleta.
“Cucazo Capellán”, gritaron varias decenas de militantes en las puertas de la sede mientras se escogía dentro por unanimidad al candidato este jueves. Más gritos: “Feijóo, escucha, dedazo no, congreso sí”, “queremos votar”, “no sin mi voto”. Pero la operación ya está hecha, capitaneada por Gamarra. Su tierra, su apuesta.
Este zarandeo del Partido Popular en La Rioja no es el mejor punto de partida para la formación, que tiene entre sus máximos objetivos recuperar esta plaza, que fue durante 24 años un bastión conservador hasta las elecciones de 2019, cuando el PSOE logró un pacto con Podemos e IU y volver progresista a la autonomía. El propio nombre de Gamarra ha estado sobre la mesa tiempo, Casado la tenía en mente para esta cita. Pero al final la secretaria general no ha querido y han designado a este exconsejero.
El pasado de Capellán
La Rioja se jugará por poco, como reconocen fuentes de los principales partidos. Pero este aterrizaje revuelto de Capellán ha dado aire a los socialistas, como reconocen en el partido. Creen en el PSOE que la crisis del Partido Popular y el nombre del candidato les facilita la batalla en su territorio más débil.
Capellán fue consejero de Educación durante el Gobierno de Pedro Sanz y llegó a ser considerado por muchos en el partido como el delfín para sustituirlo. Pero su paso no fue bueno y acabó dimitiendo a finales de 2014. En aquellos días la Plataforma por la Escuela Pública lo calificó como el “peor” consejero de la democracia riojana. Las movilizaciones durante aquella época fueron constantes y el titular puso en más de un apuro al Ejecutivo regional. Sus críticos apuntaban en tres direcciones: su apuesta por la educación privada, los recortes en la pública y no haber conseguido acuerdos con la mayoría del sector.
En el PSOE también le ven un punto débil que puede hacerle daño al popular en la batalla electoral, según explican: como vicerrector de la Universidad de Cantabria apoyó unas tesis sobre el origen del español en Comillas en contra de las tesis de las Glosas de San Millán. Además, los socialistas consideran que es un político que “no ha salido del despacho en su vida, no tiene carisma, no se le ve en los pueblos”. “Eso en La Rioja no gustan”, sostienen.
En las pasadas elecciones autonómicas, el PSOE se impuso, con quince escaños, y logró la Presidencia tras una agónica negociación con Podemos y que llevó a tener hasta una investidura fallida. La izquierda suma 17 parlamentarios ahora mismo, frente a los 12 del PP y los 4 de Ciudadanos.
El PSOE confía en el tirón de Andreu
Andreu se ha consolidado como presidenta durante estos cuatro años, pero la batalla está muy reñida. Ahora toman aliento al ver que no es un aspirante potente al frente (no querían a Gamarra). En el PSOE riojano creen que los ciudadanos premiarán que el “cambio está funcionando”. “Tenemos la mejor candidata, que no sólo ha ganado experiencia de gestión, además mucho en conocimiento y valoración”. Las encuestas que manejaban hasta el momento apuntan a que ganarían al PP y que Andreu “aporta más allá de las siglas”. Según los socialistas, les puede venir voto de otros partidos, excepto de Vox.
Además, en el PSOE de La Rioja sostienen, frente a barones como Emiliano García-Page, que el Gobierno central no les resta. “Las visitas de los ministros son incesantes y vienen a anunciar proyectos e inversiones”, explican fuentes socialistas. En el vaticino que hacen Cs desaparece y Vox podría no entrar en el Parlamento (hay una barrera del 5%). Estipulan que la izquierda baja algo pero se mantiene, si van juntos IU y Podemos. El partido regionalista se quedaría fuera, según sus cálculos. Además, explican que a Andreu se le identifica mucho con la defensa de La Rioja, lo que atrae voto regionalista (calculan que fue de un 4,5% en 2019).
A pesar de la confianza de Ferraz en que el PSOE estará fuerte en las próximas elecciones autonómicas, La Rioja es una de las autonomías que más preocupa en la sede central, porque el electorado ha sido muy conservador durante años y ante la posible bajada del flanco de la izquierda. No obstante, se confía en el tirón de Andreu para aguantar. Y el aspìrante popular no parece tener gran peso.
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Los populares ya tienen candidato, pero un vacío de poder orgánico. La dimisión de Ceniceros llevará a tener que elegir a un presidente interino, porque no hay convocado congreso. El cónclave debía de haberse celebrado en 2021 pero se ha ido posponiendo y no hay intención de hacerlo antes de las autonómicas. El poder de facto lo tiene Gamarra, como ‘número dos’ a nivel nacional.
El mapa que salga de las autonomías en mayo del año que viene será crucial de cara a las generales. La Rioja será la batalla más reñida, junto a otras como la Comunidad Valenciana. Andreu es una de las líderes del PSOE más sanchistas y la conexión con La Moncloa ha sido constante, hasta el punto de haber sido la encargada de organizar la primera conferencia de presidentes presencial durante la pandemia, en julio de 2020, en San Millán de la Cogolla. Feijóo y los suyos, en cambio, tienen en La Rioja uno de los puntos más anhelados, creyendo que pueden lograr la victoria. Está dentro de esas autonomías socialistas en las que ven factible lograr la Presidencia, como la Comunidad Valenciana y Baleares.
Y esta jugada también deja patente que el expresidente de la Xunta quiere a su lado a Gamarra en Madrid. En el congreso del partido la nombró secretaria general después de que ella fuera una de las piezas clave de la caída de Pablo Casado, quien la había rescatado de sorayismo para darle la Portavocía en el Congreso. En el círculo más cercano del exlíder del PP no ahorran críticas contra la riojana y la actitud que tuvo esos días, explicando que ella puso a disposición de Feijóo y los barones el grupo parlamentario para hacer caer al entonces presidente del PP. Ella cada día está más cómoda en Madrid y figura en todas las quinielas para ser ministra, o incluso vicepresidenta si Feijóo vence en diciembre del año que viene y logra armar una mayoría para acceder al Palacio de La Moncloa.