Detrás de la 'X' de la Operación Cataluña siempre estuvo Mariano Rajoy. Así se desprende de un trabajo periodístico conjunto de elDiario.es y La Vanguardia que concluye, a la luz de las pruebas reunidas, que el entonces presidente del Gobierno orquestó las campañas de difamación contra los líderes independentistas durante los años 2012 y 2016 detalladas en los resúmenes que se dejaban periódicamente en su despacho.
El 16 diciembre de 2012, el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acordó con el director adjunto operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, y el comisario José Manuel Villarejo la presentación de varias denuncias contra algunos líderes independentistas como la que atribuía una cuenta en Suiza al exalcalde de Barcelona, Xavier Trías. Esta denominada policía patriótica investigó también al presidente de ERC y condenado en la causa del procés, Oriol Junqueras y al expresidente Artur Mas por tener, supuestamente, cuentas en el extranjero. Algunas de esas operaciones fueron llevadas ante la Justicia por la propia policía o por el Ministerio del Interior, pero la mayoría acabaron archivadas al estar sustentadas en pruebas falsas.
Tras publicarse estas informaciones, desde Junts Per Cataluña y Esquerra Republicana pidieron la comparecencia de Rajoy en la comisión de investigación —que todavía no está creada— sobre la Operación Cataluña. Hasta la fecha los socialistas habían rechazo citar al expresidente del Gobierno por temor a que se les volviera en contra en el futuro, pero este martes tanto la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, como el del Congreso, Patxi López, no descartaban dar este paso.
Silencio forzado en la dirección del PP
El PP, mientras tanto, guarda silencio. La dirección de Alberto Núñez Feijóo está evitando a toda costa a la prensa. El pasado lunes no convocó la habitual rueda posterior a la reunión del Comité de Dirección. Este martes su portavoz, Miguel Tellado, tampoco ha comparecido tras la Junta de Portavoces en el Congreso. Desde el PP lo justificaban argumentado que ya había hablado previamente Feijóo en el Senado, pero lo hizo en el marco de una reunión con sus diputados y senadores, por lo que no se enfrentó a las preguntas de la prensa.
Aunque la cúpula del PP guarda silencio en público, fuentes de la formación desvinculan las informaciones de la actual etapa y señalan que ocurrió hace más de una década, cuando Feijóo no estaba en la presidencia del PP ni ostentaba responsabilidades de Gobierno. Génova tratará de desviar el foco incrementando, todavía más, la presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez. "No vamos a dar descanso al Gobierno, seguiremos en nuestra ofensiva sin cuartel", señaló el líder popular.
Quien si ha hablado ha sido la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha evitado cerrar filas con Rajoy. "Me queda lejos. No sé a qué viene esta noticia ahora y no sé cuál es el interés", señaló en un desayuno informativo organizado por Europa Press, argumentando que "las cosas siempre salen por algún motivo" y ha insinuado que estas informaciones tendrían como objetivo "deslegitimar de nuevo al PP" e intentar "que se callen" o que "solo puedan gobernar unos y decidir por todos".
También lo ha hecho el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, que destacó que "lo primero que hay que hacer es preguntar a Rajoy si es verdad o no". Aunque al igual que Ayuso evitó respaldar al expresidente del Gobierno —que, sin embargo, tendrá su propia caravana en la campaña gallega— aseguró que Rajoy se sirvió del "poder del Estado y la Constitución para frenar un golpe en Catalunya" con el 155.
Andorra (y no España) investiga a Rajoy
Ver másEl Gobierno se abre a llamar a Rajoy a comparecer por la 'Operación Cataluña': "Los hechos son de extrema gravedad"
Actualmente el expresidente del Gobierno solo está imputado en Andorra junto a sus entonces ministros, Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz, por presuntas coacciones a la Banca Privada d'Andorra (BPA) para conseguir información de sus clientes, entre los que estaba la familia Pujol. La imputación para llamarles a declarar se cursó por comisión rogatoria y para darle trámite se está pendiente de resolución en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
El antiguo propietario de la BPA es uno de los ejes sobre los que gira esta historia. Él fue a quien, según su propio testimonio, el inspector de Policía Celestino Barroso trasladó la conveniencia de charlar con "algunas personas de Madrid" para el "tema del banco". En concreto, el mensaje que habrían dado a los financieros era que o hacían lo que se les pedía o el Banco de España se cargaría Banco Madrid, filial de BPA. ¿Y qué querían? Información sobre dirigentes independentistas. "El estado español está en guerra y le requiere información bancaria relativa al nacionalismo catalán, especialmente de Mas, Junqueras y Pujol", aseguran los querellantes que fue el mensaje que se les trasladó en una reunión. Poco tiempo después de aquellos encuentros, El Mundo publicó en portada movimientos de los Pujol en la Banca Privada de Andorra.
El asunto, sin embargo, no encuentra hueco en los tribunales españoles. En noviembre de 2021, el instructor del llamado caso Villarejo, el magistrado Manuel García Castellón, rechazó la personación del expresident Jordi Pujol en la causa, alegando que lo que hacía el comisario era simplemente captar "información de interés policial en relación a posibles casos de corrupción". Un año antes, el mismo juez había decidido no levantar el secreto sobre aquellos archivos que recogían las "supuestas funciones asignadas" a Villarejo entre 2013 y 2014, época en la que sucedieron los hechos que investiga ahora Andorra. Era información que, decía, podía estar "clasificada".
Detrás de la 'X' de la Operación Cataluña siempre estuvo Mariano Rajoy. Así se desprende de un trabajo periodístico conjunto de elDiario.es y La Vanguardia que concluye, a la luz de las pruebas reunidas, que el entonces presidente del Gobierno orquestó las campañas de difamación contra los líderes independentistas durante los años 2012 y 2016 detalladas en los resúmenes que se dejaban periódicamente en su despacho.