El Parlamento gallego aprobó este martes la nueva ley de financiación de partidos con el voto en solitario del PP y sin el apoyo de la oposición, que reclamó una reforma de mayor calado y más mecanismos de control de la financiación de los partidos, informa Europa Press.
La nueva ley abarca, entre otras cuestiones, el incremento hasta un 33% de las ayudas electorales a las formaciones con representación, apostando por la financiación pública en detrimento de los ingresos privados.
Aunque todos los grupos se mostraron de acuerdo en la necesidad de poner trabas a las donaciones a los partidos y en fomentar la financiación pública como garantía de "independencia", AGE, BNG y Grupo Mixto rechazó que el texto propuesto alcance una reforma "de calado", por lo que votó en contra, mientras que el PSdeG –que también reclamó más profundidad en los cambios– se abstuvo en la votación alegando que el actual contexto no es el adecuado para llevar adelante esta modificación.
En este sentido, el diputado socialista José Luis Méndez Romeu aseguró que la nueva ley tiene un contenido "escaso" y explicó que, aunque supone "una mejora", es "insuficiente para el momento crítico" actual, en particular en referencia a los "escándalos de financiación irregular" de varios partidos políticos.
Aún siendo una "mera aproximación al problema", Méndez Romeu admitió que el texto debatido este martes es "bastante distinto al original" gracias a la introducción de algunas enmiendas que lo dotan de "mayor seguridad jurídica". Sin embargo, el Grupo Socialista rechazó apoyarlo y se ha abstenido en la votación, alegando que estas medidas y el aumento de la financiación pública a los partidos "no deben plantearse en el momento actual, al menos mientras sigan vigentes" los "recortes" en servicios y prestaciones.
Rechazo de los demás grupos de la oposición
Para el diputado de AGE Xabier Ron, dentro de este asunto son "necesarios muchos más cambios" que los que plantea esta reforma, en la que se "perpetúa" la "vulneración de la igualdad de oportunidades" entre los partidos al no admitir un reparto económico por votos, sino por un sistema mixto entre votos y escaños conseguidos.
Para AGE, sería necesario que la ley pusiese "límites al marketing electoral" y promoviese un "acceso equitativo a los medios de comunicación" por parte de los partidos. De igual modo criticó que el texto votado permita a "fundaciones y entidades asociadas" convertirse "en el paraíso fiscal de los partidos".
Xavier Ron, que apostó por un modelo "ético y público" de financiación, lamentó que se hayan "dejado fuera" las enmiendas presentadas por AGE sobre "cuestiones fundamentales", como el "necesario trabajo de fiscalización que debe realizar el Consello de Contas", que se inhibe en favor del Tribunal de Cuentas.
Al mismo tiempo reclamó "expresar de manera más severa las prohibiciones en materia de financiación", sobre todo en relación a las donaciones anónimas, y equiparar "las fundaciones y entidades asociadas a las organizaciones políticas en materia de financiación en todos los aspectos".
También el BNG, en boca del diputado Francisco Jorquera, reclamó "límites más estrictos a la financiación privada" y un aumento de las competencias en materia de fiscalización para el Consello de Contas.
Jorquera, que calificó esta norma como "un capítulo más en la operación de lifting" del Gobierno de Núñez Feijóo, criticó las "rebajas introducidas" en el texto en función de la ley estatal, por lo que pidió que Galicia "legisle de forma más ambiciosa" en virtud de su "protestas legislativa".
Financiación pública
El diputado del BNG señaló que la financiación pública de los partidos es "el modelo que más asegura la transparencia y la independencia", por lo que consideró "positivo" la creación de "subvenciones específicas" para sus los gastos de funcionamiento.
No obstante, subrayó la necesidad de compatibilizar estas medidas con otras "complementarias" de "ahorro", para que, en el contexto de crisis, esta financiación "no conlleve más gasto".
En esta línea, defendió "prohibir la distribución por los partidos de papeletas y sobres electorales", así como su envío por correo, y propuso "medidas de racionalización del gasto en campañas electorales", como el incremento de la cobertura informativa en medios de comunicación públicos o la obligatoriedad de celebrar debates.
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Finalmente, la diputada del Grupo Mixto Carmen Iglesias calificó de "vergonzoso" el incremento en la financiación pública de los partidos en la situación económica actual, "mientras la ciudadanía sufre recortes". "Esta ley contará con nuestro voto cuando los salarios, incluido el mínimo interprofesional, alcancen semejante incremento", zanjó.
"Cerrar huecos" a la corrupción
Para concluir, el diputado del Partido Popular, Pedro Puy, defendió esta ley y aseguró que garantizar la financiación pública contribuirá a "cerrar huecos" para que "haya menos oportunidades" para casos de "corrupción" y al margen de otras formas de financiación movidas por intereses particulares.
El Parlamento gallego aprobó este martes la nueva ley de financiación de partidos con el voto en solitario del PP y sin el apoyo de la oposición, que reclamó una reforma de mayor calado y más mecanismos de control de la financiación de los partidos, informa Europa Press.