El 26 de mayo está marcado en rojo en el calendario del PP. Un mes después del tremendo batacazo sufrido en las generales de hace solo un mes, en las que los conservadores cosecharon el peor resultado de toda su historia, la formación presidida por Pablo Casado intentará que las heridas no sigan abriéndose tras las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo. El Partido Popular acude a las urnas con la vista puesta en algunas regiones y ciudades históricas en las que podrían perder una hegemonía que lleva años manteniendo. En mente, los resultados de los comicios locales de 2015, en los que la formación conservadora se impuso claramente arañando el 27,06% de los votos –6.070.176 papeletas–, lo que le permitió sentar a 22.744 concejales y controlar más de 3.000 ayuntamientos por toda España. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Ahora, Ciudadanos amenaza con arrebatarle el liderazgo del centroderecha español. Y la formación ultraderechista Vox se ha convertido en un importante sumidero de votos tradicionalmente conservadores.
En los comicios del 26M están en juego 67.319 ediles –321 menos que los que se repartieron en las elecciones pasadas– y 8.131 alcaldías, 9 más que en la última cita con las urnas a nivel local. Y el PP pugnará por hacerse con el control del 85,61% de estos ayuntamientos, según el análisis realizado por infoLibre. Así, el partido liderado por Pablo Casado presentará listas en 6.961 municipios –incluyendo Ceuta y Melilla–. Estos datos le sitúan en presencia municipal por detrás del PSOE, que concurre en el 89,1% de las localidades españolas.
Una diferencia de implantación entre las dos fuerzas políticas que tiene su explicación, sobre todo, en País Vasco y Cataluña. Así, mientras los socialistas presentan candidatura en el 60% de los 1.198 municipios que conforman ambos territorios, el PP sólo lo hace en 402. Es decir, los conservadores únicamente competirán por conquistar los ayuntamientos de un tercio de los municipios catalanes y vascos. Ese agujero municipal es mucho más profundo en Cataluña, donde sólo habrá 230 listas del PP en los 947 ayuntamientos (el 24,3% del total), mientras que en Euskadi concurre en 172 de las 251 localidades (el 68,5%).
En el extremo contrario, Asturias, Cantabria, Galicia y Murcia, donde estarán presentes en todas y cada una de las localidades.
Asturias, Cantabria, Galicia y Murcia, las más fuertes
De las diecisiete comunidades autónomas, tres son las regiones en las que tendrán para este 26M una presencia total a nivel municipal. En Asturias, la formación presidida por Pablo Casado presenta lista en los 78 municipios que la conforman. En las dos principales ciudades, Oviedo y Gijón, el PP ha decidido apostar por dos hombres. Alfredo Canteli pugnará por recuperar el consistorio ovetense, arrebatado por el PSOE en las últimas municipales después de casi tres lustros de dominio conservador, algo que podría estar al alcance de la mano según las últimas encuestas. Y Alberto López-Asenjo tratará de conquistar el ayuntamiento gijonés, que hasta 2011 siempre había sido un bastión socialista. En este caso, los últimos sondeos no le son favorables. Según Invimark, el PSOE se impondría en los comicios locales y el bloque de la izquierda rozaría una ajustada mayoría absoluta. Algo que ya consiguieron en las últimas municipales pero que no pudo cristalizar en un cambio de gobierno debido a la falta de acuerdo entre las distintas fuerzas progresistas.
Al igual que los socialistas, la papeleta conservadora también estará sobre la mesa de todos y cada uno de los 45 municipios murcianos, una región en manos del PP desde 1995. Los de Casado y los de Pedro Sánchez tienen, por tanto, la misma implantación local tanto en Asturias como en la Región de Murcia. No así en Galicia o Cantabria. En la primera comunidad, el PP presenta lista en los 313 municipios, frente a los 301 en los que concurre el PSOE. En alguno de ellos, incluso, no encontrará competencia. Es el caso de Vilarmaior –poco más de un millar de habitantes en 2018–, un municipio coruñés donde desde 1983 se han impuesto las candidaturas de la extinta Alianza Popular y el PP. En Cantabria, habrá lista conservadora en las 102 localidades que la conforman, frente a los 90 en los que concurre el PSOE. Este pleno da al partido presidido por Pablo Casado la misma presencia local que al Partido Regionalista Cántabro de Miguel Ángel Revilla.
Fuerte presencia local en otras seis regiones
La Comunitat Valenciana es otra de las plazas fuertes del partido conservador. En esta región, de 4,96 millones de habitantes y en la que el socialista Ximo Puig logró imponerse en las autonómicas del pasado 28A, el PP pugnará por el 99,82% de los consistorios en disputa. Sus candidaturas a nivel municipal estarán en los colegios electorales de 541 de las 542 localidades. En Castellón y Valencia, la formación liderada por Pablo Casado concurre en todos los pueblos y ciudades. En Alicante, sin embargo, se queda fuera en un municipio de poco más de medio millar de habitantes. Es el caso de Lorcha, donde sólo dos listas pugnarán por controlar un consistorio que entre 2003 y 2015 estuvo en manos conservadoras. Una de ellas es la de Compromís. La otra, la de Tots per L’Orxa (TpL), una candidatura vecinal que en los comicios de 2015 logró imponerse al PP con el 54,17% de los votos, lo que le permitió controlar 4 de los 7 concejales en liza.
Al igual que los socialistas, los conservadores también tienen una fuerte implantación local en Andalucía, la comunidad históricamente roja que consiguieron arrebatarle al PSOE el pasado mes de diciembre con el respaldo de Ciudadanos y el partido de extrema derecha Vox. Allí, el PP concurre en 781 de los 785 municipios, lo que supone el 99,49% del total. Las listas del partido liderado por Pablo Casado estarán presentes en todas las localidades sevillanas, jienenses, gaditanas, malagueñas, granadinas y almerienses. Fuera se quedan, sin embargo, en tres pueblos de Huelva y uno de Córdoba. En suelo onubense, los conservadores no pugnarán por los ayuntamientos de Los Marines, Minas de Río Tinto y La Granada de Río-Tinto, municipio en el que ya se sabe que el alcalde será socialista al concurrir sólo la lista del PSOE este domingo en las elecciones locales. En el caso de Córdoba, la localidad de Conquista no aparece reflejada en la lista de candidaturas proclamadas, por lo que no se le ha computado, como tampoco se ha hecho con el resto de fuerzas políticas.
En la Comunidad de Madrid, donde el dominio conservador en el ejecutivo regional pende de un hilo, según los sondeos, el PP tiene exactamente la misma implantación que el PSOE: se presenta en 178 de los 179 municipios, quedándose fuera en la localidad de Valdepiélgados, donde sólo concurre una candidatura vecinal. Y en Castilla La-Mancha, una región en la que la presencia local del PSOE es prácticamente total, el partido que lidera Pablo Casado pugnará por hacerse con el control de 913 de los 919 consistorios en liza. Mientras que en Albacete, Guadalajara y Toledo los conservadores concurren en el 100% de las localidades, en Cuenca y Ciudad Real se quedan fuera de los colegios electorales en media docena de municipios. En zona conquense, no se presenta en Castillo de Garcimuñoz, Cervera del Llano y Fresneda de Altarejos, localidades en las que sólo hay lista del PSOE. En Ciudad Real, no concurren en Anchuras, donde sólo estará la papeleta socialista, Cabezarrubias del Puerto y Villar del Pozo, en el que sólo concurre una candidatura local.
Cerca del pleno se han quedado los conservadores también en Extremadura. En esta comunidad autónoma, recuperada por el PSOE en las autonómicas de 2015 y en la que los socialistas se presentan en todos y cada uno de los municipios, el PP competirá por 387 de los 388 consistorios, quedándose fuera sólo en una localidad de Badajoz: Valle de Santa Ana, donde sólo concurren socialistas e IU. En este pequeño municipio de apenas un millar de habitantes, la formación dirigida por Pedro Sánchez lleva más de tres décadas siendo la más votada. El mejor resultado de los conservadores se registró en 2011, el año de la debacle socialista, cuando consiguieron el 27,18% de los votos, unos apoyos que, sin embargo, le situaron por detrás del PSOE e IU y le permitieron sentar en el ayuntamiento a sólo dos de los nueve concejales en disputa.
Por encima del 90% en Castilla y León, Baleares, Canarias y La Rioja
Una implantación muy notable tiene el PP también en Castilla y León, la comunidad autónoma que más años lleva con un gobierno conservador –desde 1987–. En esta región, la formación presidida por Pablo Casado presenta candidaturas en 2.205 de los 2.248 municipios que la conforman, por lo que estará presente en el 98,09% del territorio. El PP pugnará por todos los ayuntamientos en disputa en cinco de las nueve provincias castellanoleonesas: León, Palencia, Salamanca, Segovia y Soria. También estará presente en casi todas las localidades de Ávila y Valladolid, quedándose fuera sólo en Santa Cruz del Valle –sólo se presentan PSOE y Unión de Ciudadanos Independientes– en la primera provincia y en el municipio vallisoletano de Aguilar de Campos, donde únicamente concurre una lista del PSOE. En Zamora, los conservadores competirán por 244 de los 248 consistorios en disputa, mientras que en Burgos es donde tendrán una menor presencia el próximo 26M: se quedan fuera de 34 de las 371 localidades que conforman la provincia.
En las islas, la presencia del PP a nivel municipal alcanza al 92% de los municipios. Así, las listas conservadoras estarán en los colegios electorales de 62 de las 67 localidades de Baleares, aunque en Formentera los de Pablo Casado concurrirán en la lista SA Unió de Formentera, una candidatura encabezada por un independiente que aglutina nombres del PP y de Compromís amb Formentera. En Canarias, pugnarán por controlar 81 de los 88 ayuntamientos en liza. Los conservadores tienen una mayor presencia en Las Palmas, donde se presentan en el 94,1% de las localidades –32 de 34–, quedándose fuera en Betancuria y Tejeda, donde los conservadores han pasado en dos mandatos de la mayoría absoluta a desaparecer. En Santa Cruz de Tenerife, las candidaturas del PP estarán presentes en 49 de los 54 municipios, no concurriendo en Buenavista del Norte, Fuencaliente de la Palma, Puntagorda, Vallehermoso y Vilaflor de Chasna.
El secretario general, Teodoro García Egea, en un mitin en Gran Canaria. | Flickr PP
La presencia del PP en La Rioja, una región cuyo gobierno autonómico lleva desde 1995 en manos conservadoras, se reduce hasta el 90,2%. El próximo domingo, las candidaturas del Partido Popular lucharán por liderar 157 de los 174 consistorios en juego, once menos que los socialistas. Entre las localidades en las que el partido liderado por Pablo Casado no se presenta destacan, por ejemplo, Alcanadre y Torrecilla en Cameros, dos municipios donde los vecinos no quieren saber absolutamente nada de los cinco principales partidos. En el primero, donde los conservadores se impusieron entre 1999 y 2015, sólo concurre en estas elecciones la lista de Democracia Municipal-Lista Alternativa, la misma candidatura que en los pasados comicios locales consiguió arrebatar al PP el primer puesto. En Torrecilla en Cameros, sólo se presenta Torrecilla Unida, una lista liderada por Sergio Martínez, alcalde de la localidad desde 2007 con el PSOE.
En casi 9 de cada 10 municipios de Aragón
En el caso de Aragón, la formación conservadora estará presente en casi nueve de cada diez municipios en la cita con las urnas. Así, según los datos recopilados por infoLibre, este domingo habrá papeletas del Partido Popular en 640 de las 731 localidades de la región, lo que equivale al 87,55% del total. Por provincias, es en Zaragoza, que aglutina más del 70% de la población de la comunidad, donde el partido de Pablo Casado está más implantado a nivel municipal, quedándose fuera de la pelea en 23 de los 293 consistorios del territorio y teniendo asegurado el ayuntamiento de Nonaspe, donde sólo se presenta lista conservadora. En Teruel, donde el Partido Popular concurre en 202 de los 236 municipios –el 85,59%–, los de Casado tienen asegurados otros ocho consistorios en los que sólo habrá candidatura del PP: Allueva, Alpeñés, Anadón, Fonfría, Jorcas, Miravete de la Sierra, Salcedillo y Veguillas de la Sierra. Y en Huesca, la presencia conservadora se reduce al 83,17%, presentando lista en 168 de las 202 localidades que conforman la provincia.
en un tercio de las localidades vascas y catalanas
Pero donde los conservadores tienen mucha menos implantación territorial es en Euskadi, Cataluña y Navarra. De hecho, según los cálculos realizados por este diario, el PP tan sólo pugna por controlar un tercio de los consistorios vascos y catalanes –presenta lista en 402 de los 1.198 municipios que integran las dos regiones–. En el primer territorio, el partido liderado por Pablo Casado concurre en 172 de las 251 localidades, lo que supone un 68,5% del total. Por provincias, Araba es la que el PP tiene una mayor presencia local –sólo se queda fuera en La Puebla de Labarca–. Le sigue Bizkaia, donde los conservadores competirán este 26M por 96 de los 112 consistorios, lo que equivale al 85,71% de las localidades. Pero es en Gipuzkoa donde el partido tiene el agujero más importante. En esta provincia, el PP sólo concurre en 26 de los 88 municipios, lo que supone que se quedará fuera de casi el 70% de los ayuntamientos.
En Cataluña, sin embargo, la pérdida de tejido municipal es mucho más sangrante. En esta comunidad autónoma, que se ha convertido en uno de los principales ejes sobre los que ha girado buena parte de la campaña electoral conservadora, los de Casado apenas se presentan en 230 de las 947 localidades que la conforman, es decir, sólo concurrirán en el 24,29% de los municipios –el PSOE lo hará en el 55%–. El PP tendrá una mayor presencia en Barcelona, donde pugnará por controlar casi el 37% de los ayuntamientos en disputa, mientras que en Tarragona ese porcentaje se reduce hasta el 23,9%. Sin embargo, es en Lleida y Girona donde la caída es mucho más pronunciada. En la primera provincia, los conservadores concurren en sólo 41 de los 231 municipios, es decir, que se quedarán fuera de más del 82% de los consistorios de la región. En la segunda, no hay candidatura del Partido Popular en más del 86% de las localidades, pugnando la formación por controlar solo 30 de los 221 consistorios gerundenses.
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Mayor presencia que en suelo catalán tiene el PP en Navarra. Allí, los conservadores concurren en 74 de los 272 municipios, lo que equivale al 27,21%. Son casi una decena de localidades más que a las que presentan lista los socialistas navarros. En el caso de esta comunidad autónoma, hay dos elementos importantes a tener en cuenta a la hora de hacer el cálculo. El primero es que el PP acude a estos comicios en la lista de Navarra Suma (NA+), una candidatura que integran tanto los conservadores como Ciudadanos y Unión del Pueblo Navarro y cuyas se ha atribuido tanto a conservadores como a naranjas a la hora de contabilizar. Y, en segundo lugar, que en esta comunidad autónoma hay una treintena de municipios que no aparecen reflejados en el listado de candidaturas proclamadas publicado el pasado 30 de abril en el boletín oficial de la región. ______________________
Este reportaje forma parte de una serie de infoLibre que analiza la implantación de los diferentes partidos en los 8.131 ayuntamientos españoles. La primera entrega se publicó este lunes y la puedes consultar aquí:
El PSOE se presenta en las elecciones locales en casi el 90% de los municipios
El 26 de mayo está marcado en rojo en el calendario del PP. Un mes después del tremendo batacazo sufrido en las generales de hace solo un mes, en las que los conservadores cosecharon el peor resultado de toda su historia, la formación presidida por Pablo Casado intentará que las heridas no sigan abriéndose tras las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo. El Partido Popular acude a las urnas con la vista puesta en algunas regiones y ciudades históricas en las que podrían perder una hegemonía que lleva años manteniendo. En mente, los resultados de los comicios locales de 2015, en los que la formación conservadora se impuso claramente arañando el 27,06% de los votos –6.070.176 papeletas–, lo que le permitió sentar a 22.744 concejales y controlar más de 3.000 ayuntamientos por toda España. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Ahora, Ciudadanos amenaza con arrebatarle el liderazgo del centroderecha español. Y la formación ultraderechista Vox se ha convertido en un importante sumidero de votos tradicionalmente conservadores.