El PP tumba las mociones de reproche a Rajoy por sus “mentiras” sobre el ‘caso Bárcenas’

Pasó lo que tanto PSOE como Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) veían venir. El PP, con su mayoría absoluta, rechazó esta tarde tramitar en la Mesa del Congreso las mociones de los dos grupos que reprochaban al presidente del Gobierno sus "mentiras" por el caso Bárcenas

La decisión se tomó con el único voto del Grupo Popular. El PSOE, lógicamente, no lo respaldó, pero tampoco CiU. Esos tres partidos son los únicos que tienen representación en el órgano de gobierno de la Cámara. Pero daba igual, porque los conservadores cuentan por sí mismos con cinco de los nueve asientos. 

Pero no es nada habitual que esto suceda, que la Mesa rechace tramitar mociones consecuencia de interpelaciones debatidas en el pleno anterior, porque suelen entrar en el orden del día directamente, sin ningún filtro. Otra cosa son las preguntas escritas, por ejemplo, de las que el órgano de gobierno a veces sí pide una reformulación. En este caso, el PP aplicó su rodillo y las tumbó en su totalidad. Ello significa que no serán debatidas en el pleno del Congreso que comienza mañana martes, que el resto de grupos no se podrá pronunciar sobre este asunto. Que el caso Bárcenas no volverá a pisar el hemiciclo. Al menos, por ahora. 

Las dos iniciativas, la del PSOE y la de Izquierda Plural, tenían en común el carácter de reproche y rechazo a la actitud de Mariano Rajoy, por sus "mentiras" vertidas en el pleno del Congreso. Y las dos evitaban mencionar directamente la palabra "reprobación" al presidente, a sabiendas de que el PP se iba a agarrar a ese término para rechazarlas. Tampoco incluían la palabra "dimisión". Por eso buscaron una redacción alambicada, capaz de sortear el veto de la Mesa. Pero no fue posible. 

En realidad, la Mesa se limitó a ejecutar lo que había anticipado en rueda de prensa la secretaria general de los conservadores esta mañana. María Dolores de Cospedal alegó que la moción del PSOE estaba "fuera de lugar jurídica y constitucionalmente", porque la Carta Magna sólo recoge la posibilidad de una "reprobación constructiva", que es la moción de censura, para la que la oposición debe presentar un candidato, un programa y una alternativa de gobierno, informa Yolanda González

Según el artículo 184 del Reglamento

Para ajustar ese veto a alguna fórmula legal, el PP invocó durante la reunión de la Mesa el artículo 184 del Reglamento del Congreso, que dice que el órgano de gobierno de la Cámara "admitirá la moción si es congruente con la interpelación". 

A la salida, la vicepresidenta primera, Celia Villalobos –la que dentro de la reunión llevó la voz cantante, porque Jesús Posada, el presidente, nada dijo, según fuentes parlamentarias–, argumentó ante los medios que las interpelaciones y las mociones consecuencia de ellas tienen que versar sobre cuestiones de política general que dependan del Gobierno "y las decisiones de los partidos no son competencia" del Ejecutivo. Misma alegación que utilizó la Mesa para frenar por dos semanas las interpelaciones de los grupos sobre el caso Bárcenas. Sí hay antecedentes de reprobaciones a miembros del Gobierno, pero por razones que afectan a su labor de gobierno, abundó. "Lo que no es competencia del Gobierno es lo que sucede en un partido", señaló, informa Efe. 

Villalobos recriminó al PSOE su redacción. Señaló que las mociones siempre instan al Gobierno a tomar decisiones en un sentido, y la del PSOE no emplazaba al Gabinete a atajar la corrupción política. Así que, a su juicio, los socialistas han actuado "aposta", sabiendo que no se acoplaba al Reglamento, para "dejar ver que el Grupo Popular no les quiere dejar intervenir". "Pretenden algo que está fuera de la realidad: acusar a la mayoría de que estamos rompiendo el equilibrio. Ellos han tenido unas mayorías muy aplastantes y nosotros hemos aceptado la decisión [...]. Ahora nos han votado a nosotros, pues que lo acepten ellos, que tan democrática era su mayoría absoluta como la nuestra".

Para el PSOE, "episodio de la máxima gravedad"

Fuentes parlamentarias relataban que la reunión se desarrolló con "buen tono", pero Villalobos se mostró tajante. "Es muy bestia. No tengo yo recuerdo de que se veten mociones. Dijimos al PP que la Mesa no puede entrar en el fondo, sólo en la forma. Y que había puntos en nuestra moción que difícilmente podía decirse que no eran congruentes. Pero no hubo forma", aseguraba un veterano miembro socialista del órgano de gobierno. 

Esta mañana, tanto PSOE como IU, oliéndose el veto, habían advertido al PP de que no tolerarían un no. Cayo Lara pidió que no se "amputara" su texto, mientras que Elena Valenciano, vicesecretaria general de los socialistas, adelantó que un rechazo del PP a su moción sería considerado como una "intromisión inaceptable en el fondo de los asuntos de la Cámara" y  "un episodio de la máxima gravedad".

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Después de conocerse la decisión del órgano de gobierno, Lara, presidente del grupo de Izquierda Plural, acusó al PP de tratar de imponer "la omertà" por "miedo" a las consecuencias de la investigación judicial del caso Bárcenas. Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista, reprochó a los conservadores su falta de cultura democrática, su intento de bloquear la marcha de las Cortes y su liquidación de la separación de poderes. En su opinión, el veto carece de argumentos jurídicos y de precedentes. "No estamos de acuerdo con este callejón sin salida al que quieren llevar al Parlamento, vamos a defender la validez de nuestra iniciativa con todas las vías a nuestro alcance", incidió, informa Efe.

Pasó lo que tanto PSOE como Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) veían venir. El PP, con su mayoría absoluta, rechazó esta tarde tramitar en la Mesa del Congreso las mociones de los dos grupos que reprochaban al presidente del Gobierno sus "mentiras" por el caso Bárcenas

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