PP y UPN votan igual que Bildu en diferentes instituciones de Euskadi y Navarra

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No habían pasado más que unas cuantas horas. Roberto Jiménez, el líder del Partido Socialista de Navarra (PSN), amenazaba con presentar una moción de censura en 15 días contra la presidenta foral, Yolanda Barcina, si se verificaban las acusaciones de corrupción contra su Gobierno. Eso sucedía a las seis de la tarde. A la mañana siguiente, jueves, a Barcina le faltó tiempo para agitar un fantasma recurrente: "Si quieren esa moción de censura con Bildu, que lo hagan directamente". A su vez, el dirigente del PP Esteban González Pons, impartía la misma doctrina en la Cope: "Elena Valenciano [la candidata del PSOE a las europeas] se va a ver forzada a hacer campaña acompañada de Bildu". El viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sacudía el señuelo de la relación PSOE-Bildu desde la Moncloa: la posible moción en Navarra "no es un pacto cualquiera", sino que el apoyo de los socialistas en Bildu "tiene connotaciones" que Ferraz debería explicar a los ciudadanos. Lo cierto es que PP y UPN, los dos, ya hacen aquello que afean a los socialistas: votar igual que la izquierda abertzale en diferentes instituciones de Euskadi y Navarra.

La derecha echa mano así de un viejo conocido. Un argumento simple pero efectivo para su parroquia: los socialistas "pactan" con la izquierda abertzale –los "amigos de ETA", según afianzó ayer el PP en un argumentario– para llegar al poder. Lo cierto es que esa estrategia ha sido replicada por distintos medios y ha oscurecido la razón última por la que el PSN está dispuesto a defender una moción de censura contra Barcina (con el consenso, por cierto, de Ferraz). Y no es otra que un presunto caso de turbia corrupción y mercadeo de favores que tienen como epicentro y principal acusada a la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, Lourdes Goicoechea. Hacia ella señaló la dimitida directora gerente de la Hacienda foral, Idoia Nieves. Goicoechea, según su relato en el Parlamento navarro, interfirió de forma "persistente" en su trabajo, intentando conseguir información concreta de algunos contribuyentes e impedir la inspección previstas sobre estos. No sobra recordar que Navarra, como las diputaciones vascas, dispone de autonomía fiscal y caja propia. 

El caso Goicoechea había mutado en pocas horas en el caso PSOEcaso Goicoecheacaso PSOE. Un giro peligroso para los intereses de Ferraz a las puertas de unas elecciones europeas en las que tenían puestas todas sus esperanzas de recuperación. Los socialistas vienen insistiendo en que no pactarán ni gobernarán con Bildu en ningún caso. Jiménez presentará una moción de censura en 15 días si Barcina no se ha ido para entonces por su propio pie. Y sólo podría prosperar si la apoyasen en el pleno si, además de los 9 diputados del PSN, votasen a favor los 7 parlamentarios de Bildu, los 7 de Aralar-Nafarroa Bai, los 2 de Geroa Bai y los 3 de Izquierda-Ezkerra (coalición de IU y Batzarre). Barcina gobierna en una fragilísima minoría desde junio de 2012 sustentada en sus 19 escaños. El PP, en la oposición, es residual: 4 actas. 

Rajoy y Barcina "se tapan las corrupciones mutuas"

Los socialistas enfatizan que no firmarán ni pactarán nada con Bildu. Ni se sentarán con ellos a la mesa. El registro de la moción requiere de 10 rúbricas, así que la que le falta Jiménez se la podría proporcionar Izquierda-Ezkerra. De modo que PSN y Bildu –y en eso inciden en Ferraz y en Navarra– simplemente coincidirían en el voto. Algo que ya ocurre, de hecho, en varios municipios de Navarra y Euskadi o en el mismo Parlamento vasco. Un ejemplo bien reciente: el jueves, la Cámara navarra aprobó la constitución de la comisión de investigación encargada de revisar las cuentas de la Comunidad foral y probar las acusaciones de Idoia Nieves. Salió adelante por unanimidad. Votaron juntos desde UPN y PP hasta Bildu y Aralar-NaBai. De cualquier modo, el líder del PSN quiere que se centre el foco en la comisión, que se abrirá el martes próximo, sin "adelantar acontecimientos" sobre la censura

Ayer viernes, Barcina ratificó su decisión de "no dimitir" y retó a Jiménez a que presente ya su moción de censura. "Para qué hacer este paripé de esperar 15 días. Que la presente con Bildu en el momento que quiera", subrayó, siguiendo su argumentario. La presidenta foral reveló que Mariano Rajoy la llamó para preguntarle qué estaba pasando y le trasladó "fortaleza" para defender la Comunidad. A lo que Óscar López, secretario de Organización federal del PSOE, respondió acusándoles, a Rajoy y a Barcina, de "taparse las corrupciones mutuas". 

01. APOYOS EN TAFALLA, OLITE, LEITZA Y BERA

Tafalla, una localidad navarra mediana, de 11.000 habitantes, tiene en 2014 unos presupuestos nuevos después de dos años con las cuentas prorrogadas. Algo que el equipo de gobierno municipal, liderado en minoría por Cristina Sota, de UPN, logró gracias a la abstención de Bildu y de Iniciativa por Tafalla (IT, una escisión de Izquierda Unida). Los tres ediles del PSN fueron los únicos que rechazaron las cuentas, que ascienden a 11,6 millones de euros

Sota, al igual que Sergio Sayas, secretario de Organización y Comunización de UPN, señalan que la situación con la eventual moción del PSN "no es comparable". Por varias razones. Primero, por cómo se produjo la votación. "En comisión, los tres grupos de la oposición se abstuvieron, y en pleno el PSN sorprendió y cambió su voto, pasando a votar en contra", explica Sota. "Es una estrategia de los socialistas para hacer aparecer como que UPN pacta con Bildu, cuando no es verdad", añade Sayas. 

La regidora insiste en que quienes "pactan y escenifican su pacto" con Bildu son los socialistas, y desde el comienzo de la legislatura. Porque ella ofreció a PSN e IT entrar en su Junta de Gobierno Local y ambos lo rechazaron porque se oponía a integrar a Bildu. Pero Sota reconoce al tiempo que muchas cuestiones de intendencia del municipio "se aprueban por unanimidad", o con alianzas con parte de la oposición. No podría gobernar de otro modo, al estar en minoría. "Es que si no no funcionaría nada nunca. Yo he tenido dos años los presupuestos prorrogados, y la oposición me ha tumbado iniciativas. Pero, para las cuentas de 2014, había otra disposición de los grupos y salieron adelante en beneficio de los vecinos de Tafalla, no por otra cosa. Esto es una ciudad pequeña, y no hay tantas implicaciones políticas como en el Parlamento foral". 

En Olite, un pueblo de menos de 3.000 habitantes, UPN gobierna con el PP. Pero los presupuestos de 2014 salieron adelante con los votos a favor de los ediles regionalistas y del concejal de Bildu. PP y PSN se abstuvieron. Este diario intentó contactar, sin éxito, con el regidor de la localidad, Francisco Javier Legaz

La dirección de UPN aseguró desconocer lo que había sucedido en Olite. Como tampoco supo hasta esta semana, cuando se recordó en prensa, que en Leitza (2.500 habitantes) y Bera (3.000), ayuntamientos gobernados por Bildu y Aralar, respectivamente, los dos ediles foralistas apoyaron los presupuestos locales de este año, y eso que su voto no hacía falta para que fueran aprobados. José Miguel Goicoechea, único edil de UPN en Leitza, ha apoyado todas cuentas del municipio desde que tiene acta, desde 2007. "Siempre que los números estén bien hechos y dentro de las normas, apoyaré los presupuestos, sean de Bildu o de otro grupo. Yo tengo que trabajar para el pueblo. No podemos ir en contra de todo. ¿Qué hago si no?". Goicoechea defiende que no respalda "iniciativas políticas" de los abertzales, pese a que los presupuestos son, de suyo, el principal instrumento político de cualquier Gobierno. También cree que no hay que "condenar" al PSN por aceptar los votos de Bildu, si llega el caso, en el Parlamento foral. "De él depende. Lícito es". 

Juan Losa, concejal foralista en Bera, justifica su a las cuentas de 2014 por la necesidad de pagar a las empresas por los trabajos de rehabilitación de la Casa Consistorial y por afrontar las deudas de la Corporación. "Era lo correcto. Pero soy miembro de la Comisión de Hacienda y me he visto hasta el último céntimo, hasta la última factura. Me he visto los presupuestos con lupa. Pero no trato absolutamente nada con la izquierda radical, nada de nada. ¡Si Roberto Jiménez busca carnaza, que se vaya a los ayuntamientos donde el PSN sí pacta con los radicales, en Legarda y Alsasua, o que vaya contra quienes piden la excarcelación de etarras [por Arnaldo Otegi], como Jesús Eguiguren". Losa ha sustentado las cuentas en otras ocasiones: "Yo apoyo los presupuestos que son lógicos. Pero que no me use el PSN como cabeza de turco". 

Los ediles de Leitza y Bera no pidieron autorización a la cúpula de UPN para avalar los presupuestos. Sayas, a su vez, repite que esa actitud "no cuenta con el apoyo" del equipo regional, porque UPN "ni negocia, ni pacta, ni se apoya, ni acepta los votos de Bildu". "Nosotros no tuvimos conocimiento ni permitimos nada en Leitza y Bera". ¿Va a expedientar a los dos concejales, por tanto? "Rotundamente, no. Yo no sería partidario. Es muy difícil ser edil en ambos sitios. Se juegan la vida. Bastante complicado es ya como para sancionarles. No son políticos, son vecinos de sus pueblos. No podemos pedir lo mismo a quienes están en pequeñas localidades que a quienes están en la dirección del partido o en el Parlamento o en los ayuntamientos de Pamplona o Tudela". Sayas asegura que aunque "UPN y Bildu han podido coincidir" en votaciones en la Cámara navarra –se discuten "centenares de mociones" durante la legislatura–, no hay "ni una ley que haya salido con el respaldo sólo de UPN y Bildu, ninguna". "No hay un doble rasero –remacha el dirigente–. Me parece una ignominia que se intente justiricar una moción contra la presidenta apoyándose en la izquierda abertzale con la actitud de algunos concejales de UPN en lugares como Leitza y Bera". 

02. PP Y BILDU, JUNTOS EN EL 25% DE LAS MOCIONES DEL PARLAMENTO VASCO

Son 152 las mociones en pleno que se han registrado en el Parlamento vasco en esta legislatura, la que arrancó tras las elecciones de octubre de 2012, las primeras en las que concurrió EH Bildu. En 2013 se debatieron 146 iniciativas, de las cuales PP y Bildu votaron lo mismo en 37. En un 25% de las ocasiones. A 2014 se adscriben otras seis mociones, pero sólo una se ha discutido y votado, la que aborda la situación en la central nuclear de Garoña, y en esta conservadores e izquierda abertzale no coincidieron. 

De los 146 casos de 2013, el PP respaldó una iniciativa de Bildu en tres ocasiones: para "ratificar el carácter prioritario y estratégico del proyecto Capital Europea de la Cultura Donostia-San Sebastián 2016", para rechazar los recortes en cooperación internacional y destinar un 0,7% del presupuesto anual a ayuda al desarrollo y para "ampliar la dotación presupuestaria destinada a financiar las Ayudas de Emergencia Social". Bildu, a la contra, avaló mociones del PP en 14 ocasiones. 

03. MÁS OCASIONES DE COINCIDENCIA

Convocada una manifestación en Pamplona contra la corrupción

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Múltiples son los casos de convergencia entre la derecha y la izquierda abertzale, en el País Vasco y Navarra. Estos son algunos llamativos:

  • Juntas Generales de Gipuzkoa. 13 de noviembre de 2012. Bildu, PP y Aralar acordaron defender juntos una enmienda transaccional por la que se instaba a la Diputación foral a presentar en el primer trimestre de 2013 una propuesta "integral" de peaje. La entente a tres provocó que el PNV retirara su iniciativa de implantar el pago para camiones en Etxegarate, una idea que no había consensuado con el resto de partidos.
  • Ayuntamiento de Vitoria/Gasteiz. El anterior alcalde de la capital vasca, el socialista Patxi Lazcoz, había diseñado el BAI Center, el palacio de Congresos, Exposiciones y Artes Escénicas. El nuevo Gobierno municipal, encabezado por Javier Maroto (PP), logró paralizar las obras del palacio gracias a los votos de Bildu en julio de 2011, apenas un mes después de la constitución de la Corporación. En su lugar, se acordó llevar a la parcela donde se iba a edificar el BAI Center, la plaza de Euskaltzaindia, la nueva estación de autobuses. Maroto ha sido uno de los dirigentes del PP, junto con el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, que ha defendido la posibilidad de debatir con Bildu: "No hay ningún inconveniente para el acuerdo, el acuerdo es bueno. Hay municipios en Euskadi en los que, aunque PP y Bildu coincidan en sus prioridades, no votan juntos. Y esto nos hace distintos en Vitoria. A lo mejor es cuestión de talante", dijo el año pasado.
  • Ayuntamiento de San Sebastián. El PP y el Gobierno local de Bildu acordaron que la estación intermodal de la capital guipuzcoana se construya en el barrio de Riberas de Loiola, eliminando así la ubicación de la terminal de autobuses en Atotxa, que ya está adjudicada. Ocurrió en octubre de 2011. El portavoz conservador en el Consistorio donostiarra, Ramón Gómez, alegó que no se trataba de un pacto con los abertzales, sino cumplir con una de las promesas incluidas en su programa electoral. 
  • Ayuntamiento de Vitoria/Gasteiz. PP y Bildu enterraron a comienzos de 2012 la Agencia para la Revitalización Integral de la Ciudad Histórica (Arich). Ambos pactaron disolver la sociedad municipal en una reunión que concluyó con la dimisión de los representantes del PNV y PSE. 
  • Ayuntamiento de Valdegovia (Álava). En julio de 2011, el alcalde de la localidad, Juan Carlos Ramírez, del PNV, criticó que Bildu rechazara entrar en el Gobierno local y que votara conjuntamente con el PP en la sesión extraordinaria en la que se nombraron los representantes municipales en distintas sociedades públicas, además de las comisiones informativas. 
  • Ayuntamiento de Andoain (Gipuzkoa). Bildu alcanzó un acuerdo con PP y PSE por el que los escoltas podrían acceder a la Corporación para realizar las comprobaciones de seguridad que fueran necesarios para, posteriormente, abandonar la casa consistorial.

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* Con información de Ibon Uría y Daniel RíosCon informaciónIbon UríaDaniel Ríos

No habían pasado más que unas cuantas horas. Roberto Jiménez, el líder del Partido Socialista de Navarra (PSN), amenazaba con presentar una moción de censura en 15 días contra la presidenta foral, Yolanda Barcina, si se verificaban las acusaciones de corrupción contra su Gobierno. Eso sucedía a las seis de la tarde. A la mañana siguiente, jueves, a Barcina le faltó tiempo para agitar un fantasma recurrente: "Si quieren esa moción de censura con Bildu, que lo hagan directamente". A su vez, el dirigente del PP Esteban González Pons, impartía la misma doctrina en la Cope: "Elena Valenciano [la candidata del PSOE a las europeas] se va a ver forzada a hacer campaña acompañada de Bildu". El viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sacudía el señuelo de la relación PSOE-Bildu desde la Moncloa: la posible moción en Navarra "no es un pacto cualquiera", sino que el apoyo de los socialistas en Bildu "tiene connotaciones" que Ferraz debería explicar a los ciudadanos. Lo cierto es que PP y UPN, los dos, ya hacen aquello que afean a los socialistas: votar igual que la izquierda abertzale en diferentes instituciones de Euskadi y Navarra.

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