El primer cuatrimestre del año se ha saldado con cifras récord en el aeropuerto del Prat. Nunca antes habían llegado tantos pasajeros internacionales fuera de la Unión Europea (UE) a Barcelona: 3.624.552. Mientras la Generalitat considera que estas cifras son positivas, plataformas como ZeroPort opinan lo contrario: “Suponen más contaminación, más presión turística y la expulsión de vecinas de los barrios”. Entremedias, sigue el debate sobre si hace falta ampliar la infraestructura, en una batalla que divide al Ejecutivo español, conformado por PSOE y Unidas Podemos, y a la sociedad catalana.
“Es posible que sea un año de récord, vamos muy bien y las previsiones son buenas”, cuenta a infoLibre el director de la Agencia Catalana de Turismo, Narcís Ferrer i Ferrer, que destaca el peso de los negocios en el auge de pasajeros internacionales. “Hay un crecimiento muy grande en Cataluña en captación de inversiones internacionales, Corea está subiendo fuerte, tras la pandemia, y también lo harán China y Japón”, explica. “La reindustrialización está teniendo un efecto muy positivo en el tráfico del Prat”, añade.
En abril se han superado el millón de pasajeros internacionales provenientes de fuera de la UE. Es una cifra que nunca antes se había dado en un mes de abril, según los datos de AENA, la autoridad competente. Igualmente, los meses de enero, febrero y marzo han pulverizado todos los registros de sus respectivos meses de otros años. A nivel global, “durante los primeros cuatro meses de 2023 se ha llegado a una recuperación del 94,3% [respecto a las cifras prepandemia], con 14.176.110 usuarios”, cuenta la empresa pública que gestiona los aeropuertos españoles. “El año 2019 el aeropuerto registró 52,7 millones de pasajeros, mientras que el año pasado se recuperaron el 79% de usuarios, hasta los 41,6 millones”, sigue.
Más vuelos intercontinentales
AENA quiere que el Prat disponga de más trayectos de larga distancia, en una estrategia en la que algunos quieren posicionar esta infraestructura como un hub internacional. “En 2019 tuvimos 47 rutas intercontinentales y este año la tendencia sigue siendo la de recuperar las conexiones. Por ejemplo, se han establecido las nuevas rutas a Tel-Aviv de WizzAir, a Bakú de Azerbaiyán Airlines y a Calgary de Westjet. Además, próximamente empezarán a operar las nuevas rutas de United Airlines a Chicago y de Air China a Pekín”, dice la empresa pública.
“Las cifras de vuelos internacionales son negativas, porque implican más turismo en la ciudad”, reprocha Daniel Pardo, miembro de ZeroPort, una organización medioambiental que lucha por evitar la ampliación del aeropuerto del Prat. “Los vuelos nacionales no han crecido igual y el puente aéreo está en claro declive, eso demuestra que, a pesar de que no se han tomado medidas, los vuelos con alternativa de tren van a la baja”, considera. “Este será el futuro y, por tanto, se tienen que empezar a tomar acciones para prohibir los vuelos de corto recorrido”, propone. “En relación con los internacionales, estos son más caros para la ciudadanía y acaban siendo utilizados por una élite que los puede pagar”, sostiene. “Aún así, seguimos pagando con fondos públicos la promoción del turismo a Barcelona en otros continentes y la estrategia de AENA va en esta línea”, censura, mientras pide la supresión de “privilegios fiscales” y una tasa mayor al combustible.
Un videoclip y una churrería, los causantes del auge de coreanos en Barcelona
Los motivos que explican el auge de pasajeros de fuera de la UE son variados, partiendo por anécdotas que generan un auténtico furor, como cuenta el director de la Agencia Catalana de Turismo. “Ha habido una explosión postpandemia con los turistas coreanos, porque dos han posicionado Cataluña, uno con una churrería de Barcelona y otro haciendo un videoclip en Tossa de Mar”, cuenta. Así es. En Youtube se encuentran vídeos recientes que acumulan millones de visualizaciones.
“Valoran nuestra gastronomía y la religión, visitando el monasterio de Montserrat y la Sagrada Família de Gaudí”, añade Ferrer. Actualmente hay programados siete vuelos diarios desde Seúl a Barcelona y se espera que en un futuro sean aún más.
Además de estos efectos, más bien inesperados, también ha habido un trabajo de años en el que Barcelona se ha convertido en una ciudad de congresos. El más reconocido, el Mobile World Congress (MWC), que tras años de renovaciones ha escogido la capital catalana como sede permanente del evento de tecnología móvil más importante del mundo. Además del MWC, la feria audiovisual ISE también se ha coronado en la ciudad condal, con más de 50.000 visitantes este año y con dos ediciones más ya cerradas en la capital de Cataluña. “Hay una explicación multifactorial: este año tenemos récord de inversiones extranjeras, que vienen de mercados lejanos, como el sureste asiático y norteamericano, que generan un tráfico aéreo importante”, concluye Ferrer.
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“La sensación como barcelonés es que la densidad de visitantes será la misma que en 2019 o incluso 2022”. Es el pronóstico que hace el director de la Agencia Catalana de Turismo, aunque rápidamente puntualiza: “Lo que sí que notaremos es la diversificación de la estancia en el resto de Cataluña. Es algo que vemos con el mercado americano, que después de ir a Barcelona se va hacia la Costa Brava, pero también hacia lugares como Tarragona o el Penedès, que es un destino enoturístico”.
La Generalitat tiene una auténtica maquinaria para captar visitantes, con lo que nada es casual. “Hay una estrategia muy sofisticada, cada mes de mayo decidimos el plan del año siguiente, en el que se deciden cuáles son los mercados prioritarios”, explica Ferrer, que hace una porra: “Este año el mercado principal es el español, luego el francés y le siguen el Reino Unido y Alemania, con determinados nichos, como el turismo de autocaravana”. “Y en larga estancia está el público norteamericano y el del sureste asiático lo teníamos en observación, pero ha sido una sorpresa”, añade, a la vez que remarca que en 2022 vinieron 300.000 coreanos.
Por estas fechas ya empieza el runrún de los turistas en Barcelona. Poco a poco va calando como uno de los temas predilectos en conversaciones de ascensor, de bar y en comidas con familiares y amigos. Lo que viene parece ser un verano de récord, de lleno absoluto, de masificación turística y de, también, el ya convertido en eslogan Tourists go home.
El primer cuatrimestre del año se ha saldado con cifras récord en el aeropuerto del Prat. Nunca antes habían llegado tantos pasajeros internacionales fuera de la Unión Europea (UE) a Barcelona: 3.624.552. Mientras la Generalitat considera que estas cifras son positivas, plataformas como ZeroPort opinan lo contrario: “Suponen más contaminación, más presión turística y la expulsión de vecinas de los barrios”. Entremedias, sigue el debate sobre si hace falta ampliar la infraestructura, en una batalla que divide al Ejecutivo español, conformado por PSOE y Unidas Podemos, y a la sociedad catalana.