El president se inclina por proclamar este viernes la independencia y defenderla con movilizaciones en la calle

No hay confirmación oficial pero todo indica que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se inclina por que el Parlament de Cataluña proclame este viernes la independencia unilateral de Cataluña en respuesta a la intervención de la autonomía de Cataluña, que previsiblemente será efectiva este mismo fin de semana.

La Cámara catalana tomará esta decisión coincidiendo con el pleno en el que, con toda seguridad, el Senado aprobará dar poderes al Gobierno de Mariano Rajoy para destituir al propio Puigdemont y a todos los miembros del Govern, quitar las funciones principales al Parlament, tomar el control de toda la administración catalana, incluidos los Mossos d’Escuadra y los medios públicos de comunicación, y convocar elecciones cuando mejor le parezca de aquí a finales del mes de abril.

La señales que apuntan a que la decisión está tomada llegaron este miércoles de múltiples fuentes. En primer lugar, del grupo parlamentario de Junts pel Sí que, tras dos horas y media de reunión en la que todos sus miembros tuvieron la oportunidad de defender sus posiciones, anunció la decisión de apostar por la declaración de independencia. El presidente y la portavoz del grupo, Lluís Corominas y Marta Rovira, acudieron después a la sede de la Generalitat para trasladar a Puigdemont esta decisión.

La segunda señal es consecuencia directa del anuncio oficioso de la inminente renuncia a formar parte del Govern del conseller de Empresa Santi Vila, el único miembro del Ejecutivo que se ha mostrado incómodo con la decisión de consumar la declaración unilateral de independencia. Su posible retirada indicaría claramente que el Govern ya ha tomado una decisión. La tercera tiene la firma del propio president al renunciar a la posibilidad de defender sus propuestas en el Senado: “No vamos a perder el tiempo con los que quieren arrasar nuestro autogobierno”, se justificó a través de las redes sociales. Y la cuarta vino a través del vicepresidente, Oriol Junqueras, que declaró a la agencia norteamericana Associated Press que la actitud del Gobierno de España no les deja otra salida que la proclamación de la república catalana.

En la reunión del grupo de Junta pel Sí, según fuentes citadas por Europa Press, ni siquiera se ha llegado a considerar la posibilidad de convocar elecciones anticipadas. Algunos han defendido no votar la declaración de independencia y otros han apostado por hacerlo para activar un proceso constituyente. En la reunión los diputados habrían insistido en la voluntad de diálogo con el Gobierno central, pero ya con la declaración de la independencia hecha, único modo de “hacer efectiva la voluntad de los catalanes expresada en las urnas”, concluyeron.

Una de las intervenciones más aplaudidas fue la del diputado Germà Bel, que apeló a la “ética y la responsabilidad para con los 1,7 millones de personas que votaron a JxSí”, y exigió aprobar la declaración de independencia.

En un argumentario interno citado por Naciodigital.cat, los diputados de JxSí asumen que “hay que proclamar la independencia como vía defensiva para que el Estado no nos aplaste. Hacerlo en legítima defensa”. El argumentario también advierte que para evitar el 155 y hacer efectiva la independencia la movilización en la calle seguirá siendo esencial: “Habrá que resistir y no lo podremos hacer solos. Nos hace falta la gente al lado”.

En este estado de cosas, todo apunta a que el último acto del proceso puesto en marcha por las autoridades catalanas con la aprobación de las leyes del referéndum y de transitoriedad anuladas por el Tribunal Constitucional tendrá como escenario el Parlament y contará con un respaldo masivo de ciudadanos en las inmediaciones de la Cámara autonómica.

La sesión plenaria, convocada a instancias de los dos grupos secesionistas —Junta pel Sí y CUP—, comenzará a las 17:00 horas con la intervención de los portavoces de ambas formaciones, a los que seguirá una tercera del propio Puigdemont. Después será el turno de los demás grupos parlamentarios.

Concluido el debate, se abrirá un plazo para la presentación de propuestas de resolución que no serán votadas hasta las 12:00 horas del viernes: Junta pel Sí y la CUP parecen inclinarse por incluir la declaración de independencia en ese trámite, si bien algunas fuentes sostienen que también están considerando que la proclamación sea asumida por el president, en el supuesto de que no todos los diputados de la mayoría independentista estén dispuestos a votar a favor.

En la reunión del grupo celebrada este miércoles fueron interrogados expresamente sobre este punto: ninguno manifestó su intención de oponerse a votar una declaración de independencia, si bien muchos pidieron conocer cualquier documento con antelación, no como ocurrió el 10 de octubre, cuando a muchos de ellos les pusieron delante para firmar una declaración que no habían tenido oportunidad de leer. Aquella declaración, eso sí, se realizó fuera del pleno y no tenía por tanto efectos jurídicos.

El Parlament y el Senado debatirán al mismo tiempo

Toda la sesión coincidirá en el tiempo con las reuniones que celebrará el Senado, el jueves en comisión y el viernes en sesión plenaria, para dar luz verde a la petición del Gobierno de Rajoy de intervenir la autonomía catalana y que, despejadas las dudas de los últimos días, previsiblemente contará con el respaldo de PP, PSOE y Ciudadanos. Las primeras medidas llegarán en cuanto Rajoy convoque a su Consejo de Ministros: el sábado o incluso en la tarde del mismo viernes, sobre todo si hay declaración de independencia.

En contra del trámite del Senado han actuado ERC y PDeCAT, que han presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para que anule la admisión a trámite de las medidas que el Gobierno quiere aplicar en Cataluña y que anule los acuerdos de la Mesa del Senado por los que se han decidido las formas y tiempos de tramitación de este asunto. Ambos grupos entienden que dada la celeridad de la tramitación y el formato elegido se están vulnerando derechos fundamentales de los senadores, que no pueden desarrollar sus funciones “en plenitud”; además, reclaman que el TC ordene la inadmisión del acuerdo del Gobierno porque las medidas no se adecúan a la propia Constitución.

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Mientras los dirigentes políticos decidían los pasos a seguir en el camino hacia la independencia de Cataluña, las organizaciones sociales que han respaldado y apoyado el proceso durante los últimos años ponían en marcha la movilización ciudadana. La convocatoria es para la mañana del viernes, a la hora en la que, previsiblemente, se proclamará la república, en el Parque de la Ciutadella que rodea el Parlament. A la cita se sumarán otras organizaciones con gran capacidad de movilización, como Òmnium Cultural y la Taula per la Democracia, que agrupa a un centenar de entidades.

En sentido contrario, la organización Sociedad Civil Catalana, contraria a la independencia, tiene intención de volver a a calle en defensa de la unidad de España el próximo domingo. El lema de la convocatoria aún no ha sido fijado, a la espera de los pasos que den las instituciones catalanas.

Entre tanto, los trabajadores y la dirección de Televisión de Catalunya (TVC), Catalunya Ràdio y la Agencia Catalana de Noticias (CAN), amenazados directamente por la intervención del Gobierno de Rajoy, dieron este miércoles un paso al frente en defensa de su independencia profesional. Juntos hicieron público un manifiesto en el que se oponen a la intervención de los medios públicos catalanes y acusaron al Gobierno de querer "secuestrar" la libertad de prensa.