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La privatización de las instalaciones deportivas en los barrios: otra manera de segregar por clase social

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En los barrios obreros el deporte va más allá de la salud. Ante el debilitamiento continuado de los servicios y la desaparición de los comercios, las instalaciones públicas que permiten practicar ejercicio físico es uno de los pocos espacios de unión e identidad que queda en los distritos. Un papel crucial que parecen no compartir algunos gobiernos municipales. Kety Malibrea, técnica superior en Estudios Deportivos y Sociedad de la Universitat Politècnica de València, explica a infoLibre que "las administraciones públicas ven el ámbito deportivo como un negocio potencial". Una tendencia que, según afirma Malibrea, no se cierne a unas regiones concretas y que está a la orden del día como demuestran los casos del barrio madrileño de Villaverde y del granadino Bola de Oro.

El campo de fútbol David Díez de la Cruz era un barrizal hasta 2017. Cada vez que llovía se formaban charcos y se convertía en un terreno impracticable. No le interesaba a nadie y su gestión ha dependido siempre de los dos clubes del barrio: Racing Villaverde y Santiago Apóstol. Ante las constantes sugerencias de ambos equipos, en 2017 se convirtió en un campo de césped artificial y las entidades reclamaron cerrar una nueva concesión a largo plazo por la atracción que podían suscitar las novedades de las instalaciones.

Estas negociaciones no han conducido a ninguna solución favorable para ambas partes y la Junta Municipal de Villaverde decidió publicar una convocatoria pública el pasado 1 de marzo bajo unas condiciones que los clubes consideran un intento de "privatización". En el pliego se establece que recibirán la misma puntuación, 16 puntos, tanto las entidades que pertenezcan a una categoría profesional como aquellas que están arraigadas al barrio y llevan muchos años en él. Esto, en la práctica, iguala a los equipos que vengan de fuera a los que son de la zona desde sus inicios. Otra de las condiciones es que los clubes se tendrán que hacer cargo de todos los gastos.

Ante estas acusaciones, fuentes de la Junta Municipal detallan a infoLibre que "no se trata de ninguna privatización de la instalación, ya que sólo pueden concurrir entidades sin ánimo de lucro que en sus estatutos incluyan promoción de actividades deportivas". Además, argumentan que "las bases de este concurso dan preferencia a clubes que sean del distrito de manera que, en igualdad de calidad del proyecto deportivo, estas entidades tendrán 16 puntos más".

En Granada, los vecinos de Bola de Oro también denuncian la "privatización encubierta" del complejo deportivo de su barrio. Un centro al que acuden cada día cientos de personas mayores, niños y familias a realizar actividades grupales. Un lugar para la práctica deportiva y la cohesión social del distrito que puede cambiar por completo con la llegada de una empresa privada.

Los socialistas granadinos denunciaron a finales de febrero que el Plan de Contratación de la Concejalía de Deportes para 2024 de Granada recoge sacar a licitación el contrato de concesión de servicios del complejo Bola de Oro para los próximos 15 años. Ante esto, los vecinos trasladaron su descontento al concejal de Deportes, Jorge Iglesias, que les achacó que están "acostumbrados a un modelo de explotación antiguo", según cuenta a infoLibre Pablo Flores, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Bola de Oro. Unas declaraciones que ha querido aclarar Iglesias al asegurar a este diario que "la Concejalía de Deportes está realizando un cambio en el modelo de gestión". Además, señala que "el complejo de Bola de Oro es una instalación obsoleta y que la manera más adecuada de remodelarlo es a través de una colaboración público-privada".

Aumento de precios

La desvinculación por parte de la administración pública en ambas instalaciones deja, denuncian las organizaciones vecinales, desprotegido al usuario frente a un posible aumento de los precios. Lorena Machín, miembro de la junta directiva del Racing Villaverde, confiesa a infoLibre que "muchos de los niños y niñas de la escuela no podrán seguir pagando las cuotas si el club se tiene que hacer cargo de los gastos del campo". Esto provocará el aumento de unas contribuciones que "son de las más bajas en el fútbol formativo de la capital", según la directiva de la entidad villaverdense. Además, Machín señala que actualmente "ya se están perdonando o aplazando cuotas a ciertos niños porque sus familias tienen dificultades para pagarlas".

La Junta Municipal defiende que ambos clubes "usan este equipamiento de forma gratuita y sin contraprestación por los gastos de suministros y mantenimiento de unas instalaciones en las que el Ayuntamiento ha invertido más de 700.000 euros". Una acusación que, según Machín, "es errónea", ya que los clubes han propuesto en reiteradas ocasiones "pagar un canon municipal" dentro de sus posibilidades.

En el centro deportivo de Bola de Oro también se espera un aumento de precios notable. Una de las tarifas actuales ronda los 23 euros al mes por las actividades regulares de dos días a la semana. Esta es una de las opciones más utilizadas por gran parte de los usuarios que "se podría ver aumentada hasta los 70 euros" con la llegada de una entidad privada y la imposición de una tarifa mensual obligatoria, según detalla Flores. Además, el vicepresidente de la asociación de vecinos traslada que "muchas personas mayores se ven amenazadas" ante la posibilidad de que no puedan realizar sus clases deportivas semanales.

La Concejalía de Deportes de Granada no contempla este incremento en los precios. Iglesias explica que van "a vigilar que los precios sean los que tengan que ser para que todas las clases sociales tengan acceso a la práctica deportiva". El concejal califica estas afirmaciones como "mentiras" con las que la oposición socialista quiere meter miedo.

Identidad y derechos

Esta posible subida de precios y desaparición de algunos servicios viene acompañada de la dificultad para mantener estos lugares como espacios para la interacción social entre los vecinos. La experta valenciana en Estudios Deportivos señala que "muchos clubes e instalaciones deportivas funcionan como agentes de cohesión en los barrios al reunir a los ciudadanos y desempeñar un papel ciudadano significativo. El deporte promueve la unidad entre los vecinos más allá de la identidad deportiva de un entidad".

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Una unidad que en Villaverde, según Machín, funciona como una "burbuja" ante problemas como las bandas juveniles que "están a la orden del día". La directiva de la entidad asegura que muchos niños "se pasan todo el fin de semana en el campo viendo partidos de sus compañeros y entrenadores". "Si bien el deporte no es una solución milagrosa, muchas veces sirve como un divertimento balsámico y una fuente de interacción social y actividad física para los jóvenes", según Malibrea.

Además de los clubes, las instalaciones públicas permiten que los vecinos tengan espacios donde puedan reunirse. No sólo para practicar deportes, sino también para abordar cuestiones sociales en general. La concesión privada del complejo de Bola de Oro obliga a que la empresa adjudicataria tenga que construir un edificio multiusos contiguo. Flores sospecha que ese edificio "se construirá sobre un campo de fútbol en el que muchas familias se reúnen cada tarde para que sus niños jueguen". Una posibilidad que Iglesias todavía no contempla ya que "no hay ningún proyecto en concreto".

Ante estas actuaciones, Malibrea subraya que "los responsables municipales no siempre valoran este aspecto inmaterial del deporte, lo que conlleva la disminución de la salud y el resto de valores que aporta a los barrios".

En los barrios obreros el deporte va más allá de la salud. Ante el debilitamiento continuado de los servicios y la desaparición de los comercios, las instalaciones públicas que permiten practicar ejercicio físico es uno de los pocos espacios de unión e identidad que queda en los distritos. Un papel crucial que parecen no compartir algunos gobiernos municipales. Kety Malibrea, técnica superior en Estudios Deportivos y Sociedad de la Universitat Politècnica de València, explica a infoLibre que "las administraciones públicas ven el ámbito deportivo como un negocio potencial". Una tendencia que, según afirma Malibrea, no se cierne a unas regiones concretas y que está a la orden del día como demuestran los casos del barrio madrileño de Villaverde y del granadino Bola de Oro.

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